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Jeon Jungkook estaba sentado en la silla frente al escritorio de su pequeña oficina, no era la más grande pero al menos tenía una oficina. En su escritorio reposaban los últimos bocetos que había realizado, eran más de seis bocetos en los cuales mostraba una colección de ropa que había diseñado en todo ese corto —o largo— lapso de tiempo en el que visitó House of Cards.

Los dibujos eran perfectos, la manera en la que mezcló texturas, colores, todo era demasiado perfecto y surrealista, estaba satisfecho pero algo lo hacía querer arrugar todos esos papeles y quemarlos. Todo por una persona, esa persona en la que se había inspirado.

—Mierda...— Jeon Jungkook había creado una colección inspirada en nada más y nada menos que el stripper, ese idiota que lo rechazo y le hirió en lo más profundo de su orgullo.— Te odio.— Los dibujos dejaban ver un modelo delgado, de pelo negro, ojos rasgados y sonrisa encantadora, era un dibujo con las características de Min.

—¿Jungkook?—La puerta de su oficina se abrió levemente para dejar ver el rostro de Taehyung.— Es hora...— Kim Taehyung era su compañero de trabajo y amigo, el chico de estatura un poco baja y ojos grandes esperó a que él tomara sus cosas, se colocara el saco y suspirara.— Está bien Kook, los van a aceptar.— Ese día Jungkook presentaría sus propuestas a el director, desde que trabajaba en Moonlight, una de las compañías de diseño de moda más prestigiada de Seúl se prometió que debía lograr que algunos de sus diseños fueran aceptados y pudieran lanzarlos al mercado.

—Bien...—Pero Jungkook era sincero consigo mismo, todos sus diseños pasados eran nada comparados a los que ahora llevaba en una carpeta, quería negarlo pero el tal Min le había creado una inspiración única y no sabía si maldecir o alegrarse por eso.

—Todo estará bien Kook...— El castaño quería creer en las palabras de su amigo quien le sonrío. Taehyung sabía perfectamente su situación pues el pelicafé había recibido a su amigo muy molesto en la puerta de su apartamento aquella noche.

Jungkook recordó aquella noche; no quería causar un drama por algo que no valía la pena pero cuando su mente se aclaro toda la realidad le dio una patada directo al estomago.

Jungkook no quería sentirse rechazado, quería olvidar esa mirada con una mezcla de pánico y lastima que Min le dedicó cuando le dijo esas palabras que terminaron humillándolo.

En un inicio cuando salió por la puerta hechando fuego por los ojos y queriendo matar a quien se le pusiera en el camino perjuro que jamas en lo que le quedaba de vida volvería a ese lugar, nunca. Y si volvía a ver al tipo que ahora odiaba lo haría pagar por sus palabras.

Jungkook recuerda que se encontró con Jimin antes de salir del bar, también se topo con el tipo alto que le había sacado un buen dinero.

—¡Jungkook!—El mesero quiso decir algo pero la mirada de enojo y odio por parte del castaño lo hizo detenerse y Jungkook simplemente dejo el House Of Cards... dejando atrás sus estúpidas ilusiones, dejando atrás esa tonta obsesión que desde un principio supo que estaba mal... dejo atrás a Min y todo su tormentoso mundo, Jungkook no pertenecía ahí, nunca debió haber puesto sus ojos en un stripper, nunca debió haber imaginado que el tipo le correspondería... Jungkook fue demasiado iluso.

Y cuando Taehyung le abrió la puerta de su apartamento quiso ser fuerte, quiso mostrarse molesto pero no podía engañar a nadie, ese rechazo lo había herido en demasía.

—No puedo creerlo...hasta un stripper me rechaza ¿Puedes creerlo Tae?— Taehyung solo se mantenía callado.— Después de todo ¿Quién quiere estar a lado de un tonto como yo?— Y rompió a llorar, después de mucho tiempo aguantando, lloró. No solo por el rechazo de Min, si no por todo lo que vivió en un pasado, por todas esas malas experiencias que tuvo, por todo lo que vivía día a día. Jungkook había llegado a su limite y había explotado.

stripper; kookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora