CAPÍTULO 2

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'Él no es bueno'


Abrí los ojos por unos golpes leves de la puerta, tome asiento, viendo por la ventana la iluminada mañana que había, esto solo sucedía unas tres o cuatro veces al año en donde vivía, tal vez ahora podré apreciarlo a menudo.

—Elena... Soy Bianca —dijo detrás de la puerta.

—Ya salgo.

Lave mi rostro en el pequeño baño que había en mi habitación, acomode mi cabello, quise aprovechar este día para ponerme mi blusa de un color vino con unos jeans y zapatillas.

—Tu si que eres rápida eh —me dijo Bianca, haciéndome reír, mientras salía de mi habitación —Bien, lo primero del día, es ir a recoger nuestros horarios, como hoy es domingo, no hay casi nada que hacer.

—Al parecer estás más segura que yo —reí.

—Estar solo dos meses aquí sirvió de algo, ahora yo te ayudaré... Es por aquí, vamos.

Fuimos hasta recepción dónde se encontraba la misma señora de la noche anterior, la atención fue rápida y ya comparamos nuestras clases.

—No nos toca muy seguido juntas, pero algunas si —me dijo ella, haciendo un mueca.

—Nos veremos en los recesos y claro, después de clases —sonreímos.

—Pues sí, tienes razón... Hablando de recesos, aquí hay muchos que aprovechan ese tiempo estando en el campus.

Caminamos hasta salir del edificio y había un enorme patio, donde la mayoría de los alumnos se encontraban ahí, aunque hoy por ser domingo, la mayoría tal vez este fuera del establecimiento.

—Es muy lindo —dije, al ver que este lugar no estaba tan alejado a la apariencia por donde vivía.

—¿Verdad que sí? Compraré algunos refrescos, esperame —asenti mientras ella se iba.

Haberla conocido si que está siendo de una gran ayuda, camine viendo por los alrededores, la luz de sol estaba en su punto y la brisa era cálida, cerré los ojos disfrutando de aquél tranquilo momento, sin embargo, esa voz volvió a darme un susto.

—Hola.... Perdón, otra vez te asusté —abrí los ojos, encontrándome con el chico alto a mi costado.

—No, no te preocupes —dije, elevando la comisura de mi labio.

—No pude presentarme ayer como se debía, soy Bill —me dijo estrechando mi mano, teniendo un vista de sus pequeño ojos verdes.

—Elena —dije.

Se veía muy sencillo, serio pero a la vez amigable, sus manos eran algo tersas, tenía algunas marcas en sus nudillos pero no le tome importancia.

—Asi que, Elena, ¿De dónde vienes? —me preguntó, mirando hacia el campo, lo mismo que yo.

—Vengo de Aberdeen, cerca a Seattle, supongo que tú eres de aquí, ¿No?

—¿Se nota demasiado? —sonreí a la misma vez que él reía —Nací y vivo aquí... ¿Ya visitaste la ciudad?

—En realidad aún no...

—Elena, ya los conseguí, vamos —dijo Bianca quien me dió la bebida y sujetando mi muñeca.

—Nos vemos después —dijo Bill, alejándose a grandes pasos, dejándome ahora con un misterio en mente.

Observe a Bianca, algo confundida, ella aún seguía mirándolo, hasta que estuvo lo suficientemente lejos.

Sour Romance » Bill SkarsgardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora