~ Soft ~ [ 2Jae - Omegaverse ]

Capítulo once.

Ya había pasado cerca de una hora cuando los menores llegaron al apartamento.
Podrían haber tardado más, pero ya se había vuelto una costumbre el dejar que BamBam y YuGyeom consiguieran el alcohol. Ya estaban acostumbrados, lo hacían incluso desde antes de poder consumirlo legalmente.

JaeBeom por su parte ya tenía puesto el tapaboca con "olor a YuGyeom", sabía que cuando el alcohol se mezclaba con sus amigos los olores se ponían horribles porque no los controlaban, aunque había notado que a pesar de estar todos allí, ningún olor le había molestado hasta el momento, su nariz parecía muy concentrada en el aroma a lavanda del omega.

El par recién llegado se presentó respetuosamente con YoungJae, quien se sintió aliviado al dejar de ser el menor entre aquellas personas.

JaeBeom le comentó a YuGyeom que YoungJae había identificado su olor como el del té blanco, pero YuGyeom le dijo que ya lo había identificado aquella vez que fueron con Jackson a hablar con uno de sus profesores sobre olores.
Le dijo que aquel olor era de "una flor llamada camelia sintesis o algo así" y Jackson le corrigió:
"¡Camelia sinensis, YuGyeom-ah!"
Y, aunque la flor se usa para hacer cualquier tipo de tés, el té blanco es el único que se hace únicamente con aquella flor, sin agregar otros sabores.
Jackson alagó a YoungJae y a su sentido del olfato y éste sonrió feliz, soltando un simple "Gracias, hyung~" tímido.

Luego BamBam comentó algo cómico sobre las marcas en el cuello del castaño, pero fue regañado por JinYoung así que simplemente se mantuvo callado observando al omega, de verdad estaba curioso, más que nada sobre el rostro del chico.
Luego de mirarlo por un largo rato y crear incomodidad en YoungJae y algo de confusión y enojo en YuGyeom (quien fue el único que notó las miradas), BamBam se dio cuenta de algo: ya conocía a ese chico y al mencionárselo a YoungJae éste también lo recordó.

Y ahora todos estaban más que confundidos.

—No entiendo. ¿Cómo es que ya se conocen? —preguntó JaeBeom.

—También quiero saber —comentó el menor de todos cruzado de brazos, bastante confundido.

—En realidad no nos conocemos como tal —aclaró YoungJae—. Solo nos vimos una vez —rió un poco al recordarlo y se puso una mano en la cara.

—Ay —BamBam también comenzó a reírse.

—Yah, ¡pero cuenten! —chilló YuGyeom, tanto misterio le empezaba a molestar.

Bam dejó de reírse y observó tranquilo a su amigo, poniendo un mano en su muslo y apretándolo un poco.
YuGyeom le dedicó un mohín y el peliblanco le sonrió, recibiendo el mismo gesto del beta.

Aquella situación ocurrió bastante rápido, nadie le prestó mucha atención realmente. Fue como si los menores hubieran creado su propio mundo por apenas unos segundos y luego volvieran a la realidad.

—A decir verdad yo no conozco el punto de vista de BamBam-ah, así que contaré lo que me pasó a mí —YoungJae habló sonriendo, sintiéndose algo raro por tener la atención de tantos ojos sobre él. Nunca le pasaba. Solo cuando cantaba y tocaba el piano en su trabajo la gente lo observaba con atención e interés, pero nunca cuando hablaba—. Estaba en el campamento al que habíamos ido todos los del club de deportes, entonces-

—Aún tengo esa duda, ¿por qué estabas en el club de deportes? —JaeBeom lo interrumpió.

—Oh, porque era parte del equipo de fútbol —respondió sonriendo y el alfa hizo lo mismo, asintiendo con la cabeza. El contacto visual y las sonrisas mutuas se alargaron por más de un segundo y desviaron las miradas incómodos.