[Capítulo 31]

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Desperté con los primeros rayos del sol. Al voltear el rostro me encontré con el rostro de Estefan, aún no había despertado. Me lo quedé observando por no se cuanto tiempo, amo verlo tan tranquilo a mi lado, sin ninguna modelo rusa loca queriendo separarnos. Comencé a acariciarle el brazo que cruzaba por mi cintura recordando cada instante ocurrido la noche anterior.

-Buen día futura señora Alvarado. -Dice Estefan sin abrir los ojos y esbozando una sonrisa.

-Buen día amor. -Digo alegre.

-¿Qué hora es? -Dice él acercándose más a mí.

-Son las nueve. -Respondo viendo el reloj de mi móvil.

-Vamos a desayunar, tengo ganas de llevarte a un lugar.

Nos levantamos y después de bañarnos juntos y demorarnos más de la cuenta en la ducha nos vestimos para bajar a desayunar.

-Buen día. -Saludé en general.

-Buen día hija. -Saludó Marcela amablemente.

-¿Cómo te fue anoche hijo? -Le preguntó Marcela a Estefan a lo que yo quedé sorprendida.

-Bien. -Respondió Estefan mirándome con una sonrisa.

-¿De qué nos perdimos? -preguntó Fernando.

-Tu hermano le pidió matrimonio a Maite. -Respondió su madre.

-¡Oh felicitaciones! -Nos felicitó mi cuñado.

-Gracias cuñado. -Respondí feliz.

-¿A ver la alianza? -pidió Devora.

Cuando la mostré, ambas mujeres se acercaron.

-Mi hijo tiene buen gusto. -Dijo Marcela orgullosa de Estefan.

-¿Vendrán a esquiar con nosotros? -preguntó el padre de Estefan.

-No padre, llevaré a Maite a un lugar. -Dijo Estefan llevándose una porción de tostada a la boca.

Cuando terminamos de desayunar, todos nos levantamos de la mesa y nosotros en vez de volver al cuarto como el resto, fuimos derecho a la recepción donde ya nos esperaba el auto en la puerta.

-¿Donde vamos? -le pregunté algo ansiosa.

-Es una sorpresa. -Respondió él sin despegar la vista de su móvil.

-¿Más sorpresas?

-Si, más sorpresas. -Respondió pasando su brazo por mis hombros y acercándome más a él.

Luego de un rato, llegamos a un local donde había una pista de patinaje sobre hielo.

-¿Es en serio? -digo emocionada.

-Si, ¿Te gusta tu sorpresa?

-¿Qué si me gusta? ¡Me encanta! 

Entramos, pagamos la entrada y después de ponernos los patines, fuimos hasta la pista de hielo cubierta.

Comenzamos a patinar junto a otras parejas.

-Gracias amor. -Digo sin poder esconder la alegría- Siempre me gustó patinar sobre hielo.

-De nada, supuse que te gustaría.

Estábamos patinando, cuando alguien me chocó haciendo que me estampara contra el piso.

-Cariño ¿Estás bien? -preguntó Estefan preocupado ayudándome a levantarme.

Cuando me levanté, estaba algo aturdida.

-Si, si. -Respondo levantando la vista y viendo a un Estefan molesto.

Cuando busco que tanto mira enojado, mi mal humor florece, ¿Qué hacía esta tipa aquí?

-¿Qué haces aquí? -Estefan me había leído la mente y por lo que se veía estaba realmente molesto.

-A mi también me gusto verte. -Responde cinicamente la mujer- No creo que te incumba, pero vine por trabajo. -Responde acercándose a él coqueteandole con una sonrisa, cosa que provocó que me hirviera la sangre de enojo.

Sin ningún miramiento la apartó inmediatamente.

-Es verdad no es de mi incumbencia por que no me interesa. -Estefan está realmente cabreado- La próxima ten más cuidado por dónde vas.

-Vamos Estefan. -Digo tomándolo del brazo y comienzo a patinar hacia la entrada, debía morderme la lengua ya que no podía armar ningún escándalo- Se me quitaron las ganas de patinar ya.

Después de que volvimos al auto para ir al hotel, ninguno de los dos pronunció una palabra.

Cuando llegamos al hotel, aún seguíamos sin dirigirnos la palabra. Llegamos al cuarto, dejé mi bolso sin quitarme nada y sin decir una palabra, salí de allí dejando a Estefan completamente solo. Necesitaba pensar.

Desde que volvimos a estar juntos, Estefan se había comportado como un verdadero novio, de hecho no había vuelto a sus aventuras, ya nos habíamos ido a vivir juntos y ayer a la noche me había propuesto casamiento, no por medio de un contrato sino como su legítima novia, se suponía que debía estar feliz ¿No? Superar el pasado y avanzar, pero... ¿Y si no soy lo que él espera? ¿Y si después de un tiempo él se cansa y vuelve a lo de antes? ¿Si lo hizo una vez estando conmigo quien dice que no lo vuelva a hacer? Realmente lo amo, pero no creo poder manejar un problema similar como hace un año atrás.

Contrato con una mortal.® Parte II✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora