My Love [MingHaoXSeventeen]

ChanHao(+18)

Ya no era un bebé como para seguir recibiendo esos tratos por parte de su novio.

“Timi mi mini qui vimis i cricir li quilli.”
Decía entre dientes, de brazos cruzados y con un puchero en sus labios.

A unos cuantos metros, en la cocina, un sonriente MingHao preparaba algunos aperitivos para la noche de películas con su novio, bailoteaba alrededor, tarareando una canción que había escuchado hace unos días y se le quedó pegada.
Chan hacía una rabieta, no quería que le viera como un niño pequeño, aún era menor de edad, sí, pero no era un bebé, quería que le viera como un hombre, SU hombre.

Una sonrisa pícara apareció en sus labios, levantándose del sofá para así acercarse a su novio, abrazándole por la espalda acortando la mayoría del espacio que había entre ambos. MingHao dio un salto y volteó como pudo a verle, antes de que pudiera decir algo, el menor ya se encontraba besando su cuello, dejando sonoros besos en toda su extensión.

El de piel canela se estremeció, alzando la cabeza para obtener aún más de esa sensación que tanto le encantaba, cuando clavó sus dientes en su piel dio un pequeño gritito.
Sus mejillas se tiñeron de un tono rojizo, avergonzado.

—¿Q-qué estás haciendo, Channie?— Tragó saliva en seco, tratado de alejar a su menor.
—¿Me ves como un hombre, Hao?— Haciendo caso omiso a su pregunta, frunció el ceño, metiendo sus manos por debajo de la camiseta holgada que usaba el mejor, sintió su piel estremecerse bajo su tacto y encajó sus dedos en sus caderas, subiendo lentamente hasta su pecho, encontrando sus pezones los cuales rozó con la punta de sus dedos varias veces.
—¿Porqué preguntas eso...?— Gimió, retorciéndose cada vez que acariciaba esa parte tan sensible en sí.
—No quiero que me trates como un niño, quiero que me veas como un hombre, porque eso soy, y te lo voy a demostrar.— Su voz salió como un suspiro airoso, justamente en su oído, sus labios dejaban besos húmedos en su cuello, dejando marcas ocasionales, sabía cuánto lo disfrutaba ya que apretaba sus puños con fuerza. Le dio la vuelta, estampando sus labios contra los ajenos, empezando un beso apasionado.

Sus manos bajaron hasta su trasero y lo apretaron con algo de fuerza, arrancándole un suspiro al chino, su rodilla ejerció presión contra su entrepierna, dándose cuenta de lo dura que estaba. Rió cortamente, y le condujo hasta el sofá, sentándose con él en su regazo, acomodando sus piernas en sus costados. Apenas separándose de sus labios para tomar aire, con sus manos, dirigía los movimientos de cadera del mayor, quien restregaba su trasero (¿Cuál?) contra la creciente erección que hacía acto de presencia en su entrepierna.

—Channie, yo siempre te he visto como un hombre...—Sus dedos se aferraron más a su cadera, apretandola a su antojo.
—Eso era lo que quería escuchar, MingHao...

OLA, ME SIENTO COMO UNA ENFERMA, PERO YA, VALIÓ, SE HIZO. ENJOY IT BEIBIS.