Me odio, Pero te amo

Capitulo 4

La herida de Laura huele a una de las pocas toxinas que puedo reconocer de inmediato, y no por una buena razón. Era el favorito de Maman por sus efectos. En la primera etapa, la víctima puede que ni siquiera sepa que está envenenada, o incluso herida, porque bloquea el dolor. En la segunda etapa, la víctima está en extrema agonía y querrá morir con tal de aliviar el dolor. En la tercera y última etapa, el cuerpo se apagará lentamente, dejando a la persona sufriendo hasta su inevitable muerte.
No hay cura para esto, no a una que pueda acceder. El veneno incluso funciona en los muertos vivientes, aunque no mueren pero son torturados con el dolor hasta que abandona su sistema. Maman hizo un antídoto para inmunizarse. Ni siquiera a mí, su "diamante brillante" me lo dio. Aunque supongo que no es una sorpresa. Maman siempre se preocupó por sí misma, y si alguien más fue ayudado o perjudicado en el camino, no le importó.
Mi cuerpo tiembla con el impulso de correr de vuelta a Maman y retorcerle el cuello, incluso si ella está en el cuerpo de Ginger Two(Perry). Su trampa no solo lastimó a muchos, su trampa está lastimando a Laura. Mis manos se cierran en puños y sé que si me suelto y golpeo la pared como quiero, toda la biblioteca se derrumbaría sobre nosotros en represalia.
-  ¿Carm?- Laura levanta el brazo que no esta lesionado y me toma suavemente la cara. Cierro los ojos, inclinándome al tacto. - ¿Qué pasa? ¿Es tan malo?- Pregunta.
Son buenas y malas noticias que ella parezca más concentrada. Buenas porque podrá escuchar y comprender mejor la gravedad de esta situación y mala porque... el dolor vendrá pronto.
- Está envenenado, y no uno que pueda curarse con ninguna antitoxina que podamos utilizar -
LaFontaine maldice silenciosamente. Normalmente, los molestaría sin piedad, pero ahora no.
- ¿Duele mucho? Porque no siento mucho dolor en este momento -. Laura se estremece con un ligero movimiento, es una señal segura de que la segunda etapa está comenzando.
- Lo siento, cupcake -. Mi garganta se cierra sobre mí y ahogo un sollozo. Oh dioses, no estoy preparada para perderla. Ella es muy joven, no puede morir todavía. Ella no puede irse, no mientras las cosas aún no estén bien entre nosotras. - Pero va a doler mucho -.
- ¿Es...? - LaFontaine se calla, tragando saliva audiblemente en el ensordecedor silencio de mi angustia. - ¿Es fatal? -
- Sí -, le susurro.
Decir eso rompe mi corazón. Laura, mi Laura, va a morir. Puede que no estemos juntos, pero ella siempre será mía, así como yo siempre seré de ella.
Hay un peso invisible en mi pecho, lo que me dificulta respirar, aunque he estado muerto durante siglos y no he tenido que hacerlo desde mi muerte.
-  ¿Hay algo que podamos hacer? - La voz de Laura se rompe.
- Hay una cosa que puedo hacer. También viene con dolor, y también existe la posibilidad de que mueras. Es algo que nunca le hubiera deseado a nadie, especialmente a ti. Solo con tu consentimiento lo haré- . Le digo, sabiendo que ella probablemente reconoce de lo que estoy hablando.
- ¿Qué es?- LaFontaine pregunta.

- Convertir a Laura en un vampiro-.