Cap. 4

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Criss se encontraba recostada en la fría camilla del hospital, con la pierna enyesada, gracias a un esguince, su muñeca se encontraba envuelta en un venda, al llegar al hospital su muñeca estaba ligeramente hinchada gracias al golpe que le había dado al borracho, el doctor al ver dicha hinchazón insistió en vendar la muñeca y aunque Criss se negó a la final el doctor gano.

Se encontraba jugando Candy Crush mientras escuchaba como Ethan hablaba con el doctor, a ella no le interesaba escuchar, ya sabía todo el proceso que conllevaba aquel yeso, no era su primera vez en aquel hospital, de hecho conocía bastante bien al doctor, ella era amiga y todo al ser su cliente más frecuente.

La chica solía ser muy torpe al caminar.

Ethan se acerco a ella a paso lento, muy lento, o eso vio ella, pero no podían confiar en su juicio, la chica estaba algo drogada, gracias al sedante que le pusieron al llegar y el restos de alcohol que quedaba en su sistema, estaba un poco fuera de sí.

Ethan llego a su lado, ella formo una sonrisa de total alegría y envélese, este tomo la mano de la chica, y criss vio la mano con adoración, tanto que casi no escucho lo que Ethan le dijo.

¡Me esta tocando! ¡Me esta tocando!

-Criss escucha claramente lo que te voy a decir – Dijo Ethan a lo que ella asintió efusivamente aunque claramente no le prestaba la más mínima atención – esto es lo que tendrás que hacer con el yeso para cuidarlo porque....

-No es mi primer rodeo, vaquero – dijo ella interrumpiéndolo, paso su dedo índice por su camisa en una forma seductora – se todo lo que tengo que hacer con esta cosa – señalo el yeso.

Ethan forma una sonrisa disfrutando ver a la chica algo drogada, era muy graciosa.

-bueno, entonces creo que nos vamos - propuso él, la chica asintió y con ayuda de él se puso de pie.

Criss guardo su cel y comenzó a caminar arrastrando el yeso, sabía que debía usar muletas pero la chica se negaba a andar con esos aparatos que para ella eran solo un estorbo.

Salió del frio y pálido cuarto para adentrarse al pasillo del hospital, de inmediato sintió el distintivo olor del hospital, Criss lo odiaba, de hecho odiaba los hospitales, a pesar de que este era como su segunda casa.

Pasó frente a recepción cojeando y trastabillando un poco gracias a lo drogada que estaba, a punto de salir del hospital un grito los retuvo a ambos en su lugar.

-¡Criss! – Ambos voltearon a ver a la enfermera que se acercaba a ellos a paso veloz, Criss frunció el ceño, era una enfermera muy distinta a la que la atendía siempre – necesito que me dé su nombre real, es que la única que lo sabia esta de baja por maternidad.

A pesar de estar drogada Criss sintió terror, no quería decir su nombre completo, lo odiaba.

Ethan volteo a verlo extrañado.

-¿Criss no es tu nombre real?

-Lo es... en parte - dudo ella – es un diminutivo de mi nombre real – miro a la enfermera mordiéndose el labio inferior - ¿se lo puedo dar luego? Vengo muy seguido a este lugar.

-Lo siento pero no, lo necesito ahora – dijo la pequeña enfermera apenada, Criss suspiro algo irritada.

-Mi nombre completo es Crissalida Cinderella Scheck – dijo la chica con la mirada baja.

-¿Cinderrella? – Pregunto la enfermera - ¿Cómo la princesa?

Criss suspiro de nuevo con molestia.

-Si como la princesa – corto ella para luego seguir su camino y trastabillar al estar algo drogada, Etha llego a su rescate y la ayudo a caminar.

La chica no quiso ni verle la cara le daba vergüenza su nombre, Criss no comprendía la pasión de su madre por las mariposas y los cuentos de hadas.

Ya fuera del hospital Criss sintió la brisa de la noche chocar contra su cara, ella se sintió con una alegría algo infantil, tal vez por lo drogada que estaba o tal vez porque así era ella, en un acto de independencia digno de una niña se soltó de Ethan.

-Puedo caminar sola perfectamente – dijo la chica y fue a bajar un escalón.

Donde como era de esperar la chica casi cae si no fuera sido por Ethan que, como siempre, estaba en el lugar indicado.

-Creo que lo mejor es que yo te lleve – rio el – creo que si no lo hago tocara volver al hospital a vendarte la otra pierna – la chica gruño, él la tomo en brazos y la cargo caminado con ella como si a chica fuera peso pluma.

-No quería que supieras mi nombre – murmuro la chica algo dormitada gracias al mecer de los brazos de Ethan y la Brisa que chocaba contra su rostro.

-No tienes que preocuparte, yo también odio mi segundo nombre – le dijo el chico – Me llamo Ethan Juanito aponte

-Es bonito – murmuro la chica al borde del sueño, él chico rio, sabía que no era cierto.

-Igual que tu – casi escucho la chica que le decían, pero antes de poder objetar se vio consumida por el sueño sin saber si había lo que había escuchado era real o parte de un sueño de los tantos que tenia con Ethan.

¡NO más Chica Invisible! (NM#2)(Cancelada)Where stories live. Discover now