34 Los Castigos

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*Mientras almuerzan, el equipo que ganó la carrera de relevos decide cuales castigos van a dar a los que perdieron--Christian, Poncho, y Dulce.  Resulta que esencialmente van a tener que hacer tareas de la casa.

El castigo de Christian será preparar una cena exquisita de tres platos (aperitivos, el plato principal, postre, etc.)  No es un castigo duro, pero les entretiene la idea, ya que durante los años de RBD, Christian nunca nunca hizo nada en la cocina.  De alguna manera, siempre lo esquivó.

Poncho y Dulce se quejan porque sus castigos no son tan fáciles.  Los suyos requieren ensuciarse las manos.

Poncho tiene que limpiar y organizar el garaje extra de la mansion de Anahi,  que usa como almacenamiento para guardar cosas.  Anahi había estado buscando cajas llenas de cosas suyas cuando era bebé.  Las quiere tener a mano por si puede usar algo para su hijo, Manuelito, entonces aprovecha el asunto para darle ese trabajo a Poncho.

A Dulce le mandan al ático.  Así como Poncho, también tiene que organizar un desorden, pero su objetivo principal es encontrar la máquina de karaoke.  Anahi la ha tenido guardada allá arriba por muchos años, así que no sabe exactamente dónde está.  Entonces este castigo es matar a dos pájaros de un solo tiro: Dulce ordenará el lío en el ático, y después bajará la máquina de karaoke para que todos disfruten.  Al fin y al cabo, cantar era cosa de los seis.  Siempre será lo que los conecte.*

*Cuando por fin regresan a la casa, el equipo perdedor pone las manos a la obra.  Any les presta guantes y máscaras a Dulce y a Poncho para manejar los montones de polvo que hay en el ático y garaje.

Mientras tanto, Maite, Christopher, y Anahi relajan como los ganadores que son.*


*Casi 4 horas pasan cuando Christian termina de hacer una cena impresionante.  Se burlan de él por haber tomado tanto tiempo, pero él se defiende- tuvo que preparar tres platos! Él se relaja con ellos mientras esperan que Poncho y Dulce terminen sus tareas.

Treinta minutos después, emerge Poncho cargando una gran caja.  Los gritos de emoción de Anahi les indica que sí encontró la caja correcta, la que ha estado buscando por su hijito.

Ahora solo esperan a Dulce y a la máquina de karaoke.  Pero empiezan a cansarse de esperarla tanto tiempo.* 

Anahi: Ya quiero cantar con ustedes!  Llevo años esperando este momento

Poncho: Podemos cantar sin la máquina.  Llamemos a Dulce y ya

Maite: Nooo, sería más divertido cantar con los microfonitos y luces y todo!  Podemos esperar un poquito más.  Tengo confianza de que pronto Dulce saldrá con la máquina en las manos!

Anahi: ¡Aún tienes la confianza porque no has visto el desastre que hay en mi ático jajaja

Christian: Entonces vamos por ella!

Poncho: Yo no me voy, ya no puedo respirar todo ese polvo!  Ve tú!

Christian: No yo también estoy cansado por haber trabajado por horas. Ve tú, principito *hablando a Christopher*

Christopher: Por qué yo?  Estoy agusto aquí en el sofa

Maite: Porque tú y Dulce están enojados y no han tenido tiempo solos para aclararlo

Christopher: Eso no es cierto, ya estamos bien

Christian: Pero cuando arreglaron el drama??  Porque la última vez que los vi hablar, estaban diciéndose cosas bien feas

Christopher: Ya comunicamos!  Estamos bien.  Se los juro

Poncho: Bueno de todos modos ve por ella!

Anahi: Bebé porfaaaa

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