Mi deseo... Reencontrarte (FINALIZADA)

Bruno

Bruno era mi hermano mayor. 

Cuando mis padres se casaron tiempo después nació Bruno y ocho años después nací yo. 

Nuestra relación al igual que la relación de muchos hermanos no era la mejor de todas, Bruno era el hijo prodigio con un talento excepcional y un intelecto sin igual. Pudo estudiar cualquier cosa pero siguió los paso de mi padre convirtiéndose en un ingeniero talentoso, sin embargo su verdadera pasión era la música, justo antes de terminar la carrera le informo a mis padres que estudiaría música pues esa era su pasión, mis padres estuvieron sorprendidos pero lo apoyaron sin dudar.

Yo por otro lado era la hija que luchaba para no ser cubierta por la sombra de mi hermano, fui una hija problemática pero a pesar de ellos sobresaliente.  

Cuando entre en la preparatoria las cosas no hicieron mas que intensificarse, malas calificaciones, mal humor, pero al final las palabras reconfortantes y las reprimendas de Bruno siempre hacían que volviera al buen camino cada vez que perdía el rumbo. 

Fue el quien me enseño a tocar el piano y fu él quien me presento a Anton 

Cuando comenzaba a comprender que lo que yo buscaba no era lo mismo que Bruno las cosas fueron mucho mejor, incluso comencé a conocer a conocer a sus amigos.

 Y cuando finalmente uno me invito a salir le conté a Bruno de inmediato.

 Aun podía recordar la cara de sorpresa cuando le di la noticia

- Espera, repite eso que dijiste – me pidió Bruno aquella noche mientras recogíamos la mesa

- Un amigo tuyo me ha invitado a salir

- ¿Quién?

- Joshua

- Ese maldito – digo mientras llevaba los platos al lavabo - ¿Y qué le has dicho?

- Que si, por supuesto

- Andy no creo...

- Tranquilo parece una buena persona y ya no soy una niña

- Si, es verdad pero tampoco eres un adulto, además el es mayor y...

- Saldremos la siguiente semana – dije dando por terminada la conversación.

- Quizás deberías pensarlo mejor y...

- Adiós

El dia de la cita mi hermano fue hasta mi habitación y me dijo en un tono totalmente serio.

- Si te sientes incomoda o algo sale mal llámame enseguida

-¿Que puede pasar?

- No lo se, solo prométemelo – dijo mirándome y tomando mis hombros – iré por ti y te llevara a casa

- He aquí al hermano protector – dije mientras sonreía – descuida estare bien, Nada malo va a pasar

Diciendo esto le di un fuerte abrazo mientras salía de mi habitación.

- No quiero que nada te pase – dijo desde el umbral de mi habitación – eres mi hermanita

- Descuida – dije bajando las escaleras - ¿te quedaras en casa?

- No, Sara me invito a cenar solo esperare que llegue tu cita y después me ire

- Sobreprotector

- Solo quiero que seas feliz – me dijo abrazandome, al ser tan pequeña y el tan alto mi cabeza quedo justo en su pecho y su barbilla por arriba de mi cabeza, dejó caer su barbilla sobre mi cabeza y mientras giraba la barbilla de un lado a otro no dejaba de repetir – feliz, feliz, lo único que quiero es felicidad para ti

- Si, si - dije abrazándolo fuertemente – yo también lo quiero para ti

De pronto el timbre de la casa

- Llego – dije soltándome de mi hermano y dándole un beso en la mejilla – nos vemos después

- Cuídate

- Te quiero

- Yo también

Nunca hubiera imaginado que aquellas palabras fueran las ultimas que le diría a Bruno