Capítulo 6.

148 11 4
                                    

—¡Mamá! —grité emocionado cuando la escuché cruzar la puerta.

—Harry, hola —me saludó con una sonrisa.

La llevé al comedor para poder contarle que Lou ya estaba aquí. Entre él y yo habíamos cocinado spaghettis y ensalada con pollo, pues era la comida favorita de mi madre.

Se sentó en una de las tres sillas y yo me senté frente a ella sin borrar la sonrisa en mi rostro. Noté que Lou salía del pasillo y le hice una señal para que esperara un momento, así podría preparar a mi madre y que no lo tomara con mucha sorpresa.

—Adivina quien está aquí —susurré.

—¿Quién? —me miró atentamente—. No quiero que sea ninguna tontería porque si n... —moví la mano de forma en que Lou me viera y caminó hacia nosotros.

—¡Señora Styles! —dijo con alegría.

Me miró confundida y asentí dandole la razón.

—¡Louis! —soltó feliz y se puso de pie para darle un fuerte abrazo.

Sin quererlo sonreí debido a la escena drente a mi; creo que lo que más quería en este momento era que mi madre y Lou se llevaran bien. Eso sería la mejor cosa del mundo.

Nos sentamos tranquilamente en el comedor y cenamos de forma pacífica. Mamá le preguntaba cosas como "¿Que estudias?" "¿Tienes algún trabajo?" "¿Cuál es tu materia preferida?". Me descubrí sonrojandome a cada pregunta que la única mujer en la mesa formulaba y cómo el castaño la respondía con una amable sonrisa y uno que otro extraño gesto. Al terminar, Louis se ofreció a lavar los platos; le miré de forma asesina e hice lo que él segundos antes quería hacer.

—Hum... —escuché la aguda voz de Lou y me giré a mirarlo—. Es un poco tarde, y debo ir al hotel. Creo que es hora de despedirme.

Esas palabras formaron un nudo en mi garganta el cual escondí y seguí mirándolo.

—¿Hotel? —me miró mi madre— Harry, que mal anfitrión. ¿Por qué no le dijiste que podía quedarse aquí? Eso es mala educación, yo no te eduqué así.

—Mamá, tranquila. Le rogué para que se quedara, y sólo me dijo "Ya he pagado el hotel" —lo imité con una sonrisa—. No es mi culpa.

—Exacto, señora Styles —la miró con amabilidad—, es sólo que no quiero ser una molestia.

 —¡Por favor, Louis! —replicó mi madre—. No eres ninguna molestia. Puedes quedarte aquí cuantas veces quieras.

—Es muy amable, señora Styles. Lo consideraré.

Lo acompañé a su auto y tuvimos una despedida algo larga. Le conté que mañana y el domingo tenía que trrabajar, y que estaría libre hasta la 1:30. Accedí a que hiciera la entrevista mañana saliendo del trabajo y él accedió a que lo invitara a comer después. Somos muy buenos negociando.

—Pues, Harry... —me miró—. ¿Quieres que pase por ti después del trabajo?

—Hm, si quieres. Igual puedo tomar el autobús.

—Una y treinta estoy afuera de la cafetería.

—Okay —sonreí ampliamente.

Nos miramos sin decir absolutamente nada. "Quizá deberíamos besarnos para romper la tensión", recordé la frase de The Simpsons pero automáticamente la deseché. Sólo besé su mejilla y esperé a que subiera a su auto; cuando lo hizo me despedí con la mano y entré a mi casa.

Mamá me miraba con una amplia sonrisa cuando la volteé a ver y no pude evitar soltar una risita nerviosa. Conocía ese gesto, y significaba que una persona en verdad le agradaba y no tenía intención de descansar hasta saber bastantes cosas sobre él o ella; así era mi madre. La quería muchísimo, pero a veces se pasaba.

—Así que... Llegó Louis —sonrió y asentí—. Cariño, se nota que le gustas.

—No lo sabemos, mamá —sonreí leve—. Sólo Lou lo sabe y no creo que quiera que alguien más lo sepa.

