El significado de la belleza

Parte II. ¿Quién es el verdadero "monstruo"?

Parte II. ¿Quién es el verdadero "monstruo"?

El Uchiha había logrado herir al demonio en un brazo. La sangre de la bestia goteaba desde la afilada hoja de metal, Sasuke al fin colocaba una sonrisa en su cara, aunque parecía malévola y llena de apatía hacía los quejidos del demonio zorro.

—Es tu día de mala suerte, bestia —le dijo divertido mientras agitaba su espada.

—¿Por qué haces esto? —habló la criatura y entonces el guerrero alzó una ceja confundido, ¿le había hablado? Por primera vez, se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Aquel "monstruo" se veía indefenso ahora mismo, los ojos que irradiaban furia y parecían rubíes, ahora se volvían zafiros, eran tan azules como el océano.

—¿Sabes mi idioma? —preguntó confundido.

—¡¿Eso es lo que te sorprende?! —gruñó la bestia con indignación, viéndose más animado que antes.

—Los monstruos son diferentes a los humanos, así que sí, me sorprende —dijo con cara estoica, el zorro se mostró indignado y frunció profundamente el entrecejo.

—Ustedes los humanos son los verdaderos monstruos —le contestó con brusquedad.

—¿Disculpa? —ahora el ofendido era el guerrero —¿Te vas visto en un espejo, bestia? —preguntó con cinismo —¿O eres tan feo que le huyes a tu reflejo?

Las burlas del Uchiha iban en aumento y eso provocaba que el demonio zorro comenzara a enfurecerse de nuevo. Sasuke nunca había sido amable con nadie, incluso si cometía errores y era grosero, se le trataba como un héroe.

Pero en el mundo de esta criatura, él era un villano asqueroso y cruel.

—¡Lárgate de mi hogar! No están permitidos los humanos aquí, solo vete —gruñó dándose la media vuelta, prefería adentrarse de nuevo en los bosques que seguir escuchando los insultos de ese chico.

—No hemos terminado, bestia.

—Ese no es mi nombre —dijo enfurruñado.

—¿Acaso las bestias tienen nombre? —preguntó el Uchiha con interés.

—Claro, tú tienes uno ¿no es verdad? —sonrió ante su propia broma y vio la cara molesta de aquel considerado un exterminador —¿Cuál es tu nombre, humano? —preguntó de la forma más cortés que su malhumor lo dejaba.

—Sasuke Uchiha —contestó con un bostezo. Aquella pelea estaba atrasándose mucho.

—Es la primera vez que escucho otro nombre que no sea el mío —dijo con un pequeño tono de entusiasmo.

—¿Y el tuyo? —cuestionó, aunque siendo honesto, Sasuke le importaba una mierda. Pero de alguna forma, la alegría de la bestia le conmovió, levemente.

—Naruto...

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Se escuchaba el choque de las garras contra el metal de la espada de Sasuke. Ambos tenían cortes, rasgaduras y sangre fluyendo de sus heridas abiertas. La sonrisa maliciosa del Uchiha se notaba más con cada golpe, Naruto solo deseaba que este humano lo dejara en paz.

No quería pelear.

—Ponte serio, ¡bestia! —insultó y notó que los ojos de Naruto se volvían carmesí. Parecía que provocarlo funcionaba. Siguieron luchando en el bosque, hasta que un voraz gruñido los confundió y ambos se giraron, un enorme oso negro corría hasta su dirección.

Naruto comenzó a imitar gruñidos similares a los del enorme animal, pero este parecía ignorarlo, iba tras Sasuke. El guerrero blandió su espada, pero un zarpazo del oso la mandó a volar lejos, el azabache chasqueó la lengua y corrió para evitar que la otra garra del mamífero le diera de lleno en el cuerpo. El demonio zorro parecía preocupado, intentaba calmar al oso, pero este lo ignoraba olímpicamente, su único propósito era eliminar al Uchiha de su amado bosque.

De alguna forma, Sasuke terminó siendo arrinconado a la orilla de un barranco. Sin su espada, se sentía inútil, ya que, aunque era bueno en pelea de cuerpo a cuerpo, no les ganaría a las garras de un oso de casi dos metros. Vio que, Naruto seguía intentando calmar al animal salvaje.

Entonces, el animal harto de aquel espectáculo, lanzó lejos a Naruto con la fuerza de su pata. Sasuke quedó a su merced y cerró los ojos. Era patético su final, no había completado su misión y sería eliminado por un simple oso negro, esperaba que los de su aldea jamás se enterarán o, mejor dicho, su padre, sería el hazmerreír de los Uchiha.

Antes de que el oso se abalanzara sobre él, sintió calidez, por primera vez en su vida. Naruto lo abrazó y recibió el zarpazo en toda su espalda, desgarrándole la piel. Sasuke se quedó boquiabierto ante la osadía de aquel demonio.

Ambos cayeron por el precipicio y terminaron inconscientes en el suelo.

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Sasuke fue el primero en recobrar el conocimiento, se sentó sobre el blando suelo y observó a su lado, Naruto estaba boca abajo, le brotaba sangre por todos lados y respiraba con dificultad. El Uchiha sintió un dolor en el pecho y no supo a que se debía, era la primera vez que sentía culpa, así que no supo definir bien sus sentimientos.

Observó a sus alrededores y notó una enorme roca. Todo terminaría rápidamente si le aplastaba la cabeza y ya, su misión sería completada y sería aclamado como el héroe de todos los tiempos, hasta su padre tendría que reconocerlo públicamente.

Obtendría todo lo que siempre había deseado... ¿no?

—Pero, ¿qué es lo que en verdad quiero? —se preguntó confundido. Lanzó la enorme piedra lejos y tomó a la herida "bestia". La cargó en su espalda y caminó con dificultad.

Este demonio que todos temían en su aldea, no era aterrador. Era como una linda mascota. A pesar de que se estaba ensuciando de la sangre de aquel que debía ser su enemigo, se sintió entrañable, cálido, vivo.