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-Un cono con helado de chocolate y una tacita de vainilla, por favor.- ordenó el joven de rosados cabellos sonriendo amablemente a la chica de la heladería.

La chica le sonrió de vuelta coquetamente tomando su orden un tanto anonada por su apariencia.

-A mi me da un cono de chicle.- Dijo divertidamente Jaehyun al lado derecho de Taeyong haciendo aparición en la escena con una estupidez.

-¿Es la misma cuenta?- Preguntó la chica deleitándose de los visuales de ambos.

El menor negó con molestia empujando a Jaehyun del brazo.

-¿Qué demonios haces aquí?- Taeyong recibió el pequeño vaso de plástico con helado de vainilla ya un tanto sofocado.

- ¿Uhm? ¿No puedo venir a comprar helado?-  El castaño traía en sus manos una bolsa de plástico con dos cuadernos de dibujo y un nuevo set de grafitos.

La verdad no tenía ganas de comer cosas dulces, pero fuera de la tienda había frenado su caminar al ver la llamativa cabellera del menor.

Gracias a Odín este no había cambiado su color.

Taeyong guardó silencio porque no tenía una buena respuesta, le estresaba tener al castaño cerca. Tal vez la razón por la que lo miraba tanto era porque pensaba secuestrarlo y venderlo en la deep web.

O algo así de retorcido.

- 5.25 dólares.- Rompió sus pensamientos la chica extendiendo el cono de chocolate.

Taeyong sacó un billete de 5 dólares de su bolsillo y rebuscó desesperadamente la moneda de 25 centavos que su mamá le había dado.

Jaehyun al rescate, sacó de su billetera una moneda de 50 sonriendo irónicamente al pelirosa.

Taeyong lo tomó sin agradecer, pagó por su comida y salió del local con la taza entre su brazo y su pecho y el cono en su mano; temiendo en todo momento que algo se le cayera y el otro tuviera motivos para burlarse.

Se sentía mal por no agradecerle al chico, pero a este parecía importarle poco, sonreía como estúpido hacia él con las manos apoyadas en el mostrador.

Taeyong casi se atraganta con su helado gracias a la risa que le causó ver al castaño comparar con confusión el tono azul del helado con su cabello.

¿Qué tenía con su cabello? Si, el color era llamativo y muchas personas le habían preguntado el por qué de la inesperada decisión.

¿¿¿Pero lo odiaba a él y a su cabello no???

No tenía sentido.

Terminó por decidirse a buscarlo en sus redes sociales, la primera y más básica era Facebook.

Taeyong se rió sólo un poco al ver la foto de perfil, era un fotografía de él alrededor de los 12 años junto a su madre. Se miraba adorable y gordo.

De ahí no había ni una foto de Jaehyun en la actualidad. Sólo habían fotos de obras de arte, todas de tonos fríos y de rostros femeninos.

La misma cara de una chica se repetía en varias y no pudo hacer más que preguntarse si el chico había hecho cada una de las obras.

Porque si era asi, este tenía un talento muy grande.

Tal vez igual de grande que la incomodidad que sentía cada vez que lo miraba.

Aunque su arte no pasaba de 20 reacciones.

En Instagram lo tuvo que buscar por apodos, le tomó quince minutos, ya dentro del auto, encontrar su perfil.

J_hyun44, Un perfil que casi hace a Taeyong sorprenderse. Casi.

Las pinturas que el chico publicaba en el lugar eran explícitas, se encontró con muchas pinturas de cinturas y pechos femeninos, unas cuantas espaldas masculinas, hasta un boceto de dos chicos a mitad de un beso.

Ahí su arte llegaba a miles de corazones, tenía más de 14.000 seguidores.

Lo que le hizo abrir lo ojos ampliamente fue la pintura acrílica de dos mujeres, una encima de la otra introduciendo sus dedos por la entrada de la contraria.

- ¿Qué sucede?- Preguntó su madre observándole desde el retrovisor.

Taeyong negó bloqueando el celular  frunciendo las cejas cuando una extraña sensación se alojó en su pecho al imaginar a Jaehyun dibujándolo a él.

Le daba asco imaginar lo que podía estar haciendo con su imagen.

Bubble Gum Where stories live. Discover now