Brooke ↠ C.A

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SIX: FIRST WARNING

Brooke estaba tan confundida, no recordaba la mayoría de lo que había pasado en su oficina. Pero de lo que sí estaba segura es, que aquel sentimiento que tenía en su pecho no era nada bueno. Aquella mujer, esa bruja malvada, le advirtió que no se entrometiera y luego estaba aquel chico del hospital que, por lo visto; sólo ella había podido ver. Se le hizo tan misterioso, con aquellos tatuajes que no sabía qué significaban y aquel semblante que el chico, ¿cómo se llamaba? ¿Alex?, se cargaba. Muchas cosas en él la hicieron sentirse intrigada y atraída hacia su persona, una conexión que no estaba muy segura de poder explicar.

También se había visto a sí misma, o más bien a su ancestro, ella era su doble, copia o doppelgänger. Da igual, al fin de cuentas era lo mismo. En realidad Brooke no entendía muchas cosas, si aquella muchacha Bernadette era su ancestro no sabía el porqué, no es como si de pequeña hubiera tenido la oportunidad de indagar en su pasado. Junto con su hermana, estaban más preocupadas en su presente como para fijarse en algo que ya no tenía caso rescatar. Pero en estos momento era lo que más quería hacer, saber acerca de su familia, saber acerca de ella misma.

Tenía una sensación inexplicable en el pecho, no entendía porqué. Tal vez sea factura de todo lo acontecido anteriormente, las voces, el esfuerzo con la sanación de Pietro, la discusión y ataque de Ireena. Era probable que todo aquello haya acumulado un en estrés en ella, como si fuera una pequeña bola de nieve rodando desde la punta de una montaña, incrementando su tamaño con cada segundo que pasaba. Y así se sentía, como si fuera algo pequeño pero que poco a poco se iba convirtiendo en algo más grande y fuerte.

Los muertos le hablan y le dicen cosas que no le dan nada bueno que pensar.

Le estaban dando la primera advertencia.

[....]

La mayor de las Romanoff se encontraba con los nervios de punta, todo este asunto de brujas, demonios y magia ligado a su hermana estaba sobrepasándola. Natalia querría hacer todo por su hermana pequeña, pero no sabía cómo. El hecho de solo pensar en perderla le calaba los huesos, era su nena, y él único recuerdo bueno antes de entrar a la KGB que tenía. Simplemente no podía aceptar que su hermanita ya era mayor y que ahora corría riesgo ante el nuevo enemigo que enfrentaban. Pero que sin embargo la necesitaban para poder vencer.

Por otro lado estaba el soldado Barnes, aquel hombre que la hacía sentir nerviosa, realmente quería evadir ese sentimiento, temiendo salir lastimada como años atrás con Banner, aunque ahora estaban en buenos términos, no quería tener que volver a sentirse vulnerable.

Pero lo que ella no sabía es que aquello estaba destinado a suceder, no podemos escapar del amor, aveces por miedo nos alejamos de la verdadera felicidad solo por no salir de nuestra zona de confort. Queremos estar dentro de una burbuja en donde nada ni nadie pueda dañarnos, en donde podamos estar seguros de nosotros mismos.

Lo supo en el momento en que lo vio, quererlo iba a dolerle de verdad. Pero al volver a mirarlo comprendió que quería estar junto a él hasta el final. No lo podía evitar, las miradas tan profundas y significativas que el soldado le otorgaba a la espía eran intensas, se sentía como si él pudiera ver a través de ella y conocer todos sus secretos. ¿Cómo debía hacer para olvidarle? Intentó alejarse, pero entre más lo hacía, más se aferraba a su recuerdo. Era un martirio, ni siquiera era suyo y ya lo quería como tal.

Brooke le había hablado de almas gemelas, teorías de hilos rojos y personas destinadas a estar. Pero creía que todo esto era un disparate en el cual no estaba dispuesta a participar.

Pero al parecer estaba totalmente equivocada. Después de todo, al corazón no se le puede mandar. Y el corazón quiere amar donde anhela estar.