ll. No puede ser

10 0 0
                                    


A la mañana siguiente me desperté con unas ojeras que ni con palabras podía describir lo grande que eran.

Toda la noche pensando en ese extraño chico que encontró mi móvil.

¿Quién podría ser? ¿Cómo sería fisicamente? ¿de qué color tendrá el pelo? ¿y los ojos? ¿cómo será su boca?

De verdad que no pude pegar ojo. Tenía demasiada curiosidad por averiguarlo.

Bajando las escaleras visualice a mi padre en la cocina. Un olor muy agradable inundo mis fosas nasales. Había preparado tortitas. Nada mejor para empezar las mañanas.

-No estoy seguro de si estoy viendo a mi hija o a un mapache- John tan gracioso como siempre.

-Ja ja ja, no tiene gracia, a penas he podido dormir esta noche- digo mientras le soy un gran bocado a mi tortita. Está deliciosa.

-¿Y eso por qué? ¿Qué es lo que te ha quitado el sueño esta noche?- pregunta mi padre con sorpresa. Aunque la pregunta sería más bien, quién me ha quitado el sueño.

-Habrá sido la casa nueva, sabes que me cuesta acostumbrarme a los sitios nuevos- le respondo intentando quitarle importancia. No puedo contarle a mi padre que ayer, un desconocido encontró mi móvil y me borró todos los contactos. Eso me recuerda a que tengo que agregar el suyo. 

-Lo sé, eres demasiado selectiva con las cosas y si hablamos de personas ni te digo- dice entre risillas mientras yo le lanzo una mirada asesina. Pero tiene razón, no es que sea una borde ni nada parecido, sino porque me cuesta demasiado abrirme a las personas.

-Voy a terminar de alistarme, no quiero llegar tarde y estar perdida por los pasillos- digo dando el ultimo bocado a mi tercera tortita.

-Vale cariño, yo me voy ya a trabajar, nos vemos esta tarde- se despide con un beso en la frente y sale por la puerta dejándome sola en casa.

Subo a mi habitación y tardo una vida en elegir que ponerme, todas las mañanas lo mismo. Me decanto por unos jeans, un top blanco y mis vans, las que nunca me fallan. Me maquillo un poco las cejas y me hago el rabillo del ojo, me siento desprotegida si no me hago este último.

Recojo todas mis cosas, mi mochila, móvil, cartera y las llaves. Ayer fui hasta el instituto andando, una media hora, por lo que decido coger el coche hoy. Todavía estoy un poco verde, siendo sincera me saque el carné de conducir hace dos años, a los 16, pero no ha sido hasta este verano cuando mi padre me regaló mi nuevo coche, no nuevo literal es de segunda mano, que empecé a practicar yo sola por fin. Es un coche negro y pequeño, pero perfecto para mí. 

Empiezo a conducir mientras escucho de fondo perfect, de Ed Sheeran. Amo esa canción, y también amo a Ed.

Llego al aparcamiento del instituto sin problemas, aunque aparcar si que me cuesta lo suyo, pero lo consigo.

Me dirijo a mi primera clase, matemáticas. La verdad es que prefiero tener esta clase a primera hora, así no me quedo dormida. Entro a clase y me siento en el mismo sitio que ayer. Cuando asomo la mirada hacia la puerta veo a Bel entrando a clase junto con Tyler. Ambos me muestran una sonrisa y yo la devuelvo.

-Veo que hoy no te has perdido- dice con una sonrisa Bel.

-Porque es la misma clase que ayer, espera a que llegue segunda hora- le contesto y reímos los tres. Al darme la vuelta a mi sitio veo a alguien de refilón. El chico que no vino ayer está en el pupitre de al lado, su pupitre supongo.

Lo miro intentando que no se dé cuenta, aunque al final me termina pillando y terminamos ambos mirándonos a los ojos. Aunque la sorpresa que me llevo casi me tira al suelo, el chico que tengo delante es el mismo chico del otro día. El de la motocicleta. Mientras yo tengo una cara de sorpresa que no puedo con ella, el se muestra indiferente. No dice nada, no tiene porque decir algo y no sé porque estoy tan nerviosa. 

El resto de la clase pasa muy rápido, aunque sigo sorprendida con quien tengo al lado, la primera vez que le vi creía que era universitario, por su porte sobretodo. Aunque pensándolo bien eso no tiene mucho sentido, puedes estar cachas y por eso no ser mayor que uno no cachas. Mi sentido común se va a la mierda.

-Me alegro que hayas encontrado tu móvil Skyler- escucho el sonido proveniente de mi compañero de al lado sacándome de mis pensamientos, mientras esboza una débil sonrisa y retumba ruido de la campana para indicarnos que se ha acabado la clase.

-¿Qué?- no puede ser.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 18, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

FIRE |Febrero|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora