No digas groserías l.s

✿n i n e t e e n✿

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Todo había comenzado como un juego de niños, tal vez algo pasajero, pero que se fortaleció y que con el tiempo se convirtió en dos niños que sin saber nada del amor ya habían hecho grandes promesas.

«Harry siete, Louis nueve.»

ㅡ¡Laih!, ¡Laih!.ㅡ chillaba un niño de rizos con una mano en la boca y saliva escurriendole por la barbilla, tratando de llamar la atención de un ojiazul leyendo.

ㅡ¿Qué pasa, ricitos?, creí que ya habias aprendido a pronunciar bien las palabras.ㅡ río ante su pequeña broma sin despegar la vista de su revista de autos.

ㅡEh mi denteh.ㅡ por alguna razón esa forma de hablar del rizado le recordaba a el cangrejo en la pelicúla de la sirenita.

ㅡNo entiendo lo que dices hombre, explicate.ㅡ sus ojos añiles se alejarón un momento de la revista para ver a Harry, quien ya tenia saliva roja en su barbilla. ㅡMierda, Hazz, se te cayó el diente, ¿por qué no me lo dijiste antes?.

Se levanto corriendo para examinar la boca de el menor; efectivamente, su diente ya no estaba donde debería, ahora flotaba en un charco de saliva.
Lo sacó poniendolo en la mano de Harry y le dio un vaso que estaba un mueble para que escupiera.

Entonces Louis con su más seria y profunda voz, dijo:

ㅡHazzie, sigue saliendo sangre de tu boca... se te van a salir las tripas.ㅡ tapo su boca tratando de reprimir una carcajada viendo la reacción de su amigo.

Un par de ojos verdes comenzarón a ponerse rojos, y después de unos segundos las lágrimas comenzarón a caer.

ㅡLou, n-no quiero que se me salgan las tripas.ㅡ sorbió su nariz, aun llorando mientras el otro niño no paraba de reír.

ㅡHazzie, no seas estúpido, eso no puede pasar.ㅡ hablo con trabajo mientras seguía riendo.

ㅡNo puedo creer qur seas tan malo.ㅡ seco sus ojos rojos.

ㅡSoy Louis Tomlinson.ㅡ se encogío de hombros.

ㅡEres un... un... ¡un cabeza de popó!, un tonto, un niño muy tonto.ㅡ Louis río bajo, sabía que su amigo estaba enojado.

Porque el que insultaba la mayoría del tiempo era Louis, el señor sarcasmo era Louis, el rey de todas las peleas era Louis; y Harry solo era Harry. Una cosita chiquita y adorable que no lástimaba ni a una mosca.

Por eso Louis sabía que Harry estaba enfadado.

ㅡTienes razón, Hazzie, ¿me perdonas?.ㅡ pero apesar de todo lo que Louis era también sabía lo que hacia mal.

ㅡClaro tonto.ㅡ sonrío el de orbes esmeralda, para acercarse a su amigo y abrazarlo.

ㅡGracias.ㅡ sostuvo a el menor en sus brazos, él aun seguía teniendo ese característico olor a bebé que tanto le gustaba.

ㅡTe quiero, tonto.

ㅡY yo a ti, tonto.

«Harry nueve, Louis once.»

Louis había notado que Harry llevaba dando vueltas por toda la casa desde la tarde que llego, parecía nervioso, como si quisiera decír algo pero no pudiera. Él sabía que su amigo no estaba bien desde el momento en que empezo a ignorarlo, y no iba a quedarse con la duda, él quería ayudarlo.