Capítulo o1

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Bajo corriendo las escaleras y no paro hasta llegar a la cocina. A pasos despreocupados me dirijo a la nevera y saco la leche. La preparo y la meto al microondas.

Me recuesto en la silla mirando hacia la ventana sintiendo como el nudo de preocupaciones y decepciones arrasaba con mi ánimo a pasó de huracán.

Saco los cereales junto a la leche y desayuno en total silencio. Miro el reloj en la pared y suspiro al ver que llego 15 minutos tarde. Ruedo los ojos y limpio la taza junto a varios vasos del fregadero.

El rotundo silencio que me acompaña me hace saber que estoy tan sola como esperaba.

Subo a mi habitación a pasó lento. Si algo he dicho siempre es; "Si ya llego tarde, ¿para qué darme prisa?" . Recojo la ropa tirada en el suelo y la meto a la lavadora. Vuelvo a la cocina con desgana y me estiró para sacar el pequeño vaso y la botella del estante. Preparo un chupito "thunderBitch", y me relajo sintiendo el ardor de más que le da la canela junto al chili . Si, de desayuno, lo necesito para no estallar en lo que queda de día.

Después de lavarme los dientes y coger mi mochila junto a mi chaqueta de cuero bajo al garaje. Cojo las llaves de la Kawasaki y abro el portón, me subo a mi moto nueva y tras ponerme el casco cierro de nuevo.

Salgo de la mansión por el camino de piedra y continuo a alta velocidad lo que queda de camino. Sintiendo la adrenalina aumentar junto a la velocidad. Este tipo de sensaciones son capaces de aliviar mi mal estar normalmente.

Mi vida es una total mierda y no tengo ningún problema en decirlo. Prácticamente soy huérfana. Los estudios son lo único que me mantiene atada a este pueblo. Eso y las horas de ayuda comunitaria que me faltan por cumplir. A mis 18 años estoy cursando mi último año de bachillerato, viviendo en una mansión enorme junto a dos fantasmas y mi perrita. Simplemente desesperante.

Tras 13 minutos de viaje llegó a las puertas del Instituto aparcando a mi bebé en mi plaza. Bajo rápidamente y entro. Tras firmar el pase, busco mi taquilla y guardo el casco junto a la mochila. Saco mi cuaderno de empresariales junto a mi pequeño estuche. Y así comienza mi primera segunda semana de clases. _ Decidí alargar mis vacaciones por lo que falte toda la primera semana._

Entro sin tocar ganándome una fulminante mirada del Sr.Miguel. Le guiño un ojo como advertencia de que no estoy para broncas. Siempre es lo mismo, los profesores se cansaron tanto de mi que decidimos llegar a una tregua, yo no molesto si tu no molestas, así de fácil. Me dirijo a los últimos asientos mirando mal al tipo que se sentó al lado de mi asiento.

La clase continúa, respondiendo a algunas preguntas que lanza la profe intentando pillarme distraída y garabateando en la libreta... O en la mesa.

La puerta es abierta bruscamente llamando la atención de varios, sin incluirme.

-¡Black!- gruñe el viejo al tal Black. No me suena ese apellido por lo que levanto la vista.

Interesante.

Tes morena.

Cabello azabache, casi tanto como el mío.

Alto, fuerte y cuerpo trabajad.

Facciones duras pero finas.

Mandíbula marcada.

No veo sus ojos por sus gafas de sol, pero no me extrañaría ver unos perfectos ojos desafiantes hacia el profesor.

-Me quedé dormido_ dijo burlón. Su voz ronca y varonil me cayó como un balde de agua fría y aparte la mirada con el ceño fruncido.- ¡eh! Tu, niñita estas en mi sitio.- Todos quedaron en absoluto silencio tras lo que dijo por lo que supuse que me lo decía a mi.

-¿Seguro, pequeño?. - levanto la vista lentamente para mirarlo. Ya no lleva sus gafas por lo que el negro de sus ojos choca contra el verde azulado de los míos. Se aturde un poco bajo mi mirada por lo que sonrío.

-Ah... -procesa lentamente lo que acabo de decir.-

-¿Te comió la lengua el gato? - alzó una ceja mirándolo fijamente. Sacude su cabeza y me mira sin expresión alguna.

- Muy graciosa tu, ¿no? Zorrita_ sonrío de lado cínicamente. El aula se inunda de esxclamaciones . Hasta el profesor está atento a mi reacción. Me levanto lentamente de mi asiento como una leona acechando a su presa.

- Todo tuyo princesito. - digo levantándome. Me acerco lentamente a el, tanto que nuestros cuerpos se rozan débilmente. Levanto la mano y lo acaricio su nuca acercándome a su cuello - La última vez...- muerdo su oreja y siento su piel tensarse - ...que me faltas el respeto -. Finalizo para luego separarme rápidamente, me dirijo a la puerta mirando mi reloj. Todos están paralizados analizando bien la situación. Abro la puerta pero antes de salir me giro y lo miro. Este se mantiene inmóvil mirando en mi dirección. - ¡ey! ¡Tú! ¿No es un poco temprano para montar una tienda de campaña? -digo "inocente" mirando su entrepierna. Este me mira confuso y mira en la misma dirección, levanta la mirada sorprendido. Le guiño un ojo y salgo del salón al tiempo que el timbre del cambio de hora.

Ni el alboroto en el pasillo me impidió escuchar el estallido de carcajadas proveniente de mi anterior clase.

Sonrío cuál diva caminando a mi paso.

"Los alumnos nuevos me van a arreglar el curso "

Ahhh.

Se me olvidaba.

Mi nombre es Sharlott Grey y tengo el corazón de piedra, roto, pero de piedra.

....

Adicto a ti / PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora