Capitulo XVII

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Él es Alexandrou Dimitri, y es Eduardo Romero 😍😍

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Él es Alexandrou Dimitri, y es Eduardo Romero 😍😍

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A pasado una semana y  Alexander aún no aparece. El muy maldito intento tomar el absoluto control de ese contrato, incluso cambio el nombre de la empresa bajo su nombre, hizo lo inimaginable: me traiciono. Cómo el contrato llevaba mi firma todo era legal, lo había hecho como si hubiese sido un traspaso.

Al parecer aquella noche que le entrego los papeles a Monique ya lo había planeado todo, aunque realmente no lo sé, ¿No se porqué lo hizo? yo le di toda mi confianza incluso la entrada a mi compañía cuando él no era nadie, incluso cuando su padre había renegado de él y se negó a seguir ayudándole, lo había dejado prácticamente en la calle. Cómo yo lo consideraba mi amigo le dí mi confianza total, teníamos casi veinte años de conocernos pero tal parece que ya no se puede uno fiar de nadie, ni siquiera de quienes consideras de tu familia. Realmente espero que él no tuviera nada que ver con el accidente de Monique
porque no sé qué sería capaz de hacerle. Le llamé varias veces pero me mandaba directo a buzón. Era un cobarde.

Aún no quería reaccionar de manera legal, sabía que le iría realmente mal por fraude, me encontraba sin saber que hacer, estaba en una encrucijada no podía dejar la compañía sola pero tampoco quería alejarme de Monique. Después de verme desesperado, Leonora me propuso quedarse con ella de las 12 hasta las 7 pm, yo no tenía opción, tenía que atender la compañía. Los primeros días fueron frustrantes, no dejaba de hablarle a Leonora para saber cómo estaba Monique, si había reaccionado o continuaba en coma, y es que aunque pareciera egoísta, yo quería... no, deseaba estar ahí cuando ella despertara, quería verla cuando abriera sus preciosos ojos grises.

Quería que supiera que en ningún momento le abandoné. Hoy he llegado un poco tarde por unos contratiempos en la empresa, me he llevado varias carpetas con posibles clientes. Llegando, Leonora me mandó al comedor, sabía que no había comido más que lo qué ella me ha traído temprano, cuando bajaba las escaleras escuché pasos tras de mí, al girarme ví que era Camila, realmente no me encontraba de humor para charlas en este momento. Pero algo raro pasó, ella solo se siguió sin siquiera mirarme, iba hablando por teléfono, se escuchaba un poco molesta, debo añadir. Y entonces me pongo a pensar que mi ego me juega malas pasadas, que tal vez ella realmente no me coquetea si no que simplemente esa es su forma de ser; alegre, efusiva, el que yo sea seco y serio no quiere decir que todos sean así. Sigo bajando los escalones pero Camila me lleva varía ventaja entonces alcanzo a escuchar su conversación ya que tiene bastante elevado su tono de voz.

—Te dije que no quiero saber nada más de tí, que me has lastimado como nadie lo ha hecho antes, ¡Me engañaste con mi hermana! ¡Eres un puto! Ojalá se te pudra y te juro que nunca te tendría ni un poco de lástima, tú y mi hermana se merecen, son iguales, ¿No sé cómo pudieron hacerme ésto? ¡Ambos son despreciables!

— ... —Se escuchaba una voz muy lejana, parecía estar gritando también.

—¿Qué? ¿que te perdone? ¿porque carajo te perdonaría? ¿acaso mi hermana ya te ha dejado? Yo no soy plato de segunda mesa Rodrigo. Sabías que te amaba y aún así lo hiciste, ¡Sabías que ya te había perdonado antes!

La fuerza del destino (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora