Parte 11

2.7K 134 47
                                    

Diana

Llegó la noche Peter y yo volvíamos a casa, sinceramente estaba algo molesta, Peter todo tiempo le prestó más atención a Milla incluso por momentos sentí que actuaban como si yo no estuviera ahí.

Cuando llegamos a casa Trina y Louis aún no volvían, entramos sin decir nada y fui directo a la cocina, podía escuchar los pasos detrás de mi.

-Vas a decirme qué tienes.-me gire para mirar a Peter quien me miraba ansioso.-¿Estás celosa de Milla?.

-¿Qué? ¡No!.-negué rápidamente.

-¿Entonces qué tienes?

-¿En verdad no te das cuenta? Desde que estas aquí has pasado más tiempo con ella que conmigo, se supone que viniste aquí por mi.-estaba disgustada.

-¿Te molesta que la vea?.-su tono se agravó un poco.

-¡No!, No es eso, no me molesta que la veas o que sea tu amiga, me molesta que pasas más tiempo con ella...

-Diana, entiende, no la había visto en mucho tiempo es mi mejor amiga me preocupo por ella.- ¿Ahora no soy "cariño"?.

-¿Y yo qué?.-pregunte molesta

-¡Tú no estas sola, tienes a tu hermano y a Trina aquí contigo, por otra parte Milla no tiene a nadie!.-me grito molesto.

Peter jamás se había molestado así conmigo, de hecho jamás me había hablado así, esto sólo me hacía darme cuenta de lo importante que era Milla en su vida. Un suspiro lleno de pesadez se escapó de mi, sabía que no importaba lo que le dijera a Peter, no iba a cambiar de opinión.

-Sólo has...lo que tengas que hacer.-salí de la cocina y fui hasta la habitación de Trina y Louis.

Saque el celular de mi bolsa y vi que tenía un mensaje de Louis así que lo abrí.

Louis: Enana, Trina y yo pasaremos la noche fuera, para que no nos esperen despiertos, pasala bien con Peter. Te amo.

Un suspiro se escapó de mis labios, perfecto que buen momento para estar a solas con Peter. El golpeteo en la puerta de la habitación llamo mi atención, así que la abrí.

-Pasaré la noche con Milla.-Peter llevaba una pequeña maleta en la mano.

-¿Por qué?.-pregunte algo confundida y molesta.

-Acaba de llamar, dice que el idiota de su vecino hizo una fiesta y se siente asustada, iré a hacerle compañía.- el recuerdo de las escandalosas fiestas de Harry vino a mi mente.

-Bien.- contesté seca.

Peter se dio la vuelta y salió del departamento, ¿qué pasó con el "tierno beso" de despedida?. ¡Perfecto! Una vez más me quedé sola. Salí de la habitación y me deje caer sobre el sofá, no sabía que hacer. Me levanté de golpe del sofá y fui hasta la habitación que compartía con Harry no había entrado ahí desde la vez pasada. Cerré la puerta y me senté sobre la cama, deje que los miles de momentos que había pasado aquí con él se apoderaren de mi mente.

Él conmigo, él dentro de mi, él abrazandome, él basándome, él haciéndome sentir única, él haciéndome el amor, él haciéndome feliz, él mirándome por las mañanas... sólo él.

Sin pensarlo más tiempo salí de la habitación, tomé mi chaqueta, mis llaves y mi celular y salí del departamento. No se exactamente que voy a hacer, no se a ciencia cierta lo que pasará pero no me importa, quiero verlo y quiero que sea mío una vez más, así sea la última vez. Iba decidida nada ni nadie podía detenerme. En cuanto salí del edificio tomé el primer taxi que pasaba por la calle, le dije la dirección a la que quería ir y me clave en mis pensamientos.

Literalmente iba tan metída en mis asuntos, que volví a la realidad cuando el taxista se detuvo en un callejón oscuro y bajo del auto, no estábamos ni cerca del edificio de Harry y el pánico se apoderó de mi. Cuando reaccione fue demasiado tarde.

