12. [ L I S O O ]

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En esos labios tan finos, suaves y delicados en forma de corazón no estaba plantada esa distinguible sonrisa tuya. Debo admitir que amo demasiado ese lindo gesto, y más cuando tus pequeños ojitos se cierran en contraste a tu sonrisa. Hey, con tan solo verte feliz mi mundo por automático lo era.

Pero ahora que te observaba desde lejos, casi nunca podía apreciar semejante acción, y las raras veces que lo hacías, no era una sonrisa natural, llegaba a verse —hasta cierto punto— forzada, asimismo tu aspecto no era muy saludable, tus labios no eran rosados y brillosos, se veían tan pálidos y secos. Había grandes ojeras debajo de tus ojos y tus mejillas comenzaban a verse huecas, como si te estuvieras obligando a ti misma a no alimentarte correctamente.

¿Por qué, Jisoo? ¿A qué se debe tu cambio? ¿Es por mi culpa? Yo nunca quise dañarte, era lo que menos quería hacer, siempre traté de protegerte de todo mundo; cuando salíamos juntas —ya fuera con amigos o solas— tomaba de tu mano con el fin de cuidarte de cualquier cosa o persona que quisiera dañarte. Pero ahora que lo analizo mejor, me percato que yo fui de quién más debí protegerte, al parecer solo te herí y dejé en el estado que ahora estás.

Ahora mismo, estás en la cafetería de la universidad, te encuentras comiendo de una forma muy forzosa una barra de cereal con leche de chocolate, Rosé está a tu lado comportándose como una mamá dando un sermón respecto a tu alimentación, en este momento estoy agradecida con ella, yo haría lo mismo.

—¿Qué van a hacer al salir de aquí? —a pesar de que estaba observándolas desde un rincón muy alejada, logré escuchar a Jennie claramente— ¿Qué les parece si vamos a un café?

—No puedo, tengo planes —aun me costaba escuchar tu voz, tan rota, tan triste, quería salir de mi escondite y abrazarte con tanta fuerza, pero no lo iba a hacer.

—No me digas que...

—Así es, haré lo mismo de todos los días después de clases —Jennie bufó molesta ante tus palabras, además habías dejado la mitad de tu poca comida sobre la mesa, salías casi corriendo de la cafetería.

—¡Kim Jisoo! ¡No quiero saber que te volviste a desmayar! —el gritó de Rosé hizo que me pusiera inquieta, ¿eso había pasado? ¿Cómo no me enteré?

Salí apresurada de ahí, no quería perderte de vista, aunque nunca me notarás, siempre estaba cerca de ti. Al parecer no era la única que iba tras de ti, Jennie y Rosé comenzaron a dar grandes zancadas hasta quedar justo a tu lado, yo me mantenía a unos cuantos pasos detrás.

—¿En serio vas a ir? ¿Nunca te cansas? —por la agitación en su voz, podía asegurar que Jennie estaba muy cansada— Siento que solo te haces daño a ti misma.

—Eso me dijo el psicólogo —murmuraste, frenando en seco—. Me recomendó que me tomará un tiempo y no fuera hasta sentirme mejor, pero quiero ir una última vez —las miraste, y forzaste una sonrisa más—. Quisiera ir sola.

De nuevo saliste apresurada de ahí, los taxis que transitaban por las calles del instituto eran muchos, así que tomaste uno casi de inmediato, no me molesté en seguirte, sabía que ibas a recorrer varios sitios, así que me adelanté en llegar primero que tú al último lugar al que irías. Me iba a despedir junto contigo para siempre, tenía que hacerlo, no merecías esto.

[***]

Al parecer estabas tomando tu tiempo, pero no te preocupes, eso no me molesta en lo absoluto. Decidí sentarme cerca de ahí junto a un árbol, debajo de la gran sombra que causaban sus hojas.

Escuché pasos acercarse, sabía que eras tú, de eso no tenía duda y lo confirmé cuando hablaste.

—H-hola —tu voz temblorosa, tan solo tu voz me dolía tanto—, Lisa.

—Hola, Jisoo —respondí, poniéndome de pie, caminando hasta quedar frente a ti, recargué mis manos sobre ese frío concreto.

—Me siento terriblemente mal sin ti, ¿s-sabes? —soltaste un sollozo, al mismo tiempo que una lágrima se deslizaba sobre tu perfecto rostro— Teníamos tantos planes tú y yo, las dos juntas, pero todos se arruinaron, porque ya no hay un futuro contigo, eso ya no existe —solo me dediqué a contemplarte y escucharte con atención, tratando de mantenerme firme por más que me costara el verte en tal estado—. Lisa, compramos un departamento juntas, ¿lo recuerdas? Fue hace dos años, luego de que tus padres te... te corrieran de casa por decirles de nuestra relación. Pero no puedo seguir ahí, hoy pasé por mis cosas, regresaré con mis padres unos meses —tal confesión me pareció buena, yo sabía que era por tu salud—. En ese departamento pasamos muy buenos ratos juntas. Yo siempre odié dormir sola, por eso solía esperarte despierta hasta las 12:00 que llegabas del trabajo de medio turno, te molestaba eso porque no dormía y debía despertar temprano por las clases, pero solo fingías tu enojó, porque sonreías cuando pensabas que no te veía, yo sé que te gustaba que te recibiera despierta —me sentí mucho más tranquila al ver tu sonrisa, era sincera, llena de amor a pesar de las lágrimas que no dejaban de brotar de tus ojitos.

—Estabas en lo correcto, me encantaba verte después de un día pesado —susurré, no tienes idea de como quería abrazarte pero no lo hacía.

—Pero entonces pasó hace tres meses —sorbiste tu nariz la cual estaba roja, mientras limpiabas con un pañuelo tus lágrimas—. Esa noche, Lisa, esa maldita noche te esperé, tenía preparada una cena especial porque cumplíamos cuatro años juntas, pero... —rompiste en un mar de lágrimas, acompañados de sollozos incontrolables.

Verte así fue mucho para mí, sin dudarlo más, corrí a abrazarte, lo hice, sabía que no era lo mismo, pero tenía que intentarlo y, por alguna extraña razón, funcionó, porque te controlaste, dejaste de sollozar.

—Pero nunca llegaste —terminaste, yo no dejaba de abrazarte—. Luego me llamaron por la madrugada... solo para informarme que mi perfecta novia había sufrido un accidente que te dejó sin vida, Lisa. Te arrancaron de mi lado, cuando yo te necesitaba.

—Jisoo, siempre traté de cuidarte y protegerte —comencé a decir, y parecía que me escuchabas, porque no hablabas, solo te mantenías en silencio, llorando—. Pero yo solo te dañé más, pero prometo que estaré a tu lado aunque nunca me veas. Nunca estarás sola. Y esperaré por ti toda una eternidad para volver a encontrarnos; pero quiero que seas feliz con alguien más y salgas adelante, no te hundas en una miseria, no lo mereces.

Estuvimos en silencio, solo contemplabas en donde estaba mi cuerpo enterrado debajo de esa lapida. Fueron los últimos minutos que pasé contigo. Hasta que llegó el fin.

—Adiós, Lisa —colocaste un par de flores sobre mi lapida—. Espero que el labial que dejé en tu rostro aquella noche, se mantenga igual de rojo que estas rosas que dejó en tu tumba.



Este OS fue por la canción Roses de Against The Current(?), just saying. cx

Stories || lisoo/chaennie [ONE SHOTS, ACABADA]Where stories live. Discover now