Tu fan, tu amiga y... ¿Algo más? (Viktor Nikiforov y tú)

Capítulo 10

Durante los siguientes días iban al Ice Castle, había veces en las que Viktor intervenía mucho en el entrenamiento de los jóvenes y en otras ocasiones lo hacía en menor medida, ___ los observaba detenidamente y cuando era necesario les daba consejos a los chicos aunque el rubio no la mirara a la cara y  se reflejaba vergüenza levemente en su rostro, ahora que lo pensaba ___ no había podido decirle a Yurio que lo que había visto la otra noche había sido un malentendido, una broma de parte de Viktor, pero cada vez que lo intentaba algo sucedía y se olvidaba de ello. Terminando los entrenamientos todos regresaban a las aguas termales a darse un relajante baño y a cenar juntos. Yuri ya hablaba más con todos e incluso Yurio había disminuido el número de insultos hacia él (pero sólo un poco). Había días en los que Viktor dormía con ___ y otros en los que sólo se quedaba ahí hasta que el sueño le ordenara irse a su habitación.

Además del entrenamiento en la pista Viktor obligaba a los jóvenes a ir a algún templo e incluso a una pequeña cascada sobre todo cuando ninguno de los dos progresaba en su programa, al parecer era como una reprimenda para que estos reflexionaran y se concentraran más para la próxima vez.

Faltaban sólo dos días para la “competencia” y ambos chicos habían mejorado considerablemente aunque les faltaba perfeccionar sus movimientos. Viktor seguía llamándole la atención a Yuri pues aun no reflejaba del todo el Eros que quería mientras que a Yurio aún le faltaba ser un poco más delicado para ser Ágape. Yurio salió de la pista en busca de su botella de agua la cual se la extendió ___, él en cuanto la miró desvió la mirada y tomó su botella agradeciéndole, se notaba en su tono de voz y en el rubor de su rostro que estaba muy avergonzado.

—Vamos, Yurio, mírame a los ojos de una vez, ya te dije que lo de la otra noche sólo fue una broma de Viktor— dijo ___ calmada.

—Sí, sí, lo que digas— decía indiferente el rubio. Calló unos segundos, como si estuviese pensando algo, de nuevo un rubor apareció en su rostro pero ahora era diferente, entreabrió su boca como si quisiese decir algo para luego cerrarla arrepintiéndose pero enseguida volvió a abrirla y soltó las palabras —___, ¿podrías enseñarme cómo harías la secuencia de pasos del programa? Sólo los pasos— esto último lo soltó inmediatamente después de pensar que ella no podría hacer los saltos por su lesión pero su intención no era ofender y eso lo entendió sonriente la rusa. —No te estoy pidiendo tu ayuda, sólo quiero ver cómo lo haría una mujer— espetó él orgulloso.

___ sonrió pues pocas veces el adolescente le había pedido ayuda y le dio cierta ternura su manera orgullosa de pedírsela, asintió con la cabeza y fue a ponerse unos patines mientras Viktor terminaba con Yuri. Cuando regresó vio a Yurio platicando con Yuko, aún le sorprendía ver al rubio socializar con alguien de buena gana. Entró a la pista en la que ya no había nadie, Viktor y Yuri se habían ido a algún lugar que desconocían los tres presentes pero no le dieron importancia.

—Sólo quiero aconsejarte, que en todo momento pienses en esa persona importante— sonrió la rusa dando una señal para que se reprodujera la pista.

Debido a su excelente memoria que tenía y a las muchas veces que había visto el programa ___ se había aprendido perfectamente los pasos, incluso algunas veces se había imaginado realizándolos. En los primeros segundos de la pista, sin planearlo, la imagen de Viktor había invadido su mente y no quería irse ni tampoco ella quería sacarla de allí, ella sabía que él era la persona más importante en su vida, no podía recordar el tiempo que vivió antes de conocer a Viktor cuando apenas eran unos niños, esperaba que nunca dejaran de ser tan unidos. Los pasos los hacía con tal delicadeza que se asemejaban mucho a los que Viktor hacía y la expresión en el rostro de la joven reflejaba notablemente felicidad y paz, eso era lo que el ruso provocaba en ella, sólo eso, o era lo que ella pensaba pues mientras más tiempo la imagen de su amigo ocupaba su mente más era la presión que sentía en el pecho y el cosquilleo en el estómago.

Cuando terminó el programa estaba muy agitada y no sólo por el esfuerzo al realizar los pasos, sino por lo que había sentido en esos pocos minutos, sin embargo intentó disimular y le dedicó una sonrisa a Yurio y Yuko quienes la habían observado detenidamente en especial el primero.