Una de las mejores decisiones que Jerome pudo tomar fue unirse como compañero con ___ para, de una vez por todas, reinar sobre Gotham.
___ era la villana más poderosa en ciudad gótica, y la prensa la consideraba muy parecida al psicópata. Y no se equivocaban. Loca, maniática, asesina, psicópata, desquiciada, sumamente inteligente y fría como el mismo Ártico.
Pero había una sola característica que la diferenciaba de Jerome y es que aun, en lo más escondido y recóndito de su corazón, una mínima parte aun la reservaba para el amor y algo de pasión... pero esa es una necesidad biológica que todos los humanos tienen incluidos los vilanos.
O eso fue lo que descubrió luego de unirse cómplice con Jerome, definitivamente la peor decisión que ella pudo tomar.
-Ya estoy cansada de esperarte-Dijo ___ sin expresión alguna a Jerome que se bajaba de un jeep negro.
-Lo siento, gatita-Dijo el hombre limpiando unos rastros de sangre seca que quedaban en sus manos-Estaba resolviendo unos asuntos-Habló con media sonrisa y una mirada de lujuria que instaló sobre ___.
-Te atrasas una vez más y te mato-Dijo la villana sin rastro de emoción en sus facciones y pisó con la punta de su bota negra la colilla del cigarrillo que estaba fumando unos segundos antes.
-Me encanta cuando hablas de esa manera, nena-Dijo Jerome con un tono seductor y palmeó el trasero de ___.
Ella en un acto reflejo e instintivo tomó la muñeca de Jerome y con un empujón hizo que quedara de espaldas con su brazo apresado por su propio cuerpo y el de ella.
-Vuelves a tocarme el culo y te corto los dedos-susurró en su oído.
Y sin esperar respuesta alguna de Jerome, soltó su agarre y ambos entraron en la fábrica abandonada donde se realizaban los planes para acabar con todo lo bueno en Gotham.
Caminaron en silencio por los largos pasillos, que lucían abandonados, pero luego de unos cuantos metros llegaron a unas puertas de metal enormes en donde se exigía una contraseña y un escaneo de retina para poder acceder al interior.
Y si, esta era la ''súper guarida de villanos'' de ___, así lo había nombrado Jerome la primera vez que había visitado el lugar.
Caminaron hasta el final del primer piso y atravesaron otra puerta de metal pero más pequeña, Jerome ingresó la clave y sostuvo la puerta para ___.
-La damas primero-Dijo haciendo una especie de reverencia mientras le dedicaba una sonrisa juguetona a la villana.
___ pasó de largo sin siquiera darle las gracias o dedicarle una mirada, puede que algo dentro de ella en su estomago haya revoloteado pero decidió ignorar todo tipo de estúpidos sentimientos adolescentes. No era el lugar ni el momento.
Al cruzar la puerta se encontraron con un circulo de, al menos, diez matones vestidos elegantemente con trajes y corbatas negras que rodeaban a una persona atada a un silla en el centro de la habitación.
-¿Qué tenemos aquí?-Dijo Jerome con una enorme sonrisa en el rostro.
-John McLovin, dueño del banco central de Gotham y varias compañías petroleras a lo largo de América-Dijo West, uno de los matones, leyendo el expediente del hombre.
-¿McLovin? Que ridículo-Dijo ___ rodando los ojos, uno de los hombres soltó una pequeña risa pero de inmediato se calló cuando ambos villanos los miraron con seriedad y un toque mortal en la mirada.
-Que comience el show-Dijo Jerome y se acercó a una mesa de metal movediza donde se encontraban una numerosa cantidad de utensilios para torturar.- ¿Qué prefieres usar, nena?-Jerome apuntó a la mesa, él escogió un cuchillo bastante prominente y la muchacha sacó de la parte trasera de su pantalón una pistola.
