Capítulo 21.

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William estaba recargado en la pared, Marie limpiaba el rostro de él con un pedazo de gasa, pero él giraba la cara cada que ella acercaba la mano.

—Estoy bien —le dijo por tercera vez.

—Tu rostro está sucio, sólo quiero limpiarte la sangre.

—Pero a mi no me molesta —replicó, ella retiró la mano, bajó la vista —Lo siento.

—Supongo que no importa.

—¿Quieres decirme qué es lo que haces aquí? —le preguntó William al cabo de un rato —Creí haberte dicho que te fueras de la casa.

—Yo no podía-

—Me mentiste y en algo grave, hubiera sido mejor que me dijeras que salías con otro, me preocuparía menos ¿Sabes? —le dijo, molesto.

—¿Salir con alguien..? —movió la cabeza a ambos lados —No podía dejar la casa sola, debía de estar ahí.

—¿Por qué? ¡Estuviste a punto de perder la vida! ¡Ese hombre no es bueno, te diste cuenta!

—¡Pues lamento mucho haber querido proteger a mi abuelo! —le dijo casi a gritos.

La respuesta sorprendió a William, no sabía que tenía que ver la familia de ella con lo que sucedía.

—Espera ¿Qué? ¿Tu abuelo?

La pelirroja suspiró, resignada,

—¿De dónde crees que saqué todas esas bombas y el mapa de este lugar?... Mi abuelo trabajó aquí antes.

—¿Tu abuelo? ¿Trabajó aquí?

—Si, él fue quién se llevó planos, bombas, armas de todo tipo y estos auriculares —con un dedo señaló el pequeño aparato que ambos llevaban en el oído —Por eso debía proteger la casa.

—Pero ya no tiene nada que ver con el laboratorio, eso no quita el hecho de que te quedaras ahí cuando te dije con anticipación que huyeras.

—¡Ah, en serio! —se levantó del suelo —¡Tú no entiendes! ¿Verdad?

—¡La que no entiende eres tú! —replicó, enojado —¿No ves que estando aquí sólo eres un estorbo?

Marie se quedó perpleja ante lo que le había dicho. No creía que esas palabras habían salido de la boca de William, quién se dio cuenta del error que había cometido.

—No, yo no quise.. —empezó.

—Muy tarde —negó varias veces —Me hubieras dicho eso desde un principio.

—¿Que quieres decir?

—Que si lo hubieras hecho, no te habría ayudado y no estaría aquí, siendo un estorbo —enfatizó la última palabra.

—Oye, eso que dije fue...

—Ya —le hizo seña que guardara silencio con la mano —No quiero oír más sobre eso, mejor dime ¿Hacia dónde vamos? Tenemos que encontrar a Alba y Daniel ¿No? Pues vamos.

Había algo que le estaba picando desde que se encontró con el científico, algo que no lo dejaba en paz, así que, con miedo y temiendo por la decisión que había tomado, decidió hablar.


—Marie —le habló, giró el rostro por sobre su hombro, para verla —Necesito hablar contigo.

Para no verla, se levantó del suelo y se fue en dirección a su mochila, revisó las cosas sólo para perder el tiempo.

En Busca del Quinto Elemento Pt.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora