❝Prelude❞

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Cualquiera pensaría que después de vivir un milagro y regresar a la tierra, la vida sería mucho más fácil. Déjenme decirles que es un completo error creer que, porque una vez Jeon Jeongguk fue un ángel, las cosas serían más fáciles al volver a los brazos de Kim Taehyung.

Vivir entre humanos carentes de humanidad, nunca es fácil. Conocer los celos, el miedo, la inseguridad, la miseria. Por que todo eso es parte de convertirse en humano y está implícito, al igual que la felicidad, en el proceso de vivir.

ㅡYa pasaron dos años. ¿Tú crees que Jimin estará bien sin mí? ㅡpreguntó frotando su mejilla contra el torso desnudo de su esposo.

ㅡNo lo sé, cariño. ¿Podemos dormir? Estoy cansado...  ㅡTaehyung habló pesadamente. Su mano acariciando tiernamente la cabeza de su adorado azabache, de su ángelㅡ. Mañana lo hablaremos bien. Te amo.

ㅡTe amo también ㅡJungKook miró el rostro adormilado del rubio y sonrió con tristeza, y musitó poco después, sabiendo que él no lo escucharíaㅡ. No dejes de amarme, por favor.

Taehyung ya no pasaba tanto tiempo en casa como JungKook lo querría. A pesar de que, si bien había cambiado en muchos aspectos de la persona egoísta y egocéntrica que solía ser, se la pasaba trabajando. Su empresa formó una organización de la elite más humanitaria para recaudar dinero y  así ayudar a llevar agua potable, alimentos y medicina a los pueblos más pobres de África. Además, crearon un programa de becas para aquellas personas que no podían costear sus propios estudios y en los últimos meses Taehyung junto con su nuevo socio firmaron más de mil contratos para estudiantes con altas aspiraciones empresariales.

Taehyung llegaba tarde a casa y siempre estaba cansado. No pasaba más tiempo de lo necesario con los niños y eran pocas las veces que se permitía pasar tiempo a solas con JungKook.

Taehyung se dormía pronto y a la mañana siguiente, JungKook sabía que al abrir los ojos nuevamente estaría solo y desnudo en su enorme cama matrimonial.

El pequeño JungKook lleno de alegría poco a poco se marchitaba y su sol no lo estaba notando. Él cerró los ojos y lloró en silencio, orando a los cielos por tener de regreso al Taehyung que corría por él y sus hijos con un solo llamado telefónico. El Taehyung que lo sorprendió con un viaje a París en su primer aniversario, el Taehyung que lo despertaba con besos y desayunos desastrosos pero hechos con amor.


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ㅡEntonces me estás diciendo lo que me estás diciendo.

El ex peliverde miró el aura del ángel flotando por toda la habitación y suspiró. Le había pedido tantas veces a Jimin que bajase del cielo y se quedase a su lado. Él lo amaba más que a nada, se lo había pedido incontables veces y había sido rechazado por el ángel una y otra vez durante esos dos años. Éste siempre diciéndole que aunque sentía lo mismo por él, NamJoon no lo dejaría ir.

Pero ahora...

ㅡJungKook me necesita, así que los arcángeles me han permitido estar entre los humanos.

ㅡJimin, tú tienes que estar bromeando. ¿Por qué ahora? ¿Es una maldita broma? ㅡYoongi se puso de pie y se tiró los cabellos con frustraciónㅡ. Te fuiste, maldita sea, sin despedirte... yo creí que nunca más te vería.

Jimin había dejado de visitarlo exactamente hace cuatro meses. Justo cuando Yoongi comenzaba a resignarse, justo cuando él comenzaba a mirar más allá de aquel sueño iluso de robarse un ángel del cielo para amar y ser amado. Cuatro meses en los que se había hundido en el alcohol, en los juegos de noche. Cuatro meses en los que ya no asistía a su trabajo, ni se preocupaba por sus amistades.

El pequeño ángel de cabello rosado lo miró con tristeza. Él había tenido sus motivos, sólo que aún no podía permitirse flaquear ante lo que los arcángeles le habían pedido.

ㅡTe lo explicaré todo pronto, te lo prometo. Sólo espérame en la catedral a la hora acordada, mañana.

Y antes de que el abogado pudiera preguntar algo más, el pequeño ángel despareció en un parpadear.

ㅡJimin, sólo espero no me estés jugando una broma.

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El rubio levantó la cabeza de su portátil ante el sonido molesto de un silbato. Había dejado en claro que no quería el sonido de tal objeto en su oficina, mejor dicho, en toda su empresa.

Con clara molestia alzó la vista. Sus ojos se encontraron con los de su socio y la tensión se esfumó, en cambio, una sonrisa se asomó en sus labios.

ㅡTe dije que los silbatos están prohibidos aquí. ¿Qué haces, Yuta?

ㅡLo sé, pero si no lo uso probablemente seguirías trabajando en ese proyecto hasta la madrugada. ¿Sabes la hora qué es? ㅡTaehyung negó y tomó su móvil. Soltó un suspiro y apagó el portátilㅡ. Sí, son las once y media de la noche y ni siquiera has cenado. Anda, mueve tu culo de esa silla y vamos por una pizza de peperoni con doble queso como a ti te gusta.

El rubio negó y escribió un mensaje rápido para JungKook. Probablemente estaría preocupado y enfadado con él. No lo culpaba.

ㅡ¿Cuándo le dirás? ㅡdijo el socio acomodando la corbata de Taehyung cuando éste se puso de pieㅡ. No puedes seguir así. Debes decir...

ㅡNo, aún no ㅡle interrumpió, apartándoloㅡ. No podré llevarte a tu departamento esta noche, pide un taxi a mi nombre. Lo pagaré mañana.

El rubio salió de la oficina y se golpeó mentalmente. ¿Cómo pudo olvidarlo? Corrió con el maletín en sus manos hacia el estacionamiento. Sabía que ya era tarde, pero no perdía nada con intentar. Llamó al móvil de JungKook pero sólo recibió el sonido del contestador.

ㅡRealmente eres un idiota, Kim Taehyung. ㅡse repitió mientras conducía a toda velocidad hacia el restaurante en donde se supone tendría que estar cenando con su esposo.






「❀」

Nota

Dos aclaraciones
1- Yuta NO es el de NCT.
2- Las actualizaciones son lentas pero los capítulos van a ser largos.

No odien a Tae, por favor(?).
Lxs amo.

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⏰ Última actualización: Apr 04, 2018 ⏰

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