Volver a casa

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Creo que hoy, después de mucho tiempo, vuelvo a empapar un par de sentimientos en las yemas de mis dedos para poder admirar mi supuesta sensibilidad como espectador y ya no como protagonista. 

Esta semana fue, como la calificaría yo, hermosa, muy buena e interesante. Realmente extrañaba la singular soledad que me brindaba mi casa de estudios. Es ese silencio, esa paz, ese hermoso color del cielo combinado con el de la tierra que no me deja regresar a mi hogar porque siento que ya estoy en él. Ya no tengo a donde regresar porque tengo todo, me tengo a mi y tengo a las lágrimas que caen por el recuerdo de haber tomado la mejor decisión de mi vida.

Sin embargo, llegó el fin de semana, sabía que iba a tener que esperar para poder regresar pero tenía una lista de cosas planeadas y así poder abordar estos dos días de la manera más conveniente. Yo estaba feliz puesto que me había re encontrado con un entretenimiento al cual había dejado hace mucho tiempo, lo extrañaba y en verdad lo disfruté cuando tuve la oportunidad. Sin embargo, salí de casa, me fui a la de uno de mis mejores amigos junto a otro al cual lo coloco en el mismo grupo que al anterior mencionado.

Llegamos y todo estuvo muy bien al comienzo, sin embargo, desde la mañana, no quería salir. Sinceramente, no quería salir, quería quedarme en casa pero sentí que eso me pondría triste, que me haría pensar mil y un cosas otra vez, que me haría sentirme solo y peor aún, rodeado de gente que no me aporta ningún comentario ni visión alentadora. 

Cuando estuve fuera, me cohibí increíblemente. No hablaba, solo estaba pensativo, sintiendo que todo lo que dijera iba a ser desmerecido casi inmediatamente y que no era más que una burla. Me deprimí, solo, sin necesidad de un comentario ajeno a los que pululan dentro de mi cabeza.

Solo esperaba que las horas pasen para poder irme a casa, sin embargo, no podía demostrar ese descontento, no lo veía adecuado, sentía que debía disfrutar ese momento de la mejor manera posible aunque me obligue a mi mismo. Sin embargo, ahora todo me queda más claro. 

Quiero quedarme solo, quiero hacer todo con solo el sonido de mi respiración como acompañante, quiero el silencio como cobijo y confidente de mis miradas perdidas. Quiero tener una mano invisible secando mis lágrimas y que mi tristeza cabe profundo en mis mejillas haciendo que presione los dientes, suma el vientre y solloce despacio. Quiero estar solo para poder hacer lo que me siento que me hace ser yo.

No sé si vaya a ser así por siempre, pero cuando bajé las escaleras de las estación del tren y empecé a caminar con dirección a mi casa, supe que no es tan malo estar solo después de todo y que tampoco está mal querer estarlo.

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⏰ Last updated: Mar 26, 2018 ⏰

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Muerto en mi día.Where stories live. Discover now