Capítulo 5.

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Harry POV. 

Flashback.

—¡Mamá! ¡Mamá debo decirte algo! —grité realmente feliz.

—Tranquilo, dejó la frase a medias cuando vio mi cara—. ¡¿QUÉ TE HA PASADO?!

—Oh... —recordé lo que había pasado—. Nada, descuida, me caí. ¿Puedo contarte lo que te iba a decir?

—Sí, dilo.

—¡Louis vendrá todo el fin de semana! —sonreí bobamente.

—Hm... ¿Quién es Louis!

Había olvidado que no le he dicho nada a mi madre acerca de Louis. Me sentí realmente mal y la sonrisa se borró de mi rostro. ¿Cómo pude olvidar decirle a mi madre algo, o todo, acerca de Lou? Las pocas veces que había salido con alguien no había dudado en decirle a mi madre, y cuando alguien me gustaba no dudaba en pedirle consejos acerca de eso.

—L-Lou es u-un am-migo qu-que conoc-cí el vie-viernes en u-un c-chat —tartamudeé tragando mis lágrimas.

—¿Qué pasa, cielo?

Sentí su protector abrazo y no dudé ni un segundo en corresponderlo a la vez que escondía mi rostro en el hueco entre su cuello y su hombro. Así me sentía seguro.

—Me siento tonto, mamá —admití—. Louis me gusta, y no te he dicho nada de él.

Le conté todo lo que había hablado con él; cómo lo conocí, cómo intercambiamos números y cómo hablamos y hablamos durante todo el fin de semana. Decidí decirle que había pasado en la escuela y también le expliqué con detalles la visita de Louis. No olvidé decirle lo que sentía por él. Algo genial de mi madre es que me apoyó cuando le conté acerca de mi homosexualidad, ese día me dijo "Estaré contigo pase lo que pase, te guste lo que te guste y seas quien seas, porque soy tu madre". Tenía a la mejor madre del mundo, de eso estaba seguro.

Fin Flashback.

Hoy era viernes y mi humor era de lo mejor. Ni siquiera los insultos entre clases me bajaban la felicidad. Hoy lo vería.

Me había dicho que llegaría hoy; saliendo de clases tomaría rumbo hasta aquí, pero llegqaría a un hotel. Yo había insistido en que se quedara en mi casa y no tuviera que gastar.

—No quiero ser molestia, Hazz —me había dicho con un tono de lástima.

—No lo serías —suspiré—. Mi madre está de acuerdo.

—Lo siento, pequeño . Ya he reservado la habitación.

Ya no tenía sentido seguir insistiendo, porque, hiciera lo que hiciera, no podría quedarse en mi casa. Mal.

—O... Okay —murmuré rendido.

En la clase de Derechos me lanzaron cuatro bolitas de papel. "¿Saldrás hoy?" "Estás bien bueno" "Estúpido gay" "Deberías morir". Cualquier otro día me hubieran afectado, pero hoy no era la ocasión. Cuando venía de camino a la escuela, Louis me había mandado un mensaje que decía "No dejes que ningún insulto te afecte, ¿entendido? Te quiero xx". Y le hice caso, o mejor dicho, extendí las bolitas de papel y las respondí. "Lo siento, hoy estoy ocupado", "Muchas gracias, es de nacimiento", "Por lo menos mi prioridad en una relación no es reproducirme", "Te invitaré a mi funeral, lo prometo".

—¡Styles! —gritó el profesor y me alarmé—. Próxima que te vea distraído y te vas por una suspensión, ¿entendido?

—Sí, profesor —suspiré.

Thank You, Internet // Larry Stylinson. (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora