𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐓𝐄𝐃 + JiRosé

XX

Chapter20:-

Tres semanas más tarde...

-Este bebé es muy sano.-dijo la mujer de bata mirando el monitor.-¿quieren escuchar el latido?-preguntó a la feliz pareja.

-Si.-ambos escuchaban atentos los latidos de ese pesadito de carne que estaba dentro de ella.
Pero algo les pareció curioso.-¿Que es eso?

-Si, yo también lo escuchó.-dijo el pelinegro. Este colocó una mano sobre el vientre a su lado izquierdo y otro latido se hizo mas fuerte.

-No puede ser... -murmuró la mujer. Rápidamente llevó el dispositivo al lado izquierdo del vientre y los tres escucharon atentos. No había duda... Eran dos latidos.
La doctora miro la pantalla y allí se veían los dos, eran dos bebés. Uno estaba tapando al otro con su cuerpo.
-Felicidades, tendrán gemelos.

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Meses después...

-¿Quieres saber el sexo de los bebés?

-Claro que sí.-insistió la rubia.-Tengo que hacer la bienvenida a los pequeños, y si colocó rosa y son niños, o azul y son niñas.

-Lisa, será sorpresa. No seas impaciente, en dos meses los conocerás.-hablo la morena.

-Yo también quiero un bebé.-murmuró la Tailandesa.

-A penas puedes con Jungkook y quieres otro bebé. Haz que maduré él primero.-la pelirroja apuntó al castaño que jugaba con su concentrada mente.

-¡Yah, Jeon Jungkook! Tengamos un hijo.-fue hasta el chico y le arrebató el móvil.

-¡Yah! ¡Perdiste el juicio!-exclamó éste pasándose una mano por el cabello corto.

Una pequeña discusión se formó entre bufos, quejas y pelear de quien tenía la razón. Realmente, ellos eran iguales en todo momento.

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-¿Estas preparada?-le preguntó mirándola con ternura.

-Tengo miedo.-pesé a que le habían colocado la epidural, y no sentía desde la mitad de su cuerpo hasta los pies, tenia terror a que sucediera algo mal.

-Yo estaré a tu lado, no debes de porque temer. Entendido.-ella asintió con la frente sudada y suspiraba por los nervios.

-Ya tenemos la sala de parto lista.-hablo una enferma llegando junto a otros enfermeros con una camilla.

-Suerte.-le dijo antes de besarla.-Te amo.-ella sonrió sonrojada.

-Yo también.

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Entró en silencio a la sala, y allí la vio. La mitad de su vientre hacia abajo era cubierto por una manta color verde.

-Tranquila.-le tomó la mano y acarició con cariño.-Todo saldrá bien.

-Si.

-Bien. La anestesia esta completa, comenzáremos con la operación.-habló él doctor a cargó.

-Esta bien, todo saldrá bien cariño.-le acarició la mano y la besó. Ella solo suspiró aterrada.