Acomodé los platos y cubiertos en su lugar correspondiente y, después de darle las buenas noches a mi madre, subí a mi habitación para descansar un rato. Hoy había sido el mejor día de mi vida, lo recordaría por siempre.

Louis POV.

Cuando llegué a la habitación del hotel dejé salir un leve suspiro de entre mis labios, recordando lo que hoy había pasado. Había conocido a Harry, por fin. Era más alto de lo que imaginé, sí; y también más lindo. Me mostró indirectamente sus debilidades y noté que odia estar solo, porque eso le da inseguridad.

Me puse a pensar en todas y cada una de las cosas con la que el rizado me había enamorado y noté que me faltaba tiempo para saberlas todas, porque con sólo respirar me enamoraba; adoraba como sus labios se entreabrían para dejar escapar el aire, o como sus fosas nasales se agrandaban al respirar profundamente, también estaban sus ojos después de mirar algo que le agradaba (como su programa de tv favorito) o algo parecido. Todo en él me había encantado desde el primer momento que lo vi, aun sí haya sido a través de una webcam.

Dejé la maleta sobre una mesita especial para eso y saqué mi pijama; caminé al baño y me di una relajante ducha en la cual duré diez minutos. Me puse el pijama y me lancé en la cómoda cama para ver tv un rato y después dormir tranquilamente al saber que ya conocía a Harry y mañana lo vería de nuevo. Sonreí inconscientemente. Harry me tenía en ls nubes.

Al día siguiente me desperté y troné mi espalda sintiendo como se relajaba; solté un bostezo de forma animal y caminé a la maleta y después al baño para darme una rápida ducha y después disfrutal de la hermosa ciudad de Holmes Chapel. Primero visitría la librería, la cual dicen que es interesante, y después iría al parque acuático Boundary. Tomé una gorra y bajé a la recepción del hotel para después ir al estacionamiento y subir a mi auto dispuesto a un buen rato de turismo.

En la librería deambulé unos cuantos minutos hasta que me decidí por leer una edición de Drácula resumida. Cuando eran las 10 salí y tomé rumbo al parque acuático. Media hora después ya estaba bajando de mi auto para entrar a ese notoriamente divertido lugar y esperar a que fuera la una y media. Debo admitir que estaba emocionado por ver de nuevo a Harry. Y también que ese parque era aún más divertido de lo que pensaba. A las 11 dieron un show de agua y me sorprendí por lo bien realizado que estaba. A la una salí de ahí y fui al trabajo de Hazzi para hacer la entrevista.

—¡Harry! —grité en cuanto lo vi salir.

—Hola, Lou —susuró fingiendo una sonrisa.

Mi emoción se borró al instante.

—¿Qué sucede? —pregunté con cierto tono de preocupación al ver los ojos rojizos y llorosos de mi rizado—. ¿Te han hecho algo?

—No, no. Tranquilo —susurró  y apenas lo escuché—. Vamos a comer para que hagas la entrevista.

No iba a dejar que cambiara de tema tan rápido. Algo había sucedido en el lapso de sus horas de trabajo y eso le había afectado.

—O... ¿quieres ir a mi casa y comer una mediocre ensalada con algo de pollo? Es que... he olvidado mi dinero y... bueno, eso; lo siento—sonrió apenado.

Suspiré. Acababa de salir de su trabajo, y no tenía dinero. Me había dicho que tanto sábados como domingos le pagaban. Quizá se había arrepentido de ir a comer, o quizá...

—¿Te despidieron, Harry? —pregunté intentando no hacerlo sentir mal.

Vi como el mundo se le venía encima y sus ojos se aguaron. Definitivamente lo habían despedido. Su pasión era esa cafetería, y lo habían despedido. Eso era injusto. No podían hacerle eso sabiendo que eso significaba todo para él.

—Dijeron... q-que no e-era lo sufi-ci-cientemente bu-bueno —susurró con un nudo en la garganta.

Vous avez atteint le dernier des chapitres publiés.

⏰ Dernière mise à jour : Jul 13, 2014 ⏰

Ajoutez cette histoire à votre Bibliothèque pour être informé des nouveaux chapitres !

Thank You, Internet // Larry Stylinson. (PAUSADA)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant