Capítulo 30

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-Jos. -Sentí pequeñas palmaditas en mi brazo.-José despierta, te estoy hablando. -Esta vez sentí un golpe.

-Auch. -Abrí rápidamente los ojos y con mi mano sobe mi brazo.-¿Qué hora es?¿Por qué me despertaste?

-Son las 6:15 am, escuché ruidos en la cocina.

-¿Bajaste a ver que era?

-No, tengo miedo.- rodé los ojos y me levanté de la cama.

-¿Por qué tengo que ir yo? También tengo miedo. - dije divertido.

-Qué divertido Canela, ve a ver que es.-Habló molesta.

-Sí, jefa.-Salí de la habitación y aún adormitado caminé por el largo pasillo de la segunda planta hasta llegar a los escalones, bajé de ellos y antes de entrar a la cocina tomé una sombrilla... Sólo por si necesito defenderme de algo. Otro ruido se escuchó, una sartén chocando con algo y unas voces de Nicky y Mía, cómo si no reconociera sus voces. Volví a dejar la sombrilla en su lugar y me adentre en la cocina.

-¿Qué hacen acá? -Pregunté de momento haciendo que ellos pegaran un saltito por el susto. Mia se llevó una mano al corazón. Observé la barra de la cocina en donde se encontraba un tiradero de cereales y frutos rojos , Nicky se colocó delante de la barra impidiendome la vista hacia el tiradero.-¿Qué tienen ahí?-Me crucé de brazos.

-Es sorpresa, regresa a tu habitación.-Ordenó Mia.

-¿Disculpa, cuando hicimos cambio de roles y ahora tú eres mi madre?-Rió.-Su madre me mandó porque escuchó ruidos aquí abajo.

-Lo siento, estamos preparando el desayuno en forma de disculpa por como nos comportamos ayer, tenemos algo que decirles, pero eso será cuando se los llevemos a la cama. 

-Bien, tengan cuidad, no prendan la estufa.-Ambos asintieron y volvieron a lo suyo. 

Subí a la habitación y ___ se encontraba en la puerta.

-¿Qué era?

-Junior metió una de sus pelotas para morder en la cocina y estaba jugando con ella, por eso tanto escándalo, tú tranquila.-Mentí.  

-Lamento despertarte.-Murmuró con una sonrisa tierna.

-No te preocupes.-La miré con una sonrisa, estaba hermosa. Traía su camisón de pijama gris de seda que le quedaba a la altura de los muslos, apenas y tapaba sus bragas, estaba descalza y su cabello desordenado le caía por los hombros. Me acerqué a ella y acaricié su vientre aún plano.

-¿Algún síntoma?-Puso su mano sobre la mia dejando pequeñas caricias.

-Ninguno, todo igual.

-Qué raro. Cuando Mia y Nicky los síntomas llegaron rápido, desde el día uno diría yo.-Exageré.

-Es raro, pero algo en mi dice que pronto llegarán, me preocupa que lleguen de golpe y me la pase vomitando en un día lo que no he vomitado estas semanas.

-Si es así entonces no se te olvide tomar mucha agua, para no deshidratarte.-Puso los ojos en blanco divertida.

-Tengo hambre, ¿qué quieres desayunar?-Se alejó de mi para poder colocarse su bata de dormir gris de seda y caminar hacia la puerta.

-A ti.-Fui hacia ella Nuevamente, antes de que diera un paso más fuera de la habitación la cargue, cerré la puerta con seguro y la aventé a la cama. Los sacrificios que uno tiene que hacer por sus hijos, sin duda soy un padre ejemplar...

Familia Canela || Jos Canela || Tercera Temporada De A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora