Las palabras tienen vida propia / Taeyong y tú

UNOS MOLESTOS CAMBIOS DE HUMOR #47

Taeyong se puso de pie muy rápidamente y caminó hacia la puerta, suspiró muy rápidamente y miró a Doyoung que reía como loco. Su posición daba a entender que nos sabía que hacer con él mismo, no sabía que decir. No era muy distinto a mi posición.

          —¿De qué te ríes tú?

          —Ja, ja, ja es que ja, ja, ja, ja hubieras visja, ja visto tu cara ¡ay dios! ja, ja, ja —río Doyoung

          —ña ña ña hibiris visti ti cara ña ña —se burló Taeyong, poniendo caras graciosas

          —¡Ay! no pongas esas caras... te ves feo—comentó Doyoung. Taeyong suspiró una vez más y salió de la habitación a pasos fuertes y sonoros. Doyoung me miró y comenzó a sonreír.

          —Creo que no fue una buena idea —me lamenté

          —Para mí fue la mejor broma del mundo, nunca había visto a Taeyong tan... ¿asustado?... si es que es ésa la palabra correcta

          —De todas maneras, no sé... creo que se molestó

          —Se molestó, si, pero porque estaba preocupado por ti y tú lo descubriste

          —¿De quién hablan? —Haechan estaba asomado en la puerta hacia donde estaba yo, aún acostaba en la cama de Doyoung

          —¿Otra vez tú?... olvidé cerrar la puerta —se molestó Doyoung

          —¿Qué te pasó Noona?... ¿te sientes mal?

          —Solo esta cansada... dejemosla en paz —Doyoung se dio media vuelta y sacó a la fuerza a Haechan de la habitación pero antes de salir detrás de Haechan, Doyoung me miró dentro de la habitación y dijo "ya vuelvo, descansa si puedes".

Ni que lo hubiera dicho, mi corazón latía muy rápidamente y pensé seriamente en como se suponía que podría descansar en esa habitación. Uno, Taeyong andaba rondando por ahí, dos, Taeyong estaba cerca por lo que podría entrar en cualquier momento y tres, no podía olvidar el tenerlo tan, tan pero tan cerca, el sentimiento del calor que transmitía en ese momento se sentía aún en mi piel. Me quedé como estaba, en ningún momento me moví de la cama de Doyoung, mi cuerpo tenía tanta flojera que no quise moverlo, me quedé mirando la puerta y de un momento a otro todo se volvió negro. Pestañeé rápidamente y abrí los ojos, enfoqué mi mirada y miré la cama de enfrente, allí estaba Mark recostado con el portátil en las piernas. El chico tecleaba rápidamente, estaba sumamente concentrado en algo. Pestañeé de nuevo, aún no recordaba que estaba acostada en la cama de Doyoung.

          —Oh... despertaste Noona —se sorprendió Mark. Me senté rápidamente en la cama y bostecé, sentía el cuerpo liviano pero de pronto recordé lo que Mark me había dicho.

          —Dijiste... ¿despertar?

          —Si... bueno, cuando llegué estabas durmiendo

          —¿Durmiendo?... ¿aquí?... pensé que había pestañeado solamente

          —Bueno... a pasado más de media hora desde que llegué —rió Mark