Creando explosiones | #BakuMomoWeek

Día 1

Tras tocar dos veces la puerta de aquella habitación dio un paso atrás y sus manos fueron a encontrarse detrás de su espalda. Suspiró lista para lo que viniese, sabía del temperamento de Bakugou Katsuki y tener que lidiar con él no era su pasatiempo favorito.

—¿Quién mierda es? —la voz grosera de Bakugou se escuchó del otro lado.

—Bakugou-san, lamento molestarlo, he traído las asignaciones de tareas que perdió ayer cuando enfermó y no pudo presentarse a clases. Por favor abra la puerta.

—No se me da la puta gana de abrir cola de caballo, ahora vete, estás fastidiando. —gritó, Momo no pudo evitar sentirse mal por unos momentos, apoyó su mano sobre la puerta, deseando poder traspasarla. Bakugou tenía algo que le llamaba la atención, además de su temperamento, muy en el fondo creía que tal vez y sólo tal vez el rubio no era tan malo después de todo, sólo le hacía falta modales y aprender a respetar a las personas.

—Por favor no sea así, le estoy haciendo el favor de darle las tareas para que esté al día, debería mostrar algo de amabilidad —respondió Yaoyorozu cerrando su mano por sobre la puerta, se sentía estúpida suplicando a un chico que la veía solamente como un fastidio. Katsuki bufó, su espalda se encontraba pegada a la puerta, para poder escuchar a la perfección cada palabra que emitía esa voz tan dulce, que, al mismo tiempo le parecía irritante por lo mismo. No soportaba a las mujeres con ese tono de voz y tampoco comprendía como ella, alguien con temperamento tan suave, podía seguir insistiendo después de haber recibido un trato tan malo de su parte.

—Muérete.

Le tembló el labio por un segundo, luego suspiró resignada dejando en el suelo aquella carpeta, él no abriría la puerta estando ella allí así que no había caso seguir insistiendo. Cuando escuchó los pasos alejarse lentamente abrió la puerta encontrándose con un pasillo vacío, miró el lugar donde posiblemente ella estuvo rogándole y casi podía imaginarla, con el cabello finamente suelto con mechones escabulléndose por sus hombros, con la mirada de una chica que no ha demostrado miedo debido a su carácter, todavía la imaginaba allí diciendo su nombre y por poco tiempo se regañó mentalmente por haberla tratado tan mal, pero lo hecho, hecho estaba. Recogió la carpeta y nuevamente entró a su habitación.

Llegó hasta su escritorio donde reposaban sus pertenencias y esparció sin ningún cuidado las páginas viendo como una nota bailaba en el aire hasta caer en el suelo, levantó una ceja incrédulo, la nota era demasiado pequeña para ser una tarea entonces se agachó y tomándola entre sus dedos pudo ver la inscripción que contenía: Espero de corazón que mejore, Bakugou-san. Involuntariamente una pequeña sonrisa se asomó por su boca.

—Estúpida cola de caballo.

N/A: Me cuesta creer que estoy escribiendo BakuMomo khgfd, bueno, esperó que disfruten de estos cortitos 💕💖