Capítulo 4.

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Louis POV.

—¡Harry! —solté aterrado—. ¿Qué te ha pasado? ¿Quién te ha hecho todo eso?

Su cara era un completo desastre. Tenía una horrible mancha púrpura en el pómulo izquierdo, el cual se veía realmente hinchado (igual que su labio), y su nariz tenía costras de sangre. Un accidente no fue.

—Hey, Lou —intentó sonreír— Uhm, estoy bien. He resbalado en la escuela y caí de cara, no te preocupes. No es nada grave…

Pero su cara decía lo contrario. Y su voz sonaba muy mal. Se escuchaba llorosa, como si escondiera algo, y sus ojos esmeraldas estaban enrojeciéndose y llenándose de saladas lágrimas.

—Claro, ahora dime la verdad —suspiré.

—Pero es la verd… —interrumpí.

—No nací ayer, Harry. Eso, obviamente, no fue un accidente.

Vi como suspiraba y bajaba la mirada, lo había pillado. Rascó nerviosamente su cuello y me miró, mostrándome como una lágrima ya había comenzado la carrera desde su lagrimal hasta su barbilla, para después perderse, quizá, en su camisa, o en el teclado. No sabía decirlo con exactitud.

—A la salida, cuando me mandaste los mensajes, me arrebataron el móvil —volvió a bajar la mirada y talló su ojo derecho—. Después, han leído los mensajes y… ellos te… te han llamado gay, y… —tragó saliva, lo escuché— lo he golpeado, él me dejó así.

Wow… Simplemente, wow. Harry había soportado una paliza de ese grado sólo por defenderme. Que chico más valiente. Yo era prácticamente un extraño para él.

Sentí como un calor aparecía en mi estómago, asfixiando a las mariposas que ahí se instalaban, que querían escapar del calor y revoleaban por mi garganta pero al darse cuenta que no había escapatoria volvían a mi estómago. Cerraban mi esófago, dejándome sin palabras… ni aire. Me sentí ridículo. No sabía cómo reaccionar a eso. ¿Él había hecho eso porque yo le gusto? ¿O acaso era una de esas personas que aún tenían un buen corazón y defendían a las personas?

—Lo… —tragué saliva silenciosamente y carraspeé— ¿Lo has hecho por mí? ¿En serio? ¿Me defendiste?

Subió la mirada y me regaló la mejor vista de toda mi existencia. Sus ojos aún brillaban por las lágrimas, pero eran encantadoramente verdes e hipnotizaban; su rostro había adquirido un tono rosado y la sombra de una sonrisa se asomaba por sus labios.

—Ajá —susurró tiernamente.

Era demasiado adorable, y eso me hacía enamorarme más y más de él a cada segundo.

—¿Por qué? —no pude esconder mi sonrisa.

Harry POV.

—Porque me gustas… —susurré realmente bajo, ni siquiera yo me había escuchado.

—¿Qué? —su mirada le delató, brillaba dando a entender que sí me había escuchado.

—Eso que escuchaste, bobo.

Mi rostro volvió a adoptar ese tono carmesí que tanto adquiría y tragué saliva. ¿Por qué me pasaba esto? Yo ya conocía el amor, y parecía una quinceañera hormonada que apenas había tenido su primera cita con un chico.

—Harry…

—Olvídalo, ¿sí? —sonreí falsamente— ¿Qué era eso que querías decirme?

Parecía que salía de un trance y su mirada me afocaba de nuevo. Serio. A veces me intimidaba su mirada, me veía así durante unos segundos y mágicamente me sentía más pequeño que una hormiga. La utilizó durante el fin de semana entero para darme a entender que era profesional en el arte de intimidar con la mirada. Y en verdad funcionaba. Pero a la vez hipnotizaba porque jamás en mi vida había visto unos ojos tan azules como de los que él era dueño.

Thank You, Internet // Larry Stylinson. (PAUSADA)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum