PRÓLOGO

8 1 0
                                    

Por mi rostro se empezaron a derramar algunas lágrimas, mi corazón se oprimía en mi pecho al ver lo que pasaba, me dolía saber que le importábamos tan poco, sentía tanto dolor y tristeza al saber que la persona que creía siempre iba a estar para mí, se encontraba parado frente a nosotros con una maleta a punto de macharse para siempre.

- ¿Por qué te vas? – fue lo único que pudieron pronunciar mis labios.

- Lo siento pero no puedo seguir aquí, tengo que rehacer mi vida – veo a mi madre que lo observa con enojo y tristeza al mismo tiempo. – Entiéndeme hija, hace tiempo que deje de amar a tu madre – voltea a ver a mi madre y ella tiene un semblante serio en el rostro, pero en sus ojos se puede ver la tristeza que la alberga.

Cada una de sus palabras me dolían, a pesar de que desde hace unos años atrás nuestra relación no era muy buena y él se había vuelto un poco distante y hasta cruel en algunas ocasiones, a pesar de todo eso lo quería demasiado, por lo tanto esas palabras eran como dagas que traspasaban mi corazón.

- ¿Y nosotros? ¿También nos dejaste de querer?

El simplemente bajó su cabeza y dijo:

- Lo siento pero tengo que irme, espero y me perdonen algún día – él se levantó, agarró su maleta y se marchó.

Mis hermanitos le rogaban que se quedara y a pesar que yo también le suplique que no lo hiciera, se fue. Sentí como mi alma se destrozaba, solo escuchaba los llantos de mis hermanitos, con mi mirada fija en él, viéndolo desaparecer por le puerta, se fue sin importarle nuestro sufrimiento.

Haciendo frenteWhere stories live. Discover now