La estirpe desnuda

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La naturaleza muerta podría llamar la atención de cualquiera que tuviese que detenerse al pie de la carretera, April Orr lo sabía muy bien

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La naturaleza muerta podría llamar la atención de cualquiera que tuviese que detenerse al pie de la carretera, April Orr lo sabía muy bien. Arktic caminaba muy cerca de ella, la pequeña correteaba sin parar y hacía que las hojas amarillentas volasen en el aire estorbando el camino de la loba mientras intentaba seguirla de buena manera. El pelaje blanco mezclado con negro, acariciaba a cada paso las rodillas desnudas de la niña, los ojos castaños vigilaban el camino temiendo una pérdida y la nariz negra olfateaba sin cesar algún rastro de la bicicleta perdida. Pero al parecer, la bicicleta se había esfumado como la hermana de April en el vientre de su madre.

La niña acarició a Arktic un rato más y le permitió descansar en el suelo, el graznido de un cuervo se escuchó a lo lejos pero April pretendió no hacerle ningún caso. Arktic en cambio, se encontraba alerta. April se paró aburrida y volvió a mirar a su vez, avanzó varios pasos más hasta que el sonido de una campanilla se hizo escuchar un poco débil:

— ¡Escuchaste eso, Arktic! ¡Es mi bicicleta! —Exclamó contenta la pequeña mientras dejaba a la loba atrás, el animal se quedó agachado durante unos segundos vigilando, pero la niña se había marchado dejándole sola y después llamándola con aquella emoción infantil que hizo que la loba se parase con pereza y con las orejas bien arriba esperando el ruido de una pisada o el graznido de peligro de un cuervo. Pero nada de eso ocurrió, en cambio, el bosque estaba mucho más quieto.

Arktic avanzó con paso lento hacia la niña y se detuvo a pocos centímetros de ella, April la miraba impaciente dispuesta a abandonarle pero aun así estaba decidida a esperarla. Hasta que la campanilla volvió a sonar y April se marchó dejando a la loba atrás. Pero cuando llegó al límite del bosque, una gran cerca cubierta con alambres de púas estaba frente a ella, un cartel rojo anunciaba peligro y un sinnúmero de volantes de personas desaparecidas se encontraban fijos allí.

Ni el cartel que anunciaba: ¡Precaución! Alambrado electrificado o el que rezaba, ¡Peligro! Hay trampas para osos hizo que la niña se detuviera. Arktic vio como la niña se arrastraba por debajo de una apertura y cruzaba con precaución de no tocar el alambre al otro lado. La loba hizo lo mismo a su vez pero esta se alejó tan pronto unas hormigas empezaron a perturbarle, lanzando un chillido y saliendo de allí con desespero mientras la apertura parecía volverse cada vez más pequeña y el alambre a verse más cerca.

— Si no puedes cruzar, espérame aquí. Volveré pronto —la loba estaba desesperada por las picaduras y empezó a removerse con fuerza en la tierra para quitarse las hormigas restantes y terminar la picazón, pero esta parecía expandirse por su cuerpo con cada movimiento.

April se había alejado demasiado y la loba sentía la necesidad de ir corriendo detrás de ella. Arktic miró la apertura que la niña había ensanchado un poco y empezó a cavar alejándose cada poco para que las hormigas tuviesen tiempo a dispersarse temiendo el peligro. Cuando notó que era lo bastante segura, se arrastró y cuando estuvo del otro lado escuchó el cristal romperse contra un árbol, el graznido de un cuervo mientras los demás volaban deprisa de los árboles y varios chillidos consecutivos de una niña que estaba a punto de morir.

Arktic corrió hacia el ruido mientras los animales se escondían, aquel lado del bosque era demasiado oscuro y la lluvia que había predicho el meteorólogo aquella mañana, empezó con un suave ventarrón que fue trayendo las gotas de lluvia y la desesperación de muchos. Arktic avanzó a paso lento pero cuando un nuevo grito hizo acto de presencia, la loba corrió con todas sus fuerzas aguzando el oído y tomando la dirección que su instinto le propiciaba.

Cuando llegó ya era demasiado tarde. April se encontraba con el pelo manchado de sangre y la camiseta rosa empapada de la misma sustancia. Su piel estaba desgañitada y la piel de uno de sus brazos parecía haber sido arrancada de cuajo, su rostro estaba desfigurado aunque su pecho continuaba palpitando levemente. Arktic lamió su rostro con cariño, como si pudiese resucitarla de esa forma, pero la niña continuaba con los ojos cerrados y las manitas apretando un poco de tierra.

Cuando la loba se giró, vio a una mujer con un cuchillo para cortar carne y con el pedazo de una botella en las manos. La mujer tiró el cuchillo a un lado y siguió su camino como si nada hubiese pasado, como si aquella fuese la escena más normal que viese en su vida. Arktic se recostó sobre el pecho de la niña sintiendo como su pecho se elevaba por una última vez y su corazón profería un último latido que la dejaba libre.

Suzanne Brooks había tenido que correr detrás del niño, sus padres no le pagaban tanto como para sufrir aquel ajetreo

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Suzanne Brooks había tenido que correr detrás del niño, sus padres no le pagaban tanto como para sufrir aquel ajetreo. La lluvia no amainaba desde hacía días y el niño no había hecho más que suplicar que deseaba salir a chapotear en cualquier acumulación de agua posible. De no haberlo detenido Suzanne, se habría lanzado en el lago como si de un juego se tratase, pero entonces Jacob había visto el bosque y había decidido ir hacia allí. Su instinto salvaje le llamaba.

Fue entonces, cuando llegaron a la cerca y este cruzó hacia el otro lado sin previo aviso que Suzanne sintió que el corazón se le venía abajo. Suzanne arrastró por la apertura sin impórtale el lodo que se quedaba en su ropa y dijo con firmeza mientras sujetaba al niño de la mano:

— Es hora de que regresemos a casa, tus padres van a enfadarse —Jacob levantó la cabeza frustrado y dijo con disgusto mientras señalaba a una zapatilla roja manchada con sangre:

— Y esa niña pequeña, ¿a qué hora regresa a casa?

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No creo que este haya sido el mejor relato que he escrito, pero está bastante bien para algo que nunca había trabajado. Ahora seré más consciente con los escritores que basan sus obras con animales como personajes, esos escritores tienen un don.

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⏰ Terakhir diperbarui: Apr 22, 2018 ⏰

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