VI. Lubricante.

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Donghae jadeaba mientras sentía los labios de Hyukjae recorrer su cuerpo, las grandes manos del fotógrafo colocadas en su culo, apretando con fuerza la carne. El menor estiró su mano hasta la mesilla de noche, abriendo el primer cajón y tanteando el interior en busca de los condones y el lubricante.

Acababan de llegar de una cena familiar y Hyukjae se había abalanzado sobre él, argumentando que había estado demasiadas horas sin tocarle. Donghae, claramente, no se había quejado y con rapidez correspondió al beso hambriento de su novio; en menos de dos minutos estaban en ropa interior restregándose en la cama.

El menor tocó con las yemas de sus dedos el bote de lubricante y lo sacó con rapidez, buscó una vez más dentro del cajón, encontrando los condones y sacándolos al exterior. El fotógrafo los cogió mientras se entretenía mordiendo las caderas de su novio. Con manos expertas abrió el bote de lubricante y cuando apretó solo salió del recipiente una brisa de aire.

Extrañado levantó la mirada y miró el bote vacío en su mano. Suspiró y observó los condones, rodando los ojos al ver que eran los condones baratos del súper y que les apretaba a ambos. Se sentó en la cama en posición de indio y miró a su excitado novio.

—No hay lubricante y los condones no son los mejores —dijo ante su mirada desesperada.

Donghae gimió con frustración y se sentó en la cama, observó su erección y la de su pareja, ambas apretadas bajo la tela de los bóxers que llevaban. Se levantó de la cama y le tendió la mano a su novio.

—¿Mamada en la ducha antes de dormir? —inquirió y el fotógrafo sonrió antes de asentir y seguirlo al baño.

Después, cuando ya se encontraban en la cama acurrucados, ambos hicieron una nota mental:

Comprar lubricante y condones.

Mucha cantidad.

Historias corrientes [EunHae]Where stories live. Discover now