12 El Misterio de la Carta

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Si había algo que en verdad disfrutaba, era sacar de quicio a su compañero. Las caras y gestos que hacía cuando algo lo molestaba no tenían precio. Eran simplemente únicas. Y todas eran solamente para él. Pero la cara que había puesto ese día, después de que la persecución termino, esa cara no le gusto en el más mínimo. Era una mezcla entre "de verdad te odio, maldito animal" "¿Por qué no te mueres?" y "¿sabes que? Me largo". Y si a eso le agregaba que en verdad se había ido del lugar, sus perspectiva de dormir en el sofá eran en verdad muy, muy altas, y si a eso le sumaba el hecho de que el sospechoso se había escapado de los guardias que lo custodiaban y él se había visto en la necesidad de seguirlo hasta un lugar donde vertían todos los deshechos de la isla y prácticamente se había zambullido en ella para atraparlo nuevamente, lo mas probable era que el rubio lo fue asesinar esa noche mientras dormía.

Steve había tenido que regresar solo y por sus propios medios a la central, ya que Danny lo había dejado tirado en el vertedero y ninguno de sus amigos había tenido la descendía de llevarlo de vuelta. Había tenido que caminar kilómetros por que nadie le permitió subir a su auto. ¡Él solo estaba trabajando!

Llego tres horas después a su casa y se dio un baño, se cambió de ropa, se puso una inyección para evitar cualquier problema de salud y se fue a la oficina. Cuando llego a la central vio que el rubio se levantó y salía de su despacho, se acerco y sin mediar medía palabra le entrego un sobre blanco, luego regreso a su oficina, tomo unas cajas y se fue del cuartel sin mediar medía palabra. Desde sus respectivas oficinas, los primos se miraron entre si seguros de lo que ese sobre era el fin de su Ohana

Steve no logro reaccionar hasta muchos después. Bajo lentamente su vista hacia el sobre que tenía entre sus manos y no pudo evitar que sus lágrimas cayeran. Lo había arruinado. Solo él era el culpable de que su relación hubiese terminado, y más de esa manera. Todos le habían advertido que su forma de ser iba a cansar al rubio, pero él nunca lo creyó realmente eso llegara a pasar, pero ahí estaba, con ese maldito sobre entre las manos

- Jefe... - dijo Kono suavemente
- Hermano... - dijo Chin
- ¿Qué hice? - susurro Steve -. Lo perdí, Chin. Perdí lo mejor que me paso en la vida. Perdí mi Ohana
- Cálmate - dijo Kono
- Me lo advirtió - dijo Steve - me dijo que una vez más lo hacia y... y como el animal que soy ¿Qué hice? Mi vida no es vida sin él. Me niego a vivir si Danno se va - grito tirando todo lo que había en su escritorio - ¡Me niego!

Los primos se miraron entre si sabiendo que no había vuelta de hoja.
Steve se puso de pie y camino decidió hacia el mini bar que había en el cuartel y empezó a tomar todo lo que pillo a su pasó. Bebería hasta la inconciencia, no, mejor hasta la semi inconciencia, debía poder ser capaz de escabullirse de Chin y Kono para llegar a la calle si quería que algún auto lo atropellase. Si se suicidaba ese dolor acabaría. El dolor de no volver a ver al único hombre que amaba en su vida

Danny llego a la casa cerca de las cinco de la tarde. Había sido un día inmensamente largo. Primero el tiroteo, después la pelea con Steve, después la llamada de Grace para que le comprase ese vestido, a la que le siguió la discusión con Rachel porque quería llevarse de viaje a los niños ese fin de semana a no sabía dónde, luego el Camaro se descompuso, cuando quiso llamar a alguien para que lo ayudase la batería de su celular decidió que era hora de suicidarse, busco el cable en la guantera para cargarlo y se dio cuenta que lo había dejado en la oficina. Solo quería sentarse en el sofá, que Steve lo abrazase, comer algo y dormir unas treinta y seis horas seguidas.
En cuanto entro a la casa escucho el bullicio en la playa que daba a la parte de trasera de la casa. Sin pensarlo dos veces corrió hacia el lugar y se encontró Chin y Kono intentaban por todos los medios poner en pie a un Steve ebrio realmente que lloraba llamándolo

