Capítulo 26 | Logan

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-Logan-

Estoy a nada de perder los estribos.

No puedo aparar la mirada del idiota afroamericano que tenía su mano sobre la espalda de Hannah. Mi Hannah. Las cejas del chico se alzan con incredulidad y levanta las manos, como si estuviese amenazándolo con un arma. Ridículo.

—Tranquilo, Lerman. No quiero problemas contigo —dice, pero una sonrisa baila en las comisuras de sus labios. ¿Está burlándose de mí?...

— ¿Qué jodidos es lo que te parece gracioso, imbécil? —escupo. Apenas puedo contener la ira que está arremolinándose en mi interior.

—Logan… —la voz de Hannah está cargada de preocupación, así que me atrevo a mirarla de reojo. De inmediato soy capaz de notar su expresión cautelosa y ansiosa.

El imbécil ríe un poco y clavo mi vista en él. Sus manos se alzan aún más, pero no deja de sonreír. —Tranquilo, bro; no estoy riéndome de ti ni nada por el estilo; estoy riéndome de la situación. Estás malinterpretando todo, no hay razón para estar celoso.

—Tampoco hay razón para que toques a mi novia —mi voz suena tranquila y serena, pero estoy a punto de estallar. Ira cruda y fría se apodera de mi torrente sanguíneo. Odio que esté sonriendo. Odio que intente razonar conmigo. Odio que siga a un paso de distancia de Hannah...

—Logan, detente —dice ella, avanzando en mi dirección. Mi corazón late a una velocidad impresionante. Siento su mano apretando mi muñeca, tirando de mí. Quiero seguirla, y al mismo tiempo no quiero que ése idiota se salga con la suya.

Finalmente, me giro sobre mis talones. Me cuesta trabajo avanzar. Una parte de mí, la idiota impulsiva, me grita que debo volver y borrarle la sonrisa a golpes. Otra, la inteligente y sensata, me dice que debo seguir a Hannah y no buscarme problemas.

Tengo tanto tiempo sin pasar un rato de calidad con ella, que lo único que quiero hacer, es fundirme en sus brazos. Moría por verla, así que enviarle un texto a Steph era mi mejor opción para sorprenderla. Fue ella quien me dijo dónde se encontraban.

Ver a Alexandra me golpeó tan duro, que  no sé cómo es que no he colapsado. No la extraño. No siento absolutamente nada por ella, pero verla, fue revivir todo lo que pasó. El sentimiento de furia irrefrenable, mis puños sobre el rostro destrozado de Thomas, los gritos de Alex, la delegación, los gritos de mi papá, el llanto de mi mamá, la decepción en la mirada de Lucas, las horas declarando, la advertencia en el campeonato, los mensajes de texto ofensivos, las llamadas donde me gritaban asesino… Todo volvió a mí como un tractor demoledor.

La verdad cayó sobre mí como baldazo de agua helada. La noche en la que decidí seguir a Alexandra, acabé con todo lo que tenía. Perdí a mi familia, perdí el campeonato, perdí a casi todos mis amigos, y me perdí a mí mismo.

Decidir volver con el doctor Graham, mi psiquiatra, no fue una decisión fácil. Sin embargo, después de ese encuentro, lo he estado viendo todos los días dos horas por semana. Dice que no debo guardarme tantas cosas; que mis pesadillas son causadas por el deseo de mi inconsciente de liberar toda la carga que llevo dentro.

Sé que debo hablarlo con alguien, pero no me atrevo a hacerlo con nadie. Necesito reencontrarme. Necesito estar bien para recuperar a mi familia, para ser completamente feliz con Hannah…Todo esto es acerca de Hannah. Lo había estado pensando desde hacía tiempo, pero ver a Alex fue el detonante. 

Destroy Me | Logan LermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora