➴ capítulo cuatro

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Desperté en un sillón desconocido, quise levantarme pero los dolores en mi estómago me lo impedían, sentí trapos húmedos en mi frente y un gusto a sangre horrible en mi boca. Estaba completamente sin fuerzas, mis ojos se encontraban hinchados como consecuencia mi campo de visión era casi nula.

El sillón en el que me encontraba era de un tono gris, el suelo de aquella habitación era una madera oscura, había partes del suelo en donde ni siquiera había madera, las paredes eran de un color blanco sucio. Mi instinto gritaba que tenía que salir de allí, estaba en la casa de una persona desconocida, pero mi cuerpo me lo impedía, por cada movimiento que yo quisiese hacer mi boca soltaba un quejido de dolor.

— ¡Cariño qué crees que haces! — Exclamó una voz femenina. La reconocí al instante, era la voz que me había salvado de las arpías. Mi cuerpo se relajó al saber que estaba en sus manos, ella me ayudó. No veía motivo para no confiar en ella, al menos en este momento. — Quédate tranquila, tienes que descansar. Estás en buenas manos ¿entiendes? Cuando estés mejor podrás levantarte y llamaremos a tu familia para que sepas que estás bien. Descansa.

Maldecía por mis adentros, no tenía fuerzas ni siquiera para hablar. Escuché muy cerca mío como una puerta se abría, dejando entrar el viento del exterior y los sonidos de los vehículos de la calle. ¿Qué hora era?

— ¡Estoy en casa! — Una voz gruesa se escuchó por toda la habitación, me estremecí al escucharla. Era Taehyung, ¿esta era su casa?

Como si fuese un impulso, me levanté rápidamente haciendo que todo mi cuerpo doliera, solté un grito de dolor, mi cabeza dio mil vueltas, había logrado quedarme sentada. Sentía palpitaciones en casi todos los lugares que me habían lastimado, quería romper en llanto ahí mismo por los dolores que sentía pero no lo hice.

— ¿Quién mierda? — Sentía como los pasos se acercaban detrás mío, hasta que por fin, un Taehyung con cara confundida se encontraba al lado mío, mirándome sorprendido. — ¿Sook? ¡Qué mierda te pasó!

Y no aguanté. Simplemente comencé a llorar sin controlarme, cerré mis ojos. Los golpes se sentían insignificantes comparados al dolor que sentía por dentro. Me sobresalté al sentir los brazos del castaño en mi espalda, empujó suavemente hacia su lado, envolviéndome en un abrazo.

— Ya pasó, estoy aquí, nadie va a hacerte daño. — Susurró en mi oído.— No debí ignorarte esta mañana, debí estar contigo, debí haberte hablado, lo siento tanto.

Llorar hacía que mi estómago doliera, pero no me importaba, no podía parar de todas formas. Lloraba de dolor, lloraba por el dolor que sentía dentro mío, por el daño físico y por haberme dejado golpear por ellas, por haberme sentido intimidada, por no haberme defendido. Pero yo me lo había buscado, me lo merecía ¿verdad?

— Lo siento, perdóname por haberte dicho que no quería ser tu amiga. Si quiero, Kim Taehyung.— Dije en un hilo de voz. Escuché su risa, una risa suave y delicada.

— Estás llena de moretones ¿y te preocupas por eso? — Me preguntó. Desarmó el abrazo y por un segundo me sentí desprotegida, quería seguir en sus brazos. Sus manos fueron hasta mi cara, movió mi rostro haciendo que lo mirara fijamente a sus ojos café.

Una sensación de nervios corrió por mis venas, estábamos lo suficiente cerca como para que yo pudiera sentir su respiración, nunca había estado así de cerca con algún chico. No había dado mi primer beso todavía, era una patética con todas las letras.

— Olvida eso, ¿de acuerdo? Seamos amigos, los mejores amigos. Destruyamos todo aquel que intente hacernos mal, destruyamos todo lo que intente herir al otro ¿estás bien con eso, So?

