Cuando Claudia llegó.

KITSUNE NOMBRADO Y QUERIDO.

Si Noah Stilinski pensó que lo peor de que su hijo estuviera involucrado en el mundo sobrenatural eran las incontables oportunidades de muerte cierto es que no estaba preparado para llegar un día cualquiera de frío invierno a su casa y encontrarse con que Stiles y Derek están en el salón. Claro, eso no es lo más extraño de todo, ya está acostumbrado a la extraña relación que hay entre esos dos. Lo raro es que Stiles está peleando con una niña pequeña que no quiere ponerse un abrigo.

- No estoy seguro de si quiero saberlo - comenta, porque los tres se le han quedado mirando, incluyendo la desconocida que lo mira con curiosidad.

- Eh, papá, siento el desastre, pero te prometo que no es nada ilegal - el chico hiperactivo levanta las manos con gesto inocente.

- Permíteme que, tratándose de ti, lo dude - deja el arma y la placa sobre la mesa, quitándose el equipamiento bajo la atenta mirada de unos jóvenes ojos pardos.- Bueno, ¿qué es esta vez? ¿Sacrificios de niños para algún ente malvado? - se sienta en el sillón con cautela.

Derek y Stiles intercambian una mirada significativa y sorprendida, no se les había ocurrido esa posibilidad. Claro que ninguno de los dos conoce rituales en los que se necesite la vida de un zorro con estas características, pero seguro que existe porque ¡hey! esto es Beacon Hills.

- Papá, eres increíble - determina Stiles mientras intenta ponerle de nuevo el abrigo a la kitsune y ella sigue revolviéndose.

- Lo sé - suspira cansado, se levanta del asiento y se dirige hasta ellos.

- Oye, no creo que... - empieza a decir el humano porque la niña ha actuado un poco arisca con el resto de la manada y no quiere enfrentarse a su padre mordido por los afilados dientes de un ser sobrenatural.

- Hijo, te crié, un poco más de confianza - le quita el abrigo y se pone delante de la pelirroja.- A ver, señorita, seguro que tienes ganas de comer porque ya es tarde así que deberías dejar que te ponga el abrigo porque la calefacción de esta casa no es la mejor y así mi hijo puede ir a hacernos la cena a todos, ¿qué te parece?

- ¿Comida? - ladea la cabeza.

Stiles casi muere de ternura.

- Exacto - asiente, pasándole la sudadera por la cabeza.- Stiles es muy buen cocinero, ya verás - la niña colabora y termina de ponerse la prenda, satisfecha por lo calentita que es.

- No puedo creer que enserio la hayas conquistado con comida.

El sheriff mira a su hijo y su pareja con una pequeña sonrisa.

- A todos los que se relacionan contigo se les puede conquistar con comida, Stiles, deberían hacérselo mirar - consigue que Derek ponga los ojos en blanco ligeramente divertido porque, en fin, es verdad.

- Es agradable - dice la kitsune con voz suave, metiendo la barbilla en el cuello de la prenda y tapándose hasta la nariz.

- Espero que eso signifique que me vas a dejar vestirte todos los días - Stiles le pone una mano en la cabeza y la acaricia.- Además, mira que ropa tan bonita te ha traído Lydia.

- Sí que lo es - ella asiente, feliz, para después impulsarse hasta colgarse del cuello de Stiles, el humano ríe y la coloca en un lado de su cintura, sosteniéndola con un brazo.

A Derek casi se le para el corazón.

- ¿Comida?

- ¿Contigo en brazos? Esto va a ser un reto - murmura, ella se aferra aun más a su cuello.

Se pierden en la cocina y Derek puede respirar con normalidad cuando los pierde de vista. Noah habla entonces, no se ha perdido ninguna de sus reacciones.