Una vida junto a ti [RUBIUS Y TU] *EN PROCESO*

5 •Actos•

No iba a seguir en esa casa, no después de haberme reído como una foca retrasada en su cara.

Bien ahí Anita, siempre triunfando con los chongos.

Después de que mantuvimos una "conversación". Le dije que me tenía que ir a mi casa. Me iba a doler irme, el es uno de mis ídolos, alguien a quien yo quiero y admiro, pero tengo que aceptarlo, fue una aventura de una noche y seguro no significó nada para el.
Había esquivado olímpicamente su cuerpo para llegar a la puerta, cuando siento unas manos en mi brazo, que me impedían seguir caminado.
Cuando volteé, lo vi con una sonrisa que me hacía derretirme. POR QUÉ MIERDA SOS TAN LINDO.

-Quieres tomar un café? Para calmar un poco la resaca- dijo. No sabía que hacer ni que decir. Millones de cosas pasaron por mi cabeza en ese momento. Hasta que mi mirada se topó con la suya. Yo podía verlo, había algo en mí que, pensaba, que si me quedaba quizás podía hacerlo feliz, como él a mí con cada video.

-Ok. Es que tengo una una resaca de la "ostia"- dije imitando su asento. El  me dirigió una mirada divertida

 -Ven sígueme, aunque ya debes saber donde esta la cocina- dijo riendo 

-Como olvidarlo- dije con sarcasmo.

Entramos a ésta, que era bastante grande, y me indicó donde estaban las cosas para que me haga lo que yo quiera, le agradecí y comencé a hacerme un café con leche, mientras él se encontraba recostado sobre la pared y miraba todos mis movimientos. La verdad es que me hacía sentir algo incomoda.

-Que tanto miras- dije con una sonrisa para que él no piense que me moleste, aunque en parte era así.- tranquilo, no voy a romper nada, soy torpe, pero tampoco tanto- el me respondió con una risa simpática y después me contestó:
-No, no es eso- dijo parándose correctamente, luego puso sus manos en sus bolsillos y se acercó lentamente a mí...

NARRA RUBÉN
Yo la miraba mientras ella hacía... creo que un café con leche. Estaba perdido en sus movimientos y mi mirada iba de su rostro, a sus manos y de sus manos a su rostro. Todo en ella me parecía tan llamativo.
-Que tanto miras- dijo, haciendo que saliera de mi ensoñación- tranquilo, no voy a romper nada, soy torpe, pero tampoco tanto-
Cuando dijo eso no pude evitar sonreír.
-No, no es eso- dije mientras me acercaba lentamente a ella. Mi acción provocó que ella se sonrojara y en un rápido movimiento me dejara ver su perfil
Me acerqué hasta quedar atrás de ella y apoyé mi mano en su hombro y sentí un pequeño escalofrío de su parte. Pase mi mano por su brazo lentamente hasta llegar a la suya . Repetí mi acción con mi otro brazo.
Nuestras pulsaciones empezaron a acelerarse y lo sentía debido a la cercanía de nuestros cuerpos.
Estaba a punto de decirle algo pero una persona interrumpió el momento..MANGEL

NARRA ANA

Sus manos viajaban delicadamente por mis brazos hasta que encontraron las mías. Ese momento no podía ser tan Perfecto, la sercania de nuestros cuerpos provocaba que pudiera sentir sus pulsaciones, que estaban igual de agitadas que las mías. Él iba a decir algo, ya que sentí como abrió su boca y tomó aire, pero alguien lo interrumpió haciendo que se separara de mi. El cortamambos fue Mangel.
-Eh... ehh... discúlpadme- dijo con dificultad ya que la situación lo había puesto nervioso.
-No, no importa mangel- dije con la cara hecha un tomate- Ya me iba igual. Chau Rubén, gracias por el café- dicho esto, le dedique una sonrisa a ambos y salí de la puerta, y esta vez, nadie me detuvo.

NARRA RUBEN

Ana salió de la cocina sin más, no sin antes despedirse.
Cuando salí de mis pensamientos ví a mangel ahí parado como un idiota mirándome apenado "pero que gilipollas este tío" pensé
-Joder macho- dije, saliendo de la cocina propinándole un pequeño empujón. Me dediqué a ir hacia la puerta, quería pedirle su número o algo así, iba a hacerlo, pero mi querido amigo apareció cagando todo.
-Lo siento tio, no fue mi intención- se disculpó- pe...pero a donde vas- dijo gritando ya que yo había cruzado la puerta. No iba a esperar el ascensor porque iba a tardar mucho, así que baje las escaleras activando mi modo flash.
Cuando llegue a la entrada, me puse la capucha (acá en argentina se dice así, es como el gorrito que traen los abrigos) sobre la cabeza para que ningún fan me reconozca y termine sabiendo donde vivo y empece a buscar a Ana con la mirada. Veía millones de chicas, pero ninguna era ella.
Seguí mirando, nada me iba a detener. No quería que haya sido algo de una noche nada más. Sabía que en ella había algo especial, pero no lo distinguía del todo
Seguí y seguí buscando hasta que por fin la vi, caminando algo desorientada, con esa blusa roja que dejaba ver su espalda, que resaltaba entre tanta gente por su elegancia. Corrí hacia ella y cuando estuve lo suficientemente cerca, toque su hombro para llamar su atención.
-Ana espera- hable algo agitado con mi mano aún en su hombro. Ella giró algo impresionada  , quizás no se esperaba este gesto de mi parte. Y debo decir que yo tampoco. Cuando sus ojos se toparon con los míos pareció como si todo lo que nos rodeaba desapareciera.
-Rubius te pueden ver- dijo en un susurro- Qué pasa?-
- Ya se que sonará algo brusco, pero quiero que me des tu número- PORQUE DIRECTO SIEMPRE, bien rubius, bien.
Ella solo sonrió y dio pequeños golpecitos en mi hombro, luego se puso en puntitas de pie para alcanzar mi oído y me susurró lo siguiente: "Quizás haya dejado algo en tu habitación". Acto siguiente volvió a su posición normal, me guiñó un ojo y se fue caminando.
Quede algo anonadado por unos segundos pero luego volví a la realidad y seguí las indicaciones que me había dado. La curiosidad me comía por dentro, por qué hizo eso? Que habrá dejado ahí? Esa eran las preguntas que daban vueltas por mi cabeza.
Al llegar a mi piso, fui hasta mi cuarto como ella me había pedido que lo hiciera y en la mesita pequeña que estaba al lado de mi cama encontré un pequeño papelito con números escritos en el.
Tontamente sonreí.
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WOOOWWWW este capitulo fue peculiarmente largo a comparación de los otros. Iba a serlo más pero me cansé de escribir tanto lol