No sé qué es lo que sentía en este momento, si felicidad, ternura o tristeza, tal vez todo junto. Aquellas palabras hicieron que tuviera una paz mental, es muy difícil de explicar, no me sentía relajada físicamente, sentía mi mente tranquila, en paz.

— No te vayas, Taehyung, por favor. — Le supliqué.

— ¿A dónde más iría? Es mi casa. — Me contestó burlonamente, sonreí ante su comentario. Nos quedamos en silencio varios minutos, no era un silencio incómodo. Es más, me sentía bastante cómoda con él.— Dime Tae. —Sonreí. Tenía un amigo al fin y al cabo. No estaba tan sola como creía. Tae está a mi lado ahora.

No sé cuántos minutos habrán pasado de nuestra conversación, ni mucho menos sé que hora es, pero sabía que era demasiado tarde ya que no había luz del sol, comenzaba a preocuparme ya que mi padre llegaba de trabajar a estas horas y si no me encontraba en casa estallaría una bomba. Mi padre luego de arreglar nuestra relación se volvió un progenitor demasiado protector, no dejaba que saliese sola a la calle y mucho menos de noche, aunque, eso no era demasiado problema teniéndome a mí de hija. No salía nunca de casa.

— Cariño...— La voz de la mujer se hizo presente en la habitación.— ¡Oh! ¿Ya se conocían?

Giré mi cuello para poder verla mejor, era la señora de esta mañana quien estaba conduciendo el vehículo el cual Tae se había bajado, supuse que era la mamá ya que no parecía de más edad.

— Ella es mi amiga, Hoon Sook. —Mi nuevo amigo me presentó a la señora parada en frente de nosotros. Intenté hacer una reverencia pero fracasé en el intento, el dolor era demasiado.

— Linda, está bien. Recuéstate. —Asentí con la cabeza, Taehyung me ayudó para que pudiera recostarme lentamente sin que yo haga mucho esfuerzo. — ¿Tienes el celular de tu padre para que pudiera avisarle que estás aquí?—Definitivamente no. Mi padre no puede verme de esta forma de ninguna manera, iría a buscar a Sunhee o llamaría a la policía, sólo traería más problemas. Más de lo que ya tenía. —¿Cariño? ¿Estás escuchando?

— ¡No!— Exclamé fuertemente haciendo que la señora y Tae pegaran un brinco por mi repentina reacción.—Él no puede verme de esta forma, se preocuparía demasiado, él viene tarde del trabajo, tiene mucha presión. No quiero traerle problemas.— Respondí sinceramente.

La mujer asintió levemente, como si estuviese pensando en una solución.

— De todas formas, muchas gracias señora. No puedo quedarme aquí por más tiempo, no quiero ser una molestia.

Taehyung se levantó indignado.

— ¿Qué dices? ¡Mira como estás! ¿Cómo puedes decir que eres una molestia? Cuidaremos de ti hasta que te encuentres bien.— Sonreí ante su gesto de amabilidad. — Ella es mi tía, Jung Hiere.

— ¡Oh! Creí que era tu madre, se ven bastante parecidos a decir verdad.

Hiere rió nerviosamente, miró a sus manos que ambas se encontraban entrelazadas jugando con sus dedos.

— No... verás ella está— Hiere iba a continuar hablando pero Taehyung la interrumpió.

— ¡De vacaciones! Está de vacaciones.

Nadie volvió a decir una palabra, lo que ahora sí era un silencio demasiado incómodo. Hiere miraba a Taehyung con una expresión confusa, y yo no era tonta. Sabía que Tae estaba mintiendo por la forma en la que interrumpió a su tía y por las expresiones que ella hizo al escuchar a su sobrino, pero no iba a indagar en el tema, ya que no era mi problema.

— Puedes quedarte esta noche aquí. —Dijo Taehyung, tranquilo y pacífico. Su tía asintió, estando de acuerdo con aquella idea. Lo pensé un par de segundos pero finalmente acepté, era eso o dormir una noche entera en una zona desconocida y sola.

「 Broken souls」➴kim taehyung ↬ #KpopAwardsWattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora