✿· One

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Esperaba el bus aburrido, saqué mi celular del bolsillo con delicadeza y por unos segundos observé la funda que tenía puesta. 

Antes tenía una bonita funda roja, con un pequeño auto dibujado, era mi favorita y la única que tenía. Pero desde los últimos meses, sólo me permití usar una transparente, que sostenía una foto mía y de mi novio.

Esa era de un día especial, el primer mes, estábamos en un parque de diversiones y honestamente lo habíamos pasado muy bien, lo vi sonreír ese día. Fue muy especial para mí.

Cuando menos lo pensé el bus simplemente llegó y me subí, pasé mi tarjeta por el lector y tuve que andar parado para dejarle el asiento a una embarazada, honestamente, envidiaba a las mujeres.

Ellas podían tener cuantos hijos quisieran y yo no podía hacer nada. La vida era una mierda.

Algunas personas se bajaron y pude sentarme en paz, no escuché música, saqué mi celular de nuevo y busqué el chat que compartía con Jungkook, mi rostro fue iluminado con todos los corazoncitos de colores que le había enviado los últimos días. 

Suspiré, viendo el vapor caliente salir de entre mis labios, aunque estuviera en un bus, hacía mucho frío. Con mis congelados dedos sin guantes comencé a pulsar el teclado, hasta formar un 'Buen día Jungkookie~'. Luego busqué más corazones que enviar y no me limité en ponerlos.

Envié el mensaje y noté cómo inmediatamente lo leyó, ya estaba en línea desde antes. Intenté convencer a mi celoso yo de que estaba conversando con sus familiares o incluso sus amigos.

Me contestó, con un simple 'Hola Taetae' No usó corazones, él nunca usaba esas cursilerías, y es que, hasta para mí eran cursis, pero de alguna forma, yo me obligaba a usarlas.

Bajé en mi parada y sólo caminé hacia la escuela, crucé el gran portón y saludé desde lejos a mis amigos, me estaba alejando de ellos para pasar más tiempo con Kookie, me daba un poco de pena.

Avancé hacia Jungkook, que estaba con sus amigos, sonreí y los saludé a todos mediocremente, pero a mi novio lo saludé con un gran beso, lo amaba. Los demás chicos se fueron, dejándonos solos, parecía planeado, usualmente se iban si se los pedías, no de la nada.

Ese día yo estaba contento, jugando con mis manos para mantener esa imagen 'femenina', para mantener mi reputación como pareja de Jungkook, uno de los chicos más populares de la escuela, en primer lugar por ser muy apuesto.

Sus ojos en realidad eran adorables, redonditos y brillantes, pero tenían una especie de magia, cada vez que fruncía el ceño se volvían sensuales y penetrantes. Su nariz era grande, no vamos a negarlo, pero de alguna forma le quedaba bien a su rostro.

Sus labios eran rojos, jugosos, incluso sin conocerlo desearías besarlo de una vez a un millón de veces. Su cuerpo era hermoso, alto y estilizado, musculoso. Buenos abdominales y bíceps.

Y yo no podía creer el hecho de que había logrado salir con él, realmente me había esforzado demasiado, me gustaba mucho.

Había pasado de ser, no un ñoño, pero sí alguien irrelevante y tímido a ser un chico reconocido en la institución, por mis 'finas' facciones y mi 'bello' cuerpo, además de mi abundante amabilidad.

Jungkook no poseía esa cualidad. Era muy terco y para nada amigable, sólo había llegado a ser lo que era por su aspecto, por nada más en realidad.

Yo había salido con mujeres cuando estas ni siquiera me gustaban sólo para llamar la atención de Jeon. Había comprado extravagantes prendas de moda, aprendido a maquillarme y a teñirme el cabello mensualmente.

Me convertí en alguien perfecto, sólo para Jungkook.

Pero no me esperaba para nada que esas tres palabras hubieran salido de la boca de mi novio.

-Quiero que terminemos- Dijo frío, sin emoción.

-¿E-Eh?¿Qué dijiste?- Cuestioné, intentando convencerme a sí mismo de que había escuchado mal.

-Quiero. Que. Terminemos- Repitió cínico, acercando su juguetona expresión a la mía, que era un poema. Jadeé y me separé.

-¿E-Es una broma?- Volví a hacerme el estúpido, rogando para que lo fuera, aunque ni siquiera yo me creía.

-No, no quiero que me hables, ni me toques, quiero que te alejes de aquí, que te vayas y no vuelvas.

Simplemente le hice caso, aunque mi mano se movió casi por sí sola para darle una cachetada en la mejilla, dejándola roja, incluso cortándola mínimamente con parte de mi uña.

Me volteé y avancé fuera de la escuela, a paso tranquilo, mis zapatos resonaban sobre el cemento del asfalto, no sabía a quién culpar o odiar. Me relamí los labios y repetí en mi mente.

"No voy a rendirme".

"No voy a rendirme"

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「 leave 」 kookv · ✦.Where stories live. Discover now