capítulo 29

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- ¿No dirás nada? - dijo Alía siguiendo mis pasos.

- ¿Sobre qué? - me hice la desentendida y tomé un vaso para servir un poco de jugo - ¿Quieres jugo?

La vi rodar los ojos y alejarse molesta. Probablemente debería haberle contado en lo que estaba pensando hacer, pero esque tampoco estaba cien porciento segura de querer hacerlo.

Dejé el vaso sobre la mesa y me acerqué a ella, parece ser una persona sin corazón, pero conmigo al menos, tiene corazón y mucho. Necesito hablar con ella antes de que empiece con su manipulación psicológica.

- Me duele sabes - la escuché decir entre sollozos.

- Me demoré demasiado - me quedé mirandola - ya empezaste.

- Te daré una oportunidad - me fulminó con la mirada.

- Estar así con Thomas - comencé - no me parecía que ir al viaje fuese el mejor panorama.

- Pero yo voy a ir - se levantó del sofá - ¿No pensabas decirme?

- Ash Alía - coloqué mi mano en la frente - si te lo iba a decir, pero de todas formas Dylan me está casi que obligando a ir, entonces...

- ¿Entonces? - abrió sus ojos más de lo normal

- Voy a ir - rodeé los ojos y la vi sonreír.

Alía corrió hacia mí y cruzó sus brazos alnrededor de mi cuerpo, envolviéndome en un abrazo mientras saltaba eufórica.

- No me puedes dejar sola con esas dos víboras - dijo y luego dejó de saltar.

- Si - negué con la cabeza mientras reía - se me había olvidado ese pequeño detalle.

- Te perdono entonces - la escuché decir mientras volvía a sentarse en el sofá, que digo sentarse, echarse.

- No te he pedido perdón - dije y salí corriendo antes de que me golpeara con la mirada.

Nos vamos mañana y no pienso respóndele a Thomas. No quiero decirle que iré y tengo completamente amenazada tanto a mi familia y próximamente a Alía.

- ¡Me dormiré y cuando despierte, espero que Thomas siga sin enterarse de que iré al viaje! - grité antes de cerrar la puerta.

Me coloqué el pijama, abrí mi cama y eché un vistazo al celular antes de dormirme. Nada nuevo, exceptuando claramente, los mensajes de Thomas.

*****

Me desperté con una luz pegando directo en mi cara y una guitarra sonando muy melodiosamente.

- ¿Pero qué mi…? - dije sentándome en la cama y me detuve antes de terminar la frase al ver la laptop conectada a Skype y con Thomas del otro lado tocando la guitarra.

Quedé impactada y seguramente dejaré de gustarle a Thomas con esta cara del asco con la que estoy. Esto no se hace Alía, me la pagarás.

Thomas se encontraba en lo que  parecía ser un camerino y estaba cantando "The scientist" de Coldplay. Dios, es un ángel caído del cielo. Si tan solo este ángel no la cagara tanto.

Me acabo de dar cuenta que tenía una sonrisa estúpida que no salía de mi rostro y fue ahí, cuando Thomas estaba a segundos de terminar la canción, que me levanté de la cama y cerré la laptop sin pensarlo.

- ¡Te voy a matar! - le grité a Alía - ¡Escondete rata de dos patas, animal traicionero o como sea la canción!

Mi celular no dejaba de sonar y yo solo estaba preocupada de encontrar a Alía, ella no estaba, la muy desgraciada no estaba. Me dejó un papel pegado en la puerta de la heladera y ni siquiera era un papel decente, era un papel de mierda, literal un papel de mierda.

Llévame al olvido ~ (Thomas Sangster y tú) Où les histoires vivent. Découvrez maintenant