El sujeto abrió la puerta y entró a la parte trasera donde yo estaba dejándose ir encima de mi, miedo e impotencia me invadieron en ese momento, gritos desesperados salían de mi pero nadie parecía escucharme, el tipo acariciaba mis pechos y mi entrepierna de una forma salvaje y brusca mientras besaba mi cuello, el asco y la repulsión hicieron presencia, intentaba forcejear y safarme de el pero el reducido espacio lo hacía muy difícil. El tipo me apretaba con fuerza y podía sentir sus asquerosas uñas rasgando mi piel.

-¡QUÉDATE QUIETA MALDITA ZORRA!.- escupió e impacto su pesada mano sobre mi cara.

De inmediato pude sentir la sangre en mi boca, si golpe había provocado que mordiera mis labios. Pero no me di por vencida, no está vez, no una vez más, seguí luchando para safarme de él, en un intento desesperado el tipo jalo de mi blusa rompiendola, dejando al descubierto gran parte de mis pechos, por fortuna no rompio mi sostén.

En un movimiento ágil le di un rodillaso en su entrepierna haciendo que él se alejara de mi, aproveché ese momento para salir por la puerta del otro lado y comencé a correr sin destino alguno, sólo corría lo más rápido que mis piernas podían correr, podía escuchar que gritaba maldiciones a mis espaldas pero no me detuve en ningún momento.

Realmente no se cuanto tiempo llevo corriendo, pero se que a sido demasiado, lo se porque mis piernas queman y las plantas de mis pies duelen. Disminui la velocidad y mire hacia atrás sólo para asegurarme que nadie venía siguiendome. El alivio invadió mi sistema al confirmarlo.

Caminaba a paso rápido, mis piernas temblaban, estaba exhausta pero no podía detenerme, necesitaba llamar a alguien pero mi celular se cayó en El maldito taxi, sólo se salvaron mis llaves y eso porque se atoraron en mi chaqueta. Llegué hasta un SevenEleven y entre rápido al lugar el encargado al verme hizo una enorme cara de preocupación.

-¿Señorita está bien?.-me miró angustiado.

-Necesito un teléfono por favor.-dije entre sollozos.

El señor no lo pensó dos veces mi me prestó el teléfono local. Ni siquiera lo pensé y el primer número que me vino a la mente fue el de Harry y lo marqué. Contesta, por favor contesta...

-Styles.-escuchar la voz ronca de Harry hizo que las lágrimas comenzarán a salir de mis ojos.

-H-Harry, soy yo Diana...-mi voz era quebradiza.

-¿QUIÉN? NO PUEDO ESCUCHARTE.-grito, entonces fue cuando me percaté de la música a todo volumen de fondo.

-¡SOY DIANA!.-grite desesperada.

-¡¿DIANA?! Mierda...-susurro lo último pero pude escucharlo.- NO CUELGUES ESPERA...-pude notar como el ruido se disminuía seguro salía a algún lugar para poder escucharme.- Ya, ¿Diana qué pasa?, ¿Estás bien?.- pregunto al escuchar mis sollozos.

-¡Harry...por favor ven por mi!.-no podía dejar de llorar estaba aterrada.

-¡Amor tranquila! ¡Dime donde estas iré a buscarte enseguida!.- su voz reflejaba preocupación y cuando dijo eso primero sentí como mi corazón dio un ligero brinco.

-Estoy en un SevenEleven por la zona sur...-solloce.

-Se donde es, tranquila mi niña estaré ahí.-sin esperar respuesta finalizó la llamada.

Mientras lo esperaba el encargado de la tienda me dio agua y para enjugar la sangre de mi boca. Después de algunos minutos, pude ver el auto de Harry estacionarse de golpe fuera de la tienda. Bajo de su auto y en cuanto me vio corrió a abrazarme y por primera vez en mucho tiempo todas mis piezas se juntaron.

GANSTER- Segunda Temporada Where stories live. Discover now