☁Pedacito de cielo☁

3.2K 406 48
                                    


Escuché el sonido del agua de la ducha corriendo y un canto suave, la hermosa voz de SeokJin inundaba el ambiente y yo sonreí como un bobo enamorado contra la almohada, pude sentir el frío contra la piel de mi espalda desnuda, sin embargo todavía mis músculos se negaban si quiera a acurrucarme entre las sabanas, quise mirar el reloj creyendo que era muy tarde pero en la ventana aun podía notar que era muy temprano, la luz del sol apenas y comenzaba a aparecer, era apenas una línea morado claro sobre el horizonte y había unas muy pocas estrellas que estaban comenzando a desaparecer. Cerré mis ojos disfrutando de la voz de mi novio que me arrullaba con canciones que tanto le gustaban, sin darme cuenta caí en un estado de semi inconsciencia donde los sueños aparecían difuminados en mi mente. El frió de pronto desapareció y unas manos delicadas acariciaron mi frente y quitaron los mechones traviesos y desordenados que se empeñaban en ocultar mis ojos, mis parpados revolotearon unos segundos queriendo abrirse, había estado muy cansado después de regresar de la gira y seguir trabajando en casa, ahora se me dificultaba despertar.-Cielo, debo irme a trabajar demasiado temprano hoy-. Mientras yo trataba de despabilarme, SeokJin se acercó y sus labios gruesos se posaron en mi frente un segundo en un acto lleno de ternura, sentí la calidez fluir por mi cuerpo, cuando la suave caricia terminó subió aún más la sabana en mi cuerpo y pude verlo atentamente, ya estaba impecablemente vestido e incluso su cabello estaba perfectamente arreglado, se veía como un ángel y casi pude haber creído que era producto de mis sueños más hermosos, pero no, Kim SeokJin era real y perfecto.

Sentado en el borde de la cama siguió acariciando mi cabello, se notaba que no tenía ganas de irse a trabajar pues hasta hace poco habíamos estado abrazados y acurrucados compartiendo la calidez entre sueños, sin embargo mi chico era muy responsable.-Vuelve pronto a casa-. Le susurré con la voz grave y sin soltar mi mirada de la suya, se acercó nuevamente al punto en que sus labios apenas rozaron los míos.- Te amo-. Sus dulces palabras aceleraron mi corazón como si fuese la primera vez que las hubiese escuchado, eliminé la casi nula distancia y deslicé mis labios en los suyos en un beso delicado y llenó de todos los sentimientos que fluían por mi cuerpo, las yemas de sus dedos se posaron en mi mejilla con suavidad y el beso se profundizó solo un poco alargándose hasta que la respiración hizo en falta y nos quedamos recuperando el oxígeno a milímetros de distancia.-Te amo...mucho-. Le susurré dejando montones de toquecitos pequeños y suaves en sus labios. Con una sonrisa traviesa y algunas cuantas caricias más, SeokJin se fue al trabajo dejándome en la cama con el dulce sabor de sus labios en los míos.

Apenas escuché la puerta de la habitación abrirse y mis sentidos se pusieron alerta sabiendo que no podía ser nadie más que mi hijo, el sol filtrándose tras las cortinas me indicó que ya hace algunas horas que SeokJin se había ido y el susurró de los piecitos enfundados en calcetitas de mi hijo me dejó saber que se aproximaba a la cama y trataba de subirse a ella. Pude sentir el poco peso de mi hijo cuando finalmente se acurrucó cerca de mí, era sábado y los dos podíamos tener por fin un momento de padre e hijo, abrí mis ojos de nuevo mirando a mi niño, su cabello negro y desordenado caía sobre su frente mientras lo demás estaba cubierto por el gorrito de su pijama de tigre con las dos pequeñas orejitas sobre su cabeza y el entero con rayitas de tigre cubriendo su cuerpo, mi niño con ojos entrecerrados mantenía un puchero en su boquita hinchada por el sueño, me acerqué a él queriendo acurrucarlo, lo había extrañado tanto que ninguna cantidad de tiempo a su lado me parecía suficiente. HyunDae estaba hirviendo en fiebre y lo noté cuando mis brazos rodearon su cuerpo, inmediatamente me senté en la cama y lo revisé, ahora que estaba más despierto pude notar como su piel estaba ligeramente enrojecida y como una de sus manitas se posaba en su estómago.- ¿Bebé, te sientes mal?-. Dae asintió con su cabecita y haciendo más notable el puchero de sus labios, su voz salió muy baja cuando me respondió.- Papi me duele la pancita-. Necesitaba bajarle la fiebre cuanto antes, me levanté muy rápido y lo tomé en brazos para llevarlo al baño.- príncipe, hace frío pero tienes mucha fiebre, tienes que bañarte, ¿sí?-. Negó con los ojitos brillosos, se notaba que mi niño no se sentía bien pero necesitaba bajarle la fiebre para empezar. Llegando al baño le quité su pijama y abrí el agua de la ducha dejándola primero tibia, en cuanto estuvimos debajo del agua Dae comenzó a llorar con sollozos bajitos y a mí se me partía el corazón de que mi bebé estuviese pasando por esto, podía ver como sus pequeñas lagrimas se fundían con las gotitas de la ducha, me senté con él en mi regazo acurrucándolo y yo le susurraba un montón de palabras para que se tranquilizara, diciéndole lo mucho que le amaba y que debía ponerse sano pronto para que fuésemos a la playa. Bajé la temperatura del agua de a poco, cada vez era más fría y necesaria para bajar la fiebre, el cabello negro y lacio se le pegaba en la frente con el agua de la regadera y sus manitas cerradas en puños se agarraban de mi pecho.

What am i to you? [NamJin]Onde histórias criam vida. Descubra agora