#3: Lago Oscuro

14: Desaparición

Eran dos días después de la confesión de Estrella Sombreada y Corazón de Castaña a sus hijos. La guerrera crema entró a la guarida de Nube Sombría, la curandera del Clan de la Sombra. Había poca luz, el sol todavía no había salido. Corazón de Castaña se había despertado con nauseas y un fuerte dolor de barriga.

-Oh, eres tú.-gruñó la gata gris al ver a Corazón de Castaña.

Corazón de Castaña le explicó a Nube Sombría la razón de su visita. La curandera se agachó y tocó el estómago de la gata con una zarpa. Luego puso su cabeza junto a su lomo. Al terminar, sus ojos estaban desorbitados y sus orejas tenían un pequeño tic.

-Corazón de Castaña, estás esperando más cachorros.-comunicó.

-Eh...¿por qué estás tan asustada? ¿Acaso sabes...?-empezó a interrogar Corazón de Castaña.

-Son de Estrella Sombreada. Estos y tu primera camada.-maulló Nube Sombría.

El líder del Clan de la Sombra irrumpió velozmente en el lugar, levantando arena del suelo.

-Corazón de Castaña, qué bueno que estás aquí.-suspiró Estrella Sombreada, pegando su hocico con el de la gata crema.

-¡Aléjate de mí!-bufó Corazón de Castaña, consciente de la mirada penetrante de Nube Sombría.

-Sí, perdón. Eh...te odio.-murmuró vacilante el líder, observando a Nube Sombría por momentos.

-No tienen que actuar como si se aborrecieran, ¿saben? Yo sé su secreto.

-Espera, ¡¿qué...!?-exclamó el macho gris.

-No es momento para eso. Estrella Sombreada, ¿ocurre algo malo?-preguntó Corazón de Castaña, agitando su cola.

-Bueno, pues sí. Cereza y Zarpa de Lavanda han desaparecido.

Corazón de Castaña sintió desesperación y enfado adueñarse de su cuerpo. Cereza no se había tomado la revelación de los dos gatos muy bien. No le gustaba la idea de ser hija de Estrella Sombreada, al parecer. Ahora había llevado a Zarpa de Lavanda por el mismo camino.