Capítulo 12

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Llegamos a casa y Nico ya estaba dormido

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Llegamos a casa y Nico ya estaba dormido. Dul lo tomó en sus brazos y lo llevó a la cama, yo la seguí y juntos arropamos a Nico.

Chris: ¿Quieres cenar algo?- dije cuando salimos de la habitación.

Dulce: tal vez sólo un batido…

Fuimos a la cocina y ambos tomamos un delicioso batido de avena mientras platicábamos.

Ella aún parecía nerviosa, después de que hablamos con Susana mi Dul se quedó un poco inquieta.

Chris: Oye bonita…- tomé su mano y ella me miró- ya no te preocupes, yo te cuidaré.

Dulce: me da miedo Chris… si entraron y no se llevaron nada, entonces no iban por lo material sino… por mí

Chris: tal vez no tuvieron tiempo de llevarse algo o no sé… pero tú debes estar tranquila ¿Ok?

Ella asintió y me levanté para abrazarla, besé su frente y sonrió.

Chris: oye… ¿Dormirás conmigo?- susurré y ella rio.

Dulce: yo tengo habitación Chris…

Chris: ya lo sé… pero duerme conmigo… por favor- hice puchero y ella me miró sonriendo.

Dulce: me quedaré hasta que te duermas y después me voy a la de invitados

Chris: sí mamá- sonrió y besé sus labios rápidamente- ¿No te gusta la otra habitación?

Dulce: claro que sí pero… siento que estoy invadiendo el lugar de alguien, prefiero la de invitados.

Chris: como quieras bonita

Subimos a mi habitación y ambos nos metimos bajo las sábanas, la abracé por la cintura y aunque mis ojos se cerraban yo hacía lo imposible por no dejarme vencer.

Ella levantó su cabeza y me miró riendo.

Chris: no me quiero dormir- susurré sonriendo.

Dulce: tramposo… duérmete, te prometo que no me voy- acarició mi mejilla.

Chris: ¿De verdad?

Dulce: promesa

Chris: dulces sueños bonita mía.

Dulce: dulces sueños- dijo sonriendo y beso mi frente.

Cerré mis ojos y me deje vencer mientras ella acariciaba mi rostro y mi cabello.


A la mañana siguiente desperté cuando escuché unos ligeros balbuceos y cuando abrí los ojos me encontré con la imagen más tierna que he visto.

Dulce estaba sentada en la cama apoyando su espalda en la cabecera mientras Nico apoyaba su pequeña espalda en sus piernas y ella jugaba con sus manos y sus piecitos haciendo reír a mi bebé.

Cuando estaba a punto de voltear a verme cerré los ojos de nuevo.

Dulce: ¿Sabes principito?... Tienes un papá mentirosillo… le encanta fingir que sigue durmiendo… pero mejor para mí. Así me quedo con mi caballerito más tiempo- dijo alegre.

Chris: no lo puedo creer Nicolás… apenas tienes 4 meses y ya me estás bajando a las mujeres- ella soltó una pequeña risa al igual que Nico quien me sonrió feliz.

Dulce: sólo las que sabemos apreciar lo bueno- me sonrió y yo hice lo mismo.

Chris: buen día hermosa

Dulce: buen día… feo- dijo sonriendo

Chris: ¿Soy feo?- dije entre risas.

Dulce: bastante... eres como un monstruo- se acercó a mí- pero eres mi monstruo- tocó su nariz con la mía y yo aproveché para capturar sus labios.

Nos besábamos tiernamente hasta que Nico se quejó obligándonos a separar.

Dulce: vaya… parece que el celosito aquí no es sólo el papá- dijo haciendo cosquillas a Nico.

Chris: sólo nos gusta cuidar lo que queremos- besé su mejilla.

Nos levantamos de la cama después de muchas quejas de mi parte por volver a dormir un poco más.

Me duché y me vestí rápidamente y mientras ella hacía lo mismo yo preparaba a Nico para ir a la guardería.

Desayunamos y nos fuimos los tres juntos. Llevé a Dulce y a Nico al kínder y después me dirigí a mi oficina donde tenía una inmensidad de papeles por revisar y firmar.

Cuando al fin terminé me levanté para llevar algunos a la sala de juntas ya que se llevaría a cabo una reunión para supervisar un error que hubo en una obra. Por fortuna no tendría que estar presente ya que el error no fue de mi parte.

Regresé a mi oficina y no encontré a Ana en su escritorio, seguramente fue a comer como la mayoría. Entré a mí oficina y comencé a ordenar mis cosas, hoy quería ir temprano a casa para estar con mi bebé y con Dul.

Alguien tocó a la puerta y después entró, levanté la mirada y me encontré con Giovanna, la hija de uno de los socios.

Cambio Radical ©Where stories live. Discover now