- ¿Qué pasa aquí? - pregunto Danny sorprendido
- ¡No te vayas Danno! - suplicaba - ¡No me dejes!
- Recapacita Danny - pidió Chin
- Somos una Ohana - dijo Kono
- Hare lo que tú quieras - dijo Steve -, ya no me arriesgare inútilmente, conduciré de forma decente, te dejare comer todo lo que te gusta, pero no te vayas
- ¿De qué hablas, animal? - dijo Danny sorprendido mientras Steve se abrazaba a sus piernas
- ¿Cómo que de que habla? - dijo Kono señalando a Steve
- Renunciaste a Cinco Cero - dijo Chin
- ¿Qué yo que? - dijo Danny atónito
- Me diste tu renuncia cuando llegue al cuartel - dijo Steve llorando - y te largaste. Ahora vienes por tus cosas y...
- ¡Ach, yo lo mato! - dijo Danny
- ¿Dónde vas? - dijo Kono sorprendida cuando el rubio se alejo
- ¡Danny! - grito Steve llorando
- ¿Qué vas a hacer? - dijo Kono preocupada cuando vio al rubio regresar con una manguera
- ¿Leíste la nota que te deje? - dijo Danny
- ¡No voy a aceptar tu renuncia! - grito Steve furioso
- Dame el sobre - ordeno Danny pero Steve no reacciono -. ¡Dame el maldito sobre o renuncio en este momento! - Steve saco dicho sobre totalmente arrugado de entre su ropa y se lo entrego - ¡Ojala esto ayude con su borrachera - dijo Danny abriendo el grifo y bañando a Marine - comandante!
- E... e... es... ta... f... fr... fri... a - dijo Steve
- ¡Pues agradece que no sea aceite hirviendo! - dijo Danny - ¡porque te juro que es lo que te quiero echar por idiota! - dijo devolviéndole el sobre - ahora lee esto en voz alta
- ¡No voy a...! - dijo Steve molesto
- ¡Lee esto en voz alta - exigió Danny - o entonces si presento mi renuncia irrevocable!
- Danno... - dijo Steve y Danny se iba a dar la vuelta - okey, okey, okey - dijo abriendo el sobre
- Léelo en voz alta - dijo Danny
- Lis... - dijo Steve - ta de compras - los primos y Steve se miraron igual de sorprendidos - leche, un kilo de zanahoria, papas frita, medio kilo de pepino, helado de chocolate y vainilla, desinféctate, guantes de látex, crema dental, servilleta
- Lee hasta el final - dijo Danny
- Azúcar, sal, agua - leyó Steve -. Danno te ama, bebe
- Primero el tiroteo que tu provocaste, después esa estúpida pelea que tuvimos - dijo Danny enumerando en sus dedos -, después Grace me llamo para que le comprase un vestido para una fiesta a la que yo no sabía que iba a ir. Rachel quería llevarse de viaje a los niños ese fin de semana a no sabía dónde de nuevo pero no la deje, así que peleamos horrible - dijo moviendo las manos a toda velocidad - luego el Camaro se descompuso, y cuando quise llamarte a ti para que me ayudes, el celular no daba, y el cable lo deje en la oficina. Camine kilómetros porque también olvide la billetera y nadie me quiso acercar. Así que solo quiero sentarme en el sofá, que me abrazases, comer algo y dormir una semana entera
- Nosotros... - dijo Chin
- ¡Pero claro, el señor "controlo todo y no se me escapa nada" - grito Danny - no hizo lo único que le pedí! ¡Las compras!
- Yo... - dijo Steve rascándose la cabeza
- ¡Los niños vienen en un rato - dijo Danny -, así que más te vale que eso este aquí antes que lleguen o sino...! ¡Ah y ni pienses que entraras así a la casa a ensuciarlo todo! ¡Y es obvio que pasaras una buena temporada en la sala! ¡Muévete! - dijo antes de girarse para dirigirse a la casa
- Danno espera - suplico Steve
- ¿Ahora qué? - dijo Danny pero sus labios fueron atrapados en un beso totalmente apasionado - te amo, mi bello gruñón
- Yo también te amo troglodita - dijo Danny sonriendo - pero ahora suéltame que te tengo que traer ropa para que te cambies y no te me enfermes. Charlie me materia si le pasa algo a su compañero de juegos
- ¿Aún estoy castigado? - dijo Steve tímidamente
- Cuenta con ello - dijo Danny caminando hacia la casa

Esa noche Steve estaba solo vuelta en el sofá sin poder dormir, le hacía falta el calor de su pequeño detective rubio gruñón, pero sabía que merecía el castigo. Escuchó unos pasos suavemente bajar por la escalera. Pensando que era Charlie que iba a la cocina a beber agua, así que decidió fingir dormir para no responder a la curiosidad natural de Charlie o ver la cara burlesca de Grace a esas horas de la madrugada

- Steve - dijo Danny -. Steve. Animal, se que estas despierto
- ¿Qué pasa Danno? - dijo sentándose en el sofá
- Camina, vamos a la cama - dijo Danny - No puedo dormir si no estás conmigo

Steve no puedo evitar sonreír mientras entrelazaba su mano a la del gran amor de su vida para subir a su habitación. Solo podía pensar en cómo amaba a ese hombre

McDannos' One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora