Parte 6 - Sobre súcubos y corazones

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Hay dos maneras simples en las que un hada puede morir, la primera es consumiendo alguna sustancia traída desde el bosque negro de una de las islas perdidas, la otra es entregando su corazón a un ser y que este lo desprecie, muera o lo deje de amar. El corazón de un hada es frágil, por eso no se entrega con facilidad, pero Jimin estaba tan enamorado de ojos felinos que lo miraban hasta hallar su alma que tan solo necesitaba un poco más de Yoongi para entregar su corazón y vivir el resto de sus días junto a él.

Si volvemos un poco a la infancia del abogado podemos decir de su madre que fue una mujer horrible, cientos de hombres pasaron por su cama, irían hasta perder su dinero y sus hogares, cualquier hombre que llegara a sus sabanas lo perdería todo en cuestión de semanas, algunos morirían poco tiempo después, de locura, pobreza o enfermedad. Era sin duda una mujer peligrosa. Pero allí se encontraban, cárcel femenina de la ciudad de Seúl, seguridad media, pabellón de reclusos con enfermedades mentales, según los psicólogos era una mujer con trastornos de personalidad peligrosos, delirios y ataques de ira; por eso mismo se le sometía a una fuerte dosis de calmantes y una camisa de seguridad, con visitas controladas por un cristal, ya que tendía a escupir y morder si tenía la oportunidad.

Después de los controles de seguridad y las recomendaciones ambos pudieron pasar a la sala controlada, era una habitación blanca separada por un mesa de metal y una ventana de cristal de lado a lado, Yoongi pasó primero, dejando a Jimin fuera para que entrara luego. Su progenitora ya se encontraba allí, una mujer hermosa, cabello lacio y corto, negro como el carbón, piel blanca cual porcelana, ojos felinos y acusadores, labios rojos como la sangre misma sin un rastro de imperfección, esa clase de rostros que con una sonrisa te llevan al infierno ida y vuelta.

--¡Pero miren! es el pequeño engendro-Dijo la mujer, con su voz seductora y suave como la seda

--Hola, Leesoo-Contestó Min sentándose frente al gran cristal

--¿Qué te trae por aquí? ¿Acaso extrañabas a mami?-Dijo con un tono de burla y una risa macabra al final

--Nunca he tenido ni tendré algo qué extrañar de usted, he venido únicamente porque una persona importante lo ha solicitado. Y escuche bien, mujer; no quiero ninguna desfachatez por parte suya, él dirá lo que tiene que decir y nos iremos. En lo posible esta será la última vez que le vea. -Min dijo de manera clara pero fuerte mirando a la mujer con todo el odio y resentimiento que llevaba consigo

--¿La pequeña cría tiene un súbdito para llevar al infierno? Interesante-dijo con fingida inocencia

--Cálmate, mujer.-Min salió de la habitación para ir por Jimin

--¿Listo, cariño? Recuerda que ella no está bien, no prestes mucha atención a lo que diga-Min tomaba el rostro de su novio mientras decía eso, mientras el otro suspiraba sonoramente y le daba una de sus mejores sonrisas.

--Voy a estar bien, Yoon. No tengo 15 años, solo necesito conocerla y que sigamos adelante-Los dos dieron un suspiro y un pequeño y casto beso en los labios para disponerse a entrar al cuarto

Justo cuando el menor entró al cuarto lo pudo sentir, energía oscura del mismo infierno circulando allí, aire del bosque negro recorriendo su sistema, las ganas de vomitar eran inminentes. Todo fue peor cuando conectó miradas con la mujer

--succubus-Dijo en voz baja el menor retrocediendo, asustando de inmediato al abogado, quien lo sostuvo de la espalda

­--νεράιδα (neráida)-Dijo la mujer al mismo tiempo, levantándose de su silla con brusquedad, asustando incluso a los guardias que la vigilaban, se soltó incluso de ellos hasta pegar su rostro al cristal y empezar a recitar sin apartar la mirada de Jimin

--Κακή μικρή νεράιδα, θα πεθάνεις. Δώστε την καρδιά σας σε αυτόν τον γιο του διαβόλου και θα πεθάνετε. Θα πεθάνεις στα χέρια τους γεμάτα αμαρτία! ΘΑ ΚΑΤΩΘΕΙΤΕ!-( Kakí mikrí neráida, tha petháneis. Dóste tin kardiá sas se aftón ton gio tou diavólou kai tha pethánete. Tha petháneis sta chéria tous gemáta amartía! THA KATOTHEITE!)*

*Pobre y pequeña hada, morirás.
Entrega tu corazón a éste hijo del demonio y morirás.
¡Morirás en sus manos llenas de pecado!
¡MORIRÁS!*

--¡NO! ¡CALLA!-Dijo Jimin tapando sus oídos e hiperventilando mientras iba hacía atrás, Min no entendía nada, solo había visto como electrocutaban a su madre para calmarla y como Jimin a quién había abrazado se desmayaba entre sus brazos

Yo (no) creo en las hadas [YoonMin]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