Chapitre 3

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Narrador...

Alonso salio de la oficina de Jose y se encaminó al escritorio de su hermana, esta por su parte, se encontraba platicando con otras tres chicas mas. Alonso suspiro y se recargo en el escritorio mientras estaba atento a la conversación de aquellas damas, que al parecer no habían notado la presencia del castaño.

-Ese amorío tuyo no te va a llevar a nada bueno Eve, lo sabes ¿no? -reprocho una de las compañeras de Evelin, la actitud de esta le estaba molestando demasiado y es que desde que llego a la oficina no hacía mas que hablar de lo "buen ejemplo que era Canela para todos " o simplemente buscaba algún pretexto para hablar de su atractivo jefe y lo afortunada que era de ser su secretaría.

-Si tanto te molesta no entiendo por que sigues aquí querida, nadie te tiene a la fuerza ¿o si? -reclamo la castaña con sobresaliente enojo y celos. Mas que un simple amor platónico era una obsesión por su jefe, quien no hacía mas que ignorarla y fingir que no sabía nada de sus sentimientos que esta sentía hacia él.

-Evelin calmate, no es para que nos corras de esa manera y de una vez vete haciendo la idea que el señor Canela no te va hacer caso, o ¿ya se te olvido su fetiche por los chicos menores que él? -dijo Amanda una de las tantas secretarías que ahí había.

Todas las "amigas" de la castaña se fueron a sus respectivos puestos e ignoraron a Evelin que estaba mas que enojada y decepcionada; ya se le había olvidado el "pequeño de talle" que Canela tenía.

Alonso desvío su mirada del rostro de su hermana y se decidió a hablar, después de todo tenia que volver a casa para descansar un poco y asimilar todo lo que había vivido con tan solo unos minutos a solas con Jose.

-E-eve -susurro y la castaña volteo y relajo su cuerpo para brindarle una sonrisa a su hermanito, como ella le gustaba llamarle al ojiazul.

-Alón, ¿todo bien? ¿te dieron el puesto de mi asistente? -y fueron esas simples palabras que hicieron que los nervios volvieron a él. ¿Como diablos le podía decir que es el asistente personal de su jefe cuando se acababa de enterar que Evelin siente algo por Canela?

-P-pues a-algo así, me puso a prueba durante una semana y después verá en que puesto podría estar -en todo ese tiempo no dejo de jugar con un pedazo de hoja que estaba sobre el escritorio de su hermana.

-¡Oye, eso es una muy buena noticia! Te aseguro que pronto estaremos trabajando juntos. ¡Estoy tan orgullosa de ti hermanito! -se levanto de su asiento y abrazo al castaño que sentía morir de nervios. Sabía que tarde o temprano Evelin se daría cuenta que en efecto, consiguió el puesto pero no el que ella estaba pensando.

-Si, es u-una buena oportunidad -correspondió al abrazo y no dijo más.
-¿Te parece si vamos por una pizza? Mi hora de comida ya mero comienza y que mejor para celebrar tu próximo primer trabajo ¿no? -dijo separándose del abrazo y tomando a Alonso por los hombros.

-Si, es buena idea -hizo por forzar una sonrisa que fuera lo bastante creíble para su hermana.

Evelin sonrió y tomo sus cosas para luego acomodar todo en su sitio. Las manos de Alonso temblaban y sudaban como si fuera el peor crimen del mundo, pero en serio que su hermana era algo especial en el asunto de las relaciones y llegaba a alterarse demasiado si alguien se interponía en sus conquistas.

-Andando

Ambos salieron del edificio y se dirigieron al restaurante mas cercano, y claro, que vendieran pizza.

(......)

La noche ya había caído y era hora de descansar. El castaño aun mantenía ese pendiente sobre su casi mentira, pues no fue una mentira en sí. Solo fue una pequeña parte de todo la información que debería de saber Evelin pero, quizá no sea una brillante idea decir todo lo que había sucedido dentro de aquella oficina.

Alonso programó su alarma y después de su aseo diario se dispuso a descansar, tal vez mañana sucederían cosas de las cuales algunas se tengan que ocultar.

7:30 am

Alonso estaba atento a cada orden que José decía, todo debía de estar en orden y en su respectivo lugar, nada podía salir mal, cada hora tenía que estar ordenada, juntas o entrevistas tenían que estar perfectamente seleccionadas de las mas importantes a las menos necesarias, nada debía salir de aquellas cuatros paredes, absolutamente nada.

-Alonso toma unos de los papeles amarillos que hay en el estante y acomodalos de manera alfabética -dijo con voz neutra y sin despegar su vista del monitor de la computadora.

El castaño camino y miro de arriba a bajo el estante, había demasiado documentos en diferentes carpetas y en sus respectivos espacios. Miro la parte mas alta de este y justo hasta el final se encontraban los dichosos papeles.
Maldijo en voz baja y busco algún banco o cualquier cosa para poder subir.

Canela alzo su vista para reprochar la pérdida de tiempo que el ojiazul estaba haciendo pero todo eso se fue al ver al castaño inclinado mientras acomodaba un pequeño banco para incrementar su altura. Su labio fue preso por sus dientes al ver el regordete trasero del castaño enfrente mientras movía naturalmente sus caderas. Sin importar la reputación de su empresa o la suya, se levantó y camino hasta estar cerca del castaño.

Alonso por su parte estaba tan concentrado en alcanzar aquellos documentos que no se dio cuenta de la presencia de su jefe

Las manos de Canela fueron hasta la cadera del ojiazul y lo acercaron a su cuerpo. El castaño volteo un poco exaltado al sentir unas manos en su cadera

-Veo que tienes problemas para alcanzar los papeles, ¿necesitas ayuda? -hablo bajo y con voz un tanto ronca, el pequeño Alonso lo ponía en sobre manera y sino fuera por que el ojiazul era menor de edad, esas caricia subiría de nivel

-N-no gracias, yo puedo solo -susurro con nervios y un suspiro salio de sus labios al sentir un ligero rose de los labios del jefe en su cuello.

-¿Seguro? -sus dedos pulgares comenzaron a hacer pequeños círculos en la cintura del mas bajo y pequeños suspiros por parte de este comenzaban a despertar un gran problema

Alonso parpadeo seguidamente y logró recuperar un poco de la cordura que ya se había esfumado en el momento de sentir a Canela tan cerca, sus nervios lo invadieron y miro las manos de su jefe subiendo poco a poco su playera rayada.

-De verdad estoy bien...-hablo rápido e impulso su cuerpo hacia atrás para dar media vuelta, ocasionando que su trasero chocara con la pelvis de Jose.

Un jadeo salio de los labios del pelinegro y tomó con mas fuerza la cadera del castaño, su rostro se enterró en el cuello de este y dejo salir un gran suspiro seguido de una sonrisa.

-Vamos por partes cariño, no quieras correr cuando puedes caminar. -sin pudor alguno paso la punta de su lengua por detrás de la oreja del castaño y susurro - yo te puedo enseñar a correr si así lo quieres

El pecho del ojiazul subía y bajaba de manera rápida, con cada palabra que decía Canela sentía pequeñas descargas y no negaría que deseaba con inmensas ganas que las manos de su querido jefe se adentraran un poco mas en su camisa, y quizá, en su pantalón.

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@CursiPeroJalonso ✌

Recuerden que esta historia sera la única que no sera cambiada, ya que me gusto como quedo y aun faltan demasiados capítulos

Chau :v

Enamorado Del Asistente. -|Jalonso|-Where stories live. Discover now