~ Capítulo XVII: "Antes de todo." ~

2.9K 233 29
                                    

—... ______... —te llamo Jack en un susurro—. Abre los ojos...

Abriste tus ojos lentamente y te encontraste con una inmensa oscuridad, tan profunda. No había luz, no se oía ningún ruido, no había siquiera viento, solo escuchabas tu propia respiración. Con tus manos tomaste fuertemente a Jack. Estabas asustada.

—Tranquila... no pasa nada, aquí estoy.. —te respondió él. En eso, una luz azul comenzó a emerger de la oscuridad, al principio era débil, pero poco a poco fue tornándose más fuerte y brillante, al inicio no sabías que era, pero después lo reconociste un poco.

—Jack, ¿eso es...?

Era el bastón de Jack el que estaba iluminado por esa luz azul y que ahora iluminaba el alrededor que era una cueva.

—Tu bastón... ¿puede hacer eso? —volviste a preguntar.

—Supongo que sí, aunque no lo sabía...

—Chicos... —hablo la voz de Conejo a un lado—. Sera mejor que empecemos...

—Si, tienes razón. —respondió Jack—. ______ aun no te separes de mí, quédate a mi lado.

—Si.. —asentiste.

—Bien... —Jack suspiro y miro al frente poniendo su bastón frente a él para iluminar el camino.


Caminaron y caminaron por lo que parecía ser una cueva en donde se hallaban. Solo el bastón de Jack podía iluminar el camino, pero mientras avanzaban, la oscuridad comenzaba a aclararse, poco a poco, paso a paso, hasta que llegaron a lo que sería el centro de la cueva, y en eso, el bastón de Jack dejo de brillar. Seguía estando oscura, si, pero unos rayos gruesos de luz pálida que venían de algún lugar de arriba de la superficie y el exterior, la iluminaba dejando ver a su alrededor; jaulas grandes y pequeñas colgaban desde arriba, alrededor en el suelo habían columnas, escaleras que llevaban a lugares oscuros, "edificios" abandonados, columnas, puentes.

—Jack, esto es...

—Si, es la guarida de las pesadillas y su creador; Pitch Black.. —dijo con tono furioso.

—Bien, aquí tendremos que separarnos. —dijo Conejo mirándote a ti y Jack—. Sera más fácil si llevamos el plan a cabo como habíamos quedado.

—Bien.. —Jack se giró para mirarte—. ______ porfavor, déjame hacer eso que dijiste que harías, en tu lugar. Déjame hacerlo...

—¿Servir de distracción? —dijiste mirándolo—. No podría dejarte que hicieras algo así, es importante que te mantengas a salvo... de ti depende la felicidad de los niños de todo el mundo, ¿lo olvidas?

—Lo sé pero, ¿qué felicidad tendría yo si algo llegara a pasarte? ¿Eh? ¿Crees que sería feliz acaso? —te miro a los ojos—. No podría hacerlo...

—Oye, —lo tomaste de su mejilla—. No me pasara nada, ¿sí? No me perderás, no te olvidare, nada de eso pasara... —dijiste—. Siempre estaré contigo, pase lo que pase. —le sonreíste—. No te dejare solo. Eso recuérdalo, incluso si tuviera que sacrificarme por ti, peleare para seguir a tu lado y no dejarte solo. Jamás...

Jack te abrazo fuertemente contra él y escondido su cara en tu hombro.

—Solo... prométeme que regresaremos juntos al Polo Norte... —te susurro—. Promételo...

Cerraste tus ojos y lo abrazaste.

—... Lo prometo...

Él te soltó y te miro en silencio.

—Jack, es hora de irnos... —le dijo Conejo tomándolo de su brazo y jalándolo levemente hacia unas escaleras que iban hacia abajo y se hundían en la oscuridad. Jack comenzó a caminar hacia atrás sin quitar tu mirada de ti. Podías ver que sus ojos estaban cristalinos.

—... ¡Conejo! —lo llamaste en voz un poco alta, él se giró y te miro, tú le hiciste una seña para que viniera, él le dijo algo a Jack y el solo te dio la espalada, se quedó parado en su lugar y después se puso su gorro y bajo su cabeza. Conejo llego donde tú estabas—. .... Si algo llega a pasar... —le dijiste mirándolo a los ojos—. .... Cuídalo por mí, ¿sí? —le sonreíste levemente—. Porfavor... —susurraste eso último.

Él suspiró muy leve.

—.. Te doy mi palabra... —sonrió levemente.

Sonreíste un poco más.

—Gracias...

Conejo asintió con la cabeza y regreso a donde estaba Jack, para que ambos continuaran caminando y al final los perdieras de vista en la oscuridad.

Después de que se fueron, cerraste tus ojos y suspiraste hondamente. Para después abrirlos y comenzar a caminar en busca de Pitch Black. El que había ocasionado todo eso. Y por el cual, estabas dispuesta si era necesario, a dar tu vida, con tal de salvar a todos, ya que, siendo humana y no teniendo poderes, tu vida era valiosa, pero la de aquellas personas que más amabas, valían mucho más..


* * *


Caminando por aquel lugar que parecía no tener fin, o incluso inicio, te encontraste de nuevo con dos caminos que llevaban hacia diferentes lugares.

—No puede ser... Tengo que encontrar a Pitch antes que el a-....

______.... —una voz llamo tu nombre.

Abriste tus ojos y te diste la vuelta para mirar detrás de ti. Pero no viste a nada ni a nadie.

______... —volvió a llamar esa voz.

—Esa voz... es... —te diste completamente la vuelta y caminaste de regreso.

______....

Miraste en diferentes direcciones, buscando, hasta que notaste un pequeño brillo dorado a lo lejos.

—¿Qué es eso?.... —te acercaste al borde del puente en el que estabas y te estiraste para tratar de verlo.

______.... —te llamaron otra vez y cuando lo hicieron la luz dorada parpadeo.

—Ah-...

En cuanto escuchaste eso te alejaste del borde y comenzaste a correr hacia aquella luz sin quitarle la vista de encima.

Seguiste corriendo hasta que llegaste al lugar donde esa pequeña luz se encontraba. Estaba en el suelo y tenía tierra sobre ella haciendo que no se pudiera ver bien. Te arrodillaste frente a ella y acercaste tus manos quitándo de encima la tierra que tenía. Cuando lo hiciste la pequeña luz comenzó a brillar más. La miraste atenta sin saber que era, y luego la tomaste entre tus manos. En cuanto lo hiciste el brillo fue desapareciendo poco a poco hasta dejar sobre tus manos una pequeña esfera de cristal.

—¿Una esfera de cristal? —frunciste tu ceño—. No entiendo... ¿esto era lo que decía mi nombre? ¿Por qué? No recuerdo haber visto esto antes... —comenzaste a acercar tu mano hacia ella lentamente y la tocaste suavemente. Al instante tu alrededor se desvaneció y en cambio surgió un bosque en invierno, grande, blanco y de día.

Lo que no sabías y recordabas, es que esa esfera de cristal contenía y era, una de tus memorias.

"Un Amor Inigualable" (Jack Frost y Tú) [[#Wattys2020]]Where stories live. Discover now