UNICO TESTIGO

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ÚNICO TESTIGO

Parpadeos inútiles
al intentar distinguir con claridad
que es lo que está
frente a mis ojos.
Temblores de mis manos
y mí cuerpo
ante lo inesperado y repentino.
Una señal algo vaga e insulsa
pero que conmociona
hasta la más robusta estructura. ¿Cómo puede un mero espejismo sacudir y conmover cada sentido? ¿Cómo puede tan solo
un mínimo resquicio
convertirse en oxígeno y aire, transformándolo todo
en aliento frío y gélido?
¿Cómo puede el recuerdo
de palabras melodiosas
dibujar el canto de alguien
que está en llamas?
Amargo extravío de promesas
jamás cumplidas.
Lisonjas de mis labios
hechas dagas en la piel
y el corazón de un lobo
en interminable agonía.
Letras del pasado hoy,
corroídas pero indelebles,
noches ya sin desvelos
pero con lágrimas escurridizas
que no aceptan el olvido,
dejando a la luna
como único testigo.
Interrogantes, miles
que no pueden hacer
que se regrese
de lo que ya se ha escrito,
de la herida que nunca sana,
de la cicatriz en el alma
como prueba eterna
del daño que ya está hecho...

©Cintia Sanz

Letras al silencio Vol.1Where stories live. Discover now