Capítulo o3

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Salgo rápidamente al tocar el timbre del final del día escolar. Cojo mi casco y dejo los libros en la taquilla. Yo nunca me los llevo. ¿Para que? La tarea la hago en clase. Otro trato con el profesorado.

A paso rápido salgo haciendo resonar mis tacones contra el reluciente piso. Este es un Instituto privado bastante caro y famoso. El cual pagué yo con la herencia de mi abuela, otra razón para ganarme el odio de mi padre, el dinero.

En la entrada se olle un llanto. Rápidamente apartó a Tiffany del pobre niño en el suelo.

-¿Estás bien? ¿Tienes algo? ¿ Te tocó? Dime que no -. El niño me mira mientras se seca las lágrimas con un toque de diversión. Esos rasgos se me hacen extrañamente familiares.

- Ehh... si, estoy bien, no tengo nada y sólo me empujó eh insultó. Pero ya sabes. Perro que ladra no muerde. - dice respondiendo a mis preguntas un tanto burlón. Le sonrío con ternura y le susurro.

- Algunas perras con fobia a la ropa se pasean por aquí. Pero tranquilo. Estoy al noventa y nueve por ciento segura de que les caigo mal y un cien por ciento segura de que no me importa.- El rió abrazándome.

Me tensé por un momento. No estoy acostumbrada a las muestras de cariño. Es... extraño.

Me relajo y le devuelvo el abrazo con cariño. Me despido de el y lo observo dirigirse hacia un coche precioso, el tal Black, uno del instituto y... él. Nuestras miradas se entrelazan.

Esos orbes...

Apartó la mirada y tras intercambiar unas palabras con Black. Salgo de allí a toda velocidad junto a mi moto.

No quiero ir a mi casa así que cambio la dirección rápidamente causando las quejas de muchos. Ignoro eso y tras unos minutos llego a mi destino.

*****

-A ver, a ver, a ver. ¿Me estás diciendo... que,  con todos los jodidos lugares del mundo, ese zumbao a elegido este para resurgir mágicamente del infierno?-. Estallo mirando a Beiron mientras este toma su tercer chupito tranquilamente.

Beiron es mi mejor amigo y confidente desde que tengo uso de razón. Es todo lo que necesito para no caer en depresión. El sabe todo lo mío y yo se todo lo de el. No hay secretos. 

Sinceramente yo no soy de tener muchos amigos, pero todos los que tengo son chicos. No se porque, pero nunca he podido confiar en ninguna chica. Para mí son como arpías, te pueden apuñalar por la espalda de la peor manera posible. Y, sí, se que yo soy chica, pero sigo pensando que una mujer rota, dolida, cabreada, lastimada, o incluso en busca de venganza es mucho peor que un hombre con mil armas, y ser una chica es precisamente lo que me lo confirma. 

Una mujer te observa, busca tus puntos débiles, consigue que confíes en ella, te atrae, te seduce, seas mujer o hombre. 

- Eso es exactamente lo que te estoy comentando -. Habla con un extraño acento en su voz, para luego reír, parece que no esta tan sobrio como parece -. Sabes creo que debería irme ya. - Dijo para luego levantarse. Le guiñe un ojo a Matt, el camarero, antes de levantarme y seguirlo hacia la salida. Sin saber que seria un grabe error. Al salir vi a Beiron siendo cargado por dos sujetos desgraciadamente conocidos para mi. 

-Sharlott, no hagas esto más difícil, sabes que saldrá en cualquier momento. Y cuando lo haga ira a por ti. Protégete pequeña. - Dijo para luego dejar a mi amigo en el asiento trasero de mi coche y desaparecer junto al otro.

- ¡Joder! - grite al aire sintiendo la ira aumentar en mi. Necesito golpear algo, ¡ y rápido! Rápidamente voy hacia el cubo de basura mas cercano y comienzo a golpearlo sin control alguno. - ¡Maldición!-. dejo de golpear e intento tranquilizar mi respiración. Tengo problemas de ira, no me controlo, es algo fuera de mi. y maldigo el momento en el que lo herede de mi padre, él... Siempre tiene que ser él, joder. Me giro sobre mi eje y con las llaves en la mano camino a paso rápido hacia el coche. Arranco y a toda velocidad se desenfocan las luces de la ciudad a mi alrededor. 

Mi vida desde cría a sido una autentica basura, todo a mi alrededor fue desvaneciéndose poco a poco al pasar de los años. 

Con el alma en el suelo y la mierda hasta el cuello. ¡Oh Coddy, me acabaré hundiendo junto a ti!

"Mata un demonio y te acechara el diablo"

No era sabio ni nada el que recitó esa frase, cabrón. 

Luces.

Autos.

Carretera.

Choque.

Negro...

.Mikael.

Estoy tan borracho que no creo que pueda conducir. Llamo a un taxi al salir del auto. Fernando, el chofer, debería estar descansando y no voy a interrumpir su sueño a la 3:12 de la madrugada. Soy un hijo de puta pero tampoco es para tanto.

Voy sentado al lado del copiloto, el reflejo de un animal cruza rápidamente por la calle. Él taxista pudo detener el auto a tiempo pero al parecer el de atrás no, pues un estruendo hizo que el alcohol abandonara mi sangre rápidamente.
Pero, al bajarme y ver dentro del coche, estoy seguro de que ya no hay sangre que circule por mis venas.

-Hermosa - susurro acariciando su mejilla mientras desabrocho su cinturón. La cargó en mis brazos y la revisó de arriba a bajo. -Pequeña... despierta -

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⏰ Last updated: Aug 28, 2019 ⏰

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Adicto a ti / PausadaWhere stories live. Discover now