capítulo 16

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- Estás loco, por favor ándate - me eché hacia atrás, pero la puerta ya estaba cerrada.

- No intentes abrir la puerta, porque te atraparé igual.

- ¿Qué quieres? Llévate lo que quieras, pero deja de molestarme.

- Te quiero a ti - sentí un flash en mi cara - te ves preciosa asustada, necesito memorizar este día.

- ¡Eres un psicópata!

- Ah sí, hablando de eso… mira a quién tengo acá - me hizo una señal para que avanzará delante de él - sin miedo, creo que te alegrará ver a tu amiga.

Cuando terminó la oración me di cuenta que hablaba de Alía y no dude un segundo en avanzar hacia adelante. Caminé por el pasillo y sentí como me empujó hacia una habitación. Alía estaba adentro amarrada en una silla.

- Alía - corrí hacia ella y le quité la cinta que tenía en la boca.

- Fue él - soltó en un segundo - fue él el que vino a dejarnos ese día después del club, fue él el que me dejó el moretón en la cara.

- Ding Ding Ding tenemos una ganadora - sonríe triunfante - que dramática Alía, ¿Desde cuando eres así?

- ¿Qué tienes que ver tú con el golpe en la cara? no entiendo - pregunté fijando mi mirada en él.

- Ya que insistes - contestó - tuve que golpearla porque no me dejó pasar hasta tu dormitorio y yo solo quería dejarte una nota.

- Quita esa puta sonrisa de pervertido que tienes y para con tu juego enfermo.

- _________ te deseo desde ese momento en que…

- Desde el momento en que te mandé a la mierda Jake - lo interrumpí - eres un asco, no sé cómo Alía en algún momento se pudo fijar en ti, intentaste tocarme una vez y no dejaré que lo hagas de nuevo.

- No creo que puedas evitarlo - se acercó rápido, me hizo a un lado y volvió a poner cinta en la boca de Alía.

Alía no dejaba de rotorcer su cuerpo para poder zafarse de la silla en la que estaba amarrada. Hacía intentos de gritar, pero apenas se escuchaba un ruido que emitía su garganta atrapando el sonido de su voz. Traté de volver donde Alía, pero la mano de Jake se plantó en mi cara en ese mismo instante.

- Eres un asco Jake - puse mi mano en la mejilla adolorida - Jamás tendrás nada conmigo.

Jake me toma por los hombros y me empuja contra la pared en el instante que se percató que intentaba correr hacia la puerta.

Cinco segundos más tarde el timbre sonó seguido de la voz de Dylan.

- ¡Dyl… - intenté gritar pero la mano de Jake tapó mi boca de inmediato. Parte de su cuerpo bloqueaba el movimiento de mi mano derecha y la mano que tenía libre la ocupo para evitar que moviera mi brazo izquierdo.

- Anda Alía, sé que estás ahí - gritaba Dylan del otro lado - siempre me haces estás bromas, solo necesito el polerón que quedó dentro.

Pude ver como Alía hacía un intento enorme para poder gritar, pero nada funcionaba.

- Vas a quedarte en silencio - susurró en mi oído, lo cual hizo recorrer por mi cuerpo una sensación de asco.

Si Jake seguía presionando mis labios en poco quedaría sin respiración, considerando que estaba muy cerca de mi  nariz y su fuerza era demasiada. Intenté golpearlo en la entrepierna, pero no logré hacer más que llegar a una de sus rodillas puesto que estaba a mi lado y no frente a mí. No sé por qué pero sentí que su mano aflojó un segundo e intenté morderlo.

Llévame al olvido ~ (Thomas Sangster y tú) Where stories live. Discover now