Llévame al olvido ~ (Thomas Sangster y tú)

capítulo 9

Nos pasamos la noche riendo de estupideces y escuchando a los chicos hablar sobre algunas anécdotas en el set. Me sentía bien cuando estábamos todos juntos, por fin sentía que pertenecía a un lugar en el mundo y ese lugar era con ellos.

- Creo que ya es bastante tarde - dijo Thomas mirando el reloj que llevaba en su muñeca.

- Que aguafiestas - contestó Dylan - te estás volviendo viejo.

- Si esque es así, avísale a tu cara que es hora de envejecer - dijo Alía siguiéndole el juego a Dylan.

- Ahora ya sé porque se llevan tan bien - dijo Thomas riendo.

- Ahora dinos la verdad, tienes sueño o ¿quieres hacer otras cosas? - preguntó Dylan en doble sentido.

- Ya quita esa cara de psicópata pervertido - dije riendo - yo no sé cómo conquistaste a Alía.

- Porque soy fabuloso - fingió tener cabello largo y hacerlo a un lado.

Luego de unos minutos nos fuimos a acostar, ya eran las 4:45 a.m, estábamos cansados y habíamos comido demasiada pizza, sentía que en cualquier momento explotaba.

Decidí olvidar el asunto de mi familia, tarde o temprano la verdad saldría a la luz y eso quizás pase cuando esté lista.

- ¿En qué piensas? - Thomas me sacó de los pensamientos.

- Estaba pensando en mi familia - giré para mirarlo - digo, jamás los conocí, ni siquiera sé donde nací, pero me gustaría saber sobre ellos.

- Quizás es mejor así - contestó - luego puede que te decepciones.

- Lo más probable es que así sea - dije soltandome el cabello - pero soy de esas personas que les gusta saber las cosas aunque duelan.

- Que masoquista - hizo gesto de perversión.

- Mmh - levantó una ceja - ¿Qué pretende Señor Thomas Sangster?

- Dormir - dijo en tono sarcástico.

- Que bien - dije mientras me quitaba el jeans - porque yo también quiero dormir.

Me quedé viendo su reacción, me gusta provocarlo. Debo admitir que moría por sentirlo cerca mío, pero aún no estoy lista.

Thomas me levantó y crucé mis piernas en su cintura, puso sus manos en mis gluteos y me besó, caímos sobre la cama y reímos.

- ¿Viste eso? - me separé de su lado asustada.

- ¿Qué cosa? No he visto nada - respondió Thomas.

- Estoy segura de haber visto un destello en la ventana - me paré y fui hasta ahí - que raro.

- Debe ser el cansancio - dijo acomodándose en la cama - ven y acuéstate que hace frío.

Hice caso, me abrazó por la espalda y caímos en un sueño profundo.

*********
Con Thomas despertamos gracias al ruido que hacía Alía y Dylan.

- Oh sí Dylan - se escuchaba a Alía gritar - Así me gusta.

Con Thomas nos miramos y no sabíamos si reír o vomitar.

- ¿Es en serio? - me sonrojé.

Thomas se levantó y abrió la puerta. Dylan y Alía cayeron al suelo.

- Les pasa por chistositos - dijo Thomas.

Alía y Dylan no dejaban de reír en el suelo.

- Se lo creyeron que fue lo importante - dijo Alía sin dejar de